ACUCHO
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
¡CÓMO PASA EL TIEMPO, SHAY!
Hace
exactamente tres quinquenios celebramos en el Club Chiquián los 50 fructíferos febreros
de AGUSTÍN RICARDO ZÚÑIGA GAMARRA,
llamado cariñosamente "ACUCHO"; yo le digo cada vez que nos vemos:
¡Acuchito, papachito!, con
el más tectónico sentimiento chiquiano.
Cinco años después, apagó 55 velitas en el calor del hogar
familiar de
nuestra amada urbanización Ingeniería. Hoy apaga 65 cirios benditos, y va atravesando
con vigor calmo el zaguán del tiempo, en la base más serena de la
existencia terrena. También un día como hoy, 7 de febrero (1833), nació
en Lima, según datos históricos, su tocayo, el gran tradicionalista peruano don
Ricardo Palma (Manuel Ricardo Palma Soriano), aunque otras fuentes, como
el testimonio del Monseñor Salvador Herrera Pinto, refieren que, "don Ricardo nacio ocho años antes en el pueblo de Talavera de la Reyna en Apurímac,
en el seno de una familia humilde; fue inscrito en la partida de
bautismo como hijo natural de Pedro Ramón Palma Castañeda y de Guillerma
Carrillo y Pardos, a quien muchos consideran la abuela materna y que su
madre fue en realidad Dominga Soriano y Carrillo, la hija de 16 años de
esta". Un día como hoy, 7 de febrero de 2006, falleció en Lima a los 76 años de edad nuestro recordado Alberto "Toto" Terry Arias Schereiber, considerado uno de los más grandes jugadores peruanos de todos los tiempos, quien, al igual que Acucho, fue un mago de la gambeta, frontal, pícaro y goleador excepcional.
Hace
varias décadas ya, que desde el ladeado paraje "Los Pinos" de Huaraz,
donde estudiaba la Secundaria bajo el rigor académico del Seminario San
Francisco de Sales, Acucho se lanzó como avellana de la fiesta de Santa Rosa a la conquista de sus sueños
en la Capital de la República, la tierra prometida de los provincianos
de las tres regiones naturales, no "Lima la horrible", como la
llaman con desdén una cuadrilla de ingratos que no faltan en esta pirca de las quejas eternas.
Ingresó
a la Universidad Nacional de Ingeniería a la vanguardia de los
postulantes, lejos de los cenáculos artísticos y literarios, pero sin
desligarse del canto chiquiano con arpa, violín, bombito y sordina, tampoco del
deporte rey. En este último, desde siempre impone su talento
creador frente a sus ocasionales adversarios, con esa rebeldía innata y
la experiencia que no se logra leyendo libros
sobre cómo hacer goles de "guacha", "chalaca" o de "taquito", sino en la
cancha de cascajo, haciendo funcionar la cabeza y los pies al ritmo del corazón chiquiano.
Durante
su fértil vida ha subido a pulso todos los peldaños académicos de su
profesión, tanto en el Perú como en el extranjero, coronando con éxito
la cima más alta del saber, que le ha valido para desempeñarse en cargos de suma
responsabilidad. A la par, contagiado por los coterráneos que aún
sufren los estragos del desarraigo por el huayco migratorio de los
setentas, ensaya la vena popular en los albores del Tercer Milenio, y
no tarda en descubrir su genio narrativo y poético que hoy florece para
beneplácito de las letras chiquianas, y alentar con cariño la difusión del
conocimiento científico a través de sus portales virtuales y programas
radiales, con gran acogida a escala internacional por las mentes ávidas de aprender, en
circunstancias que la ciencia, la tecnología y la innovación no son
prioridad para los gobiernos, pese a ser conocedores de que el conocimiento es la mayor riqueza que un país puede
ostentar sin dañar el medio ambiente, y exportarlo en abundancia a los
cinco continentes para provecho de la Humanidad.
En
su narrativa y poesía no se olvida de la primera lluvia, aquella que deja su
fresco aroma entre el corazón y la mente. Así su amado "Agocalle", donde
fue campeón caminando en zancos, saltando con garrocha y ganando
bolsillos tras bolsillos de chillanditas y pushpus variopintos,
renace en cada despertar, porque ese sentimiento de amor por la Patria
Chica que se incrusta en los primeros pasos de la infancia permanece indeleble en la
memoria.
Hoy,
que los caminos del mundo van albeando su privilegiada testa más allá
del horizonte nativo, su espíritu telúrico sigue siendo de ese niño
inquieto hecho río cristalino, gracias a dos vertientes de agua clara
que se unieron para darle vida: Chiquián donde florece la hermosa flor de la cantuta y
Huayllacayán donde madura la sabrosa chirimoya.
CHIQUIÁN:
es el pueblo donde el destino tejió el ropón de ACUCHO, ser humano de
corazón noble e iris de niño; un guerrero de la constancia, la
abnegación, el raciocinio y la fe en el éxito final, como buen Quijote
del conocimiento. En suma, un domador nato de la ignorancia como todo
orfebre empeñado en llenar la vasija de la
ciencia popular en las altas cumbres. Futbolista ciento por ciento con
su doble salto en el aire como el rey Pelé y el gran capitán Héctor
Chumpitaz.
Integrar
el Comité de Gestión - Base Lima por varios años bajo su presidencia,
y también bajo su presidencia la Asociación Chiquián Cultura, me ha
permitido conocer la grandeza de su espíritu y las virtudes de su
liderazgo natural: sencillo, humilde, generoso, optimista, batallador
inclaudicable contra el atraso que entumece el progreso; siempre
guiando y promoviendo nuevas rutas de desarrollo para nuestra tierra
ancashina, en la radio, la Internet y en vivo y directo en el Club
Áncash, en Chiquián y en los pueblos del interior de la provincia de
Bolognesi.
Doctor en Física Nuclear, con un importante cargo en el IPEN y
estudiante infatigable en nuevos doctorados, amén de sus reconocidas
cátedras en varias universidades del Perú y del extranjero.
Viene a mi mente el poeta Alejandro Pope, quien refiriéndose a Newton expresa: "La Naturaleza y sus leyes se ocultaban en la noche: por eso Dios dijo ¡que nazca Newton! y se hizo la luz".
Esa misma luz es la que irradia Acucho en los paisanos que lo
acompañamos en su tarea de progreso provincial, así como en las jornadas
informativas y proyectos educativos que promueve y empuja hacia
adelante; pues de la misma manera como las plantas convierten los
minerales en alimento cotidiano, así también los hombres de ciencia
convierten la materia prima en naturaleza útil para la sociedad. Son
los descubridores e inventores que nos allanan el camino para no andar a
tientas en el mundo moderno.
Pero
no solamente destaca en el universo científico, sino también en la tarea
literaria, que no ofrece réditos materiales de corto ni largo aliento,
porque sabe que la literatura es un noble sentimiento que apunta al
desarrollo de los pueblos sin esperar nada a cambio, siguiendo las
hondas huellas dejadas por don Antonio Zúñiga Alva, su adorado padre.
Huellas de Maestro que invito a recordar a través de una nota que plasmé hace unos años en el papel:
Mayo, mes florido en Chiquián gracias al aguacerito que se marcha hasta diciembre, dejándonos su tributo de vida.
Mayo,
aroma de campo primaveral en la Sierra. Los gorriones saludan la
llegada de la aurora en cada despertar, cantando felices sobre los
tejados. En las noches los grillos tocan alegres sus violines entre las
pircas de las chacras turquesas.
Mayo,
mes de dulce caña, de tersas habas para el rico panco, de maíz,
alfalfita y dorado trigo en Racrán, desde donde se divisa los mechones
de humo de fogón que se elevan al cielo como velos blancos.
Mayo,
mes de cuilumpis maduros invitándonos a la cosecha de coloridas
papitas arenosas que en unos meses serán sabrosas gecnas. Hasta el agua
y la espumante leche recién ordeñada saben a gloria.
En
este generoso mes, el martes 10, de hace 100 años, nació en Chiquián
un ser humano pródigo en magisterio viviente que dejó huellas
indelebles en la provincia de Bolognesi y en los lugares donde llevó su
elocuente palabra para gestionar y promover el desarrollo de nuestra
tierra.
Don
ANTONIO ZÚÑIGA, quien además de maestro y escritor, se desempeñó como
supervisor de educación, forjador de la Casa del Maestro de la
provincia de Bolognesi y presidente de la Sociedad de Beneficencia
Pública de Chiquián. Institucionalista ciento por ciento; deportista y
socio fundador de la Liga Provincial de Fútbol y del Club Cultural
Deportivo Alianza Chiquián que tantos lauros cosechó en Ancash.
Los
conocimientos que adquirió en las aulas de Chiquián, Huaraz y Lima,
los puso a manos llenas a disposición de sus pupilos chiquianos, de
Cajacay, Huayllacayán y Llaclla. Los pobladores de este último lugar lo
recuerdan como uno de los más importantes gestores para la creación del
distrito Abelardo Pardo Lezameta en 1956. Siempre fue elegido por sus
capacidades y potencialidades innatas, junto a otros ilustres colegas,
para representar al magisterio bolognesino en convenciones realizadas
en Huaraz y Lima, dejando en alto el nombre de CHIQUIÁN.
Ciudadanos
ejemplares como don Antonio, fueron en el siglo XX parte medular del
tejido social bolognesino y ahora son el patrimonio cultural, moral y
espiritual que debemos conservar y emular, sobre todo en momentos
sombríos como el que atravesamos, donde todo se pone en tela de juicio,
lamentablemente por hechos deleznables originados en las altas esferas
del poder, arrinconando voluntades y valores supremos, ante los ojos
del mundo.
Cómo
no recordar su vigorosa personalidad y su fe inconmovible. Su
pulcritud en el vestir y su esmero en el cotidiano quehacer; sin duda,
uno de los referentes más destacados que marcará época en la historia
de nuestro pueblo, sobre todo por su impecable trayectoria.
Escucharlo
conversar con mi papá, cada vez que visitaba nuestra casita de
Ingeniería en los ochentas y noventas, era un constante aprender. Jamás
escuché de sus labios la más tenue manifestación de rencor o
resentimiento por algo o alguien. Sus ojos azules cristalinos brillaban
más y más, cada vez que recordaba su labor magisterial en el vendaval
de los contrafuertes bolognesinos, lejos de su hogar del Jr. Sáenz Peña
en Chiquián: de su adorada Luzmila y sus retoños.
Cuántas
noches en vela seguramente pasó en su afán de fecundar las buenas
semillas del conocimiento y del pensamiento en sus alumnos del mundo
rural; cuántas privaciones de sustento material habrán hincado su cuerpo
y alma de servidor estatal mal remunerado.
Ya
en el seno familiar, junto a su esposa y amiga, hasta que espiró su
último aliento, no solamente propiciaron y concretaron una buena
educación para sus hijos y nietos, sino también les infundieron ese
espíritu de honradez y de amor al trabajo tan propio en los
provincianos, y el sentido de responsabilidad tan escaso en nuestro
país; nobles tareas a las que entregó su talento, sus energías, salud y
vida.
Nalo
* * *
Como
presidente de la Asociación "Chiquián Cultura", la visión emprendedora
de Acucho hizo que en breve tiempo la institución brinde su primer
fruto con la Noche de Gala, realizada un 11 de diciembre de grata
recordación, en homenaje a las mujeres y hombres que forjaron nuestra
identidad. Después de un alto en el camino para meditar y madurar la
forja creadora, queda el compromiso de continuar bregando como nexo
entre las diferentes instituciones chiquianas, procurando que las
actividades culturales en bien de nuestra tierra encuentren su alborada,
sobre todo la cultura nativa, tan rica y variada, uniendo en un mismo
puño a los distritos de la provincia de Bolognesi.
Con
Acucho y Vladimiro Reyes Gamarra, hemos tenido el privilegio de
visitar varias veces Chiquián, unas por la ruta de Matarrajra, otras tantas
escuchando cantar al generoso Huamanmayo de la encajonada joya
aquina; siempre haciendo un alto en cada recodo de la ruta para
respirar el aire puro de la cordillera ancashina, perennizando en nuestras
retinas y cámaras fotográficas la belleza incontrastable del Ande,
belleza que con dicha plena se va poniendo en valor a través de la
Internet.
Como fluye líneas arriba, hace 15 años participé del cumpleaños 50 de Acucho. Fue una velada que pulsa así en el recuerdo:
Las
palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Nila, su hermana mayor,
con gratas evocaciones del ayer, que nos hicieron transportar a las
épocas adolescentes en nuestro querido pueblo, donde las palabras:
Amistad, solidaridad, risas, juegos, trabajo, estudio y deporte sano,
nos colmaron de dicha cotidiana junto a nuestros vecinos, amigos,
maestros, padres y abuelitos, bajo los mantos protectores del Señor de
Conchuyacu, Santa Rosa de Lima y San Francisco de Asís.
Expresivos
pasajes de la niñez de Acucho, entre los que destacan: “El
diccionario”, “Los guantes de box”, “Al compás de la procesión”,
“Celebrando un rojo en la libreta”, “Las crecidas de Agocalle con ripio,
zancos y garrochas”, “Paso de desfile sin mirar de reojo a las
chicas”, “Historia de un intercomunicador demasiado madrugador ”, “Mi
almidonado mandil del Jardín de la Infancia”, “El pequeño cantor
enamorado de las amigas de sus hermanas”, “Rayadores y regaderas al por
mayor” y “Tardes de fulbito con balones de pucash en Sáenz Peña”,
marcaron la nota pintoresca del evento con el emocionado relato de
Nila, donde también recordamos a nuestros pioneros Miguel Durand y
Glorioso Aranda, retrotrayendo a la memoria cálidos trocitos del
Anecdotario de don Antonio Zúñiga, quien con su
ágil pluma pintó de arco iris ese hermoso lienzo de confraternidad,
sentimiento telúrico y belleza natural, llamado con orgullo "Espejito
del cielo".
Luego
se sumaron las palabras de afecto de: Víctor Tadeo a nombre de la
Asociación Chiquián; Lauro Rosales por el Sport Cahuide; dos alumnos de
Física a nombre de los estudiantes de UNI, UNFV y UNMSM; Arturo Vicuña
en representación del Club Chiquián; Fortunato Aguirre por el Comité de
Gestión – Sede Lima. Todos ellos resaltaron las cualidades personales y
profesionales de Acucho.
A
las 11 de la noche llegaron las palabras de agradecimiento del
homenajeado, quien hizo un rápido recuento de su hoja de vida con la
sencillez y el peculiar estilo chiquiano. Fue entonces que el ambiente
lleno de melodías andinas volvieron a revolotear las aves temporarias
del recuerdo de aquellos sesentas. Acucho nos recordó su paso redoblado
por la Escuela del amauta Josué Alvarado Cruz, aquella Alma Mater
camino a Chivis y de vista al majestuoso Yerupajá, que a tantos niños
colmó de conocimiento.
Luego
nos narró sus años de estudiante primario en la Pre Vocacional de
Varones 351 con una sentida muestra de gratitud por su maestro de aula
Anatolio Calderón Pardo, presente en el ágape, de quien rememoró sus
clases ecológicas a orillas del Aynín, donde la pachamanca franciscana
con papas roqueñas, choclos de Parientana y habas de Chicchó, era mucho
más que un simple alimento para saciar el hambre material.
También
trajo a colación atrapando nuestros sentidos, los recuerdos de sus
maestros: Cástulo Rivera y la fabricación de tizas de color con insumos
extraídos de las tunas de Shapash, Cucuna y Ninán; las clases de
mecánica de Oshvita Vicuña que permitía a los alumnos agenciarse de un
dinerito honrado; el taller de carpintería del maestro Manuel Quispe y
las clases de agronomía del profesor Crisólogo Ramírez, en los sembríos
de la Escuela.
Abundaron
muchos recuerdos de aquel centro del saber bolognesino, de amplios
salones revestidos con yeso de Quilcay, grandes puertas y ventanas de
madera, piscina y patios adornados de cipreses que se mecían con el
viento al compás de los sonoros "tilín, talán, tolón" de Martín el
campanero.
Del
mismo modo nos narró sobre sus cualidades de chuncador pertinaz, donde
su pequeña ñauca, que era la mitad de la sesma del espigado
“bellotita” Escobedo, no era suficiente desventaja para perder el jugo,
pues con su "lecheronga" y su providencial puntería cerrando el ojo
izquierdo, se metía tranquilamente a los bolsillos del pantalón y la
camisa, puñados tras puñados de pushpus, bolas pintas "chillanditas" y
cholocos del Callejón de Huaylas, los que remataba al mejor postor para
comprar media docena de panes de punta, que compartía con sus leales
escuderos "Abchu" y "Shansha"; y de yapa, adquirir de la librería
Santos Flores, los pliegos de papel oficio rayados y cuadriculados para
los exámenes con tinta líquida, que no permitían borrones ni
enmendaduras, solo el vaivén del secante, antes de que se tiñan de azul
la carpeta y las mangas del uniforme comando.
Después
vendría su viaje a Huaraz para estudiar la secundaria en el seminario.
Fue allí, entre árboles, pájaros canoros, sotanas, hierba silvestre y
el riachuelo que discurre ronroneando la angosta quebrada, que forjó su
espíritu emprendedor, de la mano de sus libros y cuadernos.
Ya
instalado en Lima, se preparó e ingresó a la UNI. Las limitaciones
materiales en la capital de la República para un joven provinciano
acostumbrado a vivir bajo la pupila protectora de papá no mermaron su
perseverancia, lo que le permitió culminar con éxito su carrera,
constituyéndose en ejemplo de estudio y superación para los jóvenes
paisanos. Desde aquel entonces vinieron año tras año muchos logros
profesionales, tanto en el Perú como en el extranjero, hasta llegar al
sitial que hoy ocupa en el Instituto Peruano de Energía Nuclear,
actualmente presidido por el Doctor Modesto Montoya, quien junto a otros
físicos nucleares concurrieron al Club Chiquián para brindarle su
saludo.
Estamos
en el quinto año del nuevo milenio y aún el Universo navega en el
misterio. Se dice que la esencia y los atributos de Dios, la materia y
la vida, la rigidez de las estructuras físicas y la versatilidad del
pensamiento creador, la causalidad de los fenómenos y el dilema del ser
humano que parece nacido simultáneamente para la inmortalidad y la
muerte, es un secreto todavía. Felizmente hay hombres como Acucho que no
claudican ante este misterio; es decir, no aceptan un Universo ciego y
sordo; sino que, día a día aspiran a trasformar con el conocimiento
científico el reino de la oscuridad y del temor, por el dominio de la
tranquilidad y la luz.
Nalo
* * *
Hermanos del Aula Capulí:
Hace
un tiempo estuvo en Lima el poeta germano Juerguen Polinske,
bibliotecario mayor de la universidad Alexander von Humbolt de Alemania.
El nos dijo que Europa está en proceso de hibernación, en cambio
Latinoamérica ha despertado de su letargo de 500 años. Lástima que en el
Perú el Estado continúa dándole la espalda a la ciencia y no suene
todavía el segundo grito de independencia y sigamos copiando modelos
económicos ajenos a nuestra realidad, así como sus vicios que los
canales de televisión multiplican en horas estelares, incubando en los
niños y jóvenes el germen de una farándula nada santa, que se pasea a su
antojo en la pantalla chica a vista y paciencia de los organismos
reguladores.
No sólo el calor anima la marcha de un miliciano del alba, también lo hace el dolor, porque la
vida es mezcla de alegría y llanto. Sin olvidar que las horas que el
estudiante le resta a la madrugada: decide su futuro y por ende el de la
Humanidad. Tampoco debemos olvidar que no es tan importante saber de
qué materia está hecho el arado, el caishi o la racuana, sino saber
abrir surcos profundos donde florezca la semilla.
Por
todo ello, unámonos con fuerza a la gesta heroica de Alex Milla, Hugo
Vílchez, Raúl Márquez, Pepe Alva, Modesto Montoya, Áureo Sotelo, Filomeno Zubieta,
Donald Jaimes; Florencio y Elifio Bernabé, Danilo Sánchez Lihón,
Anatolia Aldave, Cyndi Alejandro, Marife Ibarra, Gregorio Gamarra,
Hipólito Yánac, José Antonio Salazar, Roberto Aldave, Julio Quispe
Vírhuez, Augusto Alba Herrera, Rosa Trinidad, Alfonsina Barrionuevo,
Margot Palomino, Judith Balarezo, Julia Garro, Federico Kauffmann,
Arturo Ruiz Estrada, Alejandro Aldave, Ernesto Kahan, Carlos Garrido,
Vladimiro Reyes, Marco Esteban Calderón, Lucho Albitres, Jorge Nina,
Javier y Olimpio Cotillo, Eduardo Martin; Pablo, Efra y Jorge Vásquez,
Oscar Colchado, Lidia Vásquez, Pilar Barrón, Gloria Dávila, Rodrigo
Solórzano, Danilo Barrón, Régulo Villarreal, Hugo Agüero, Víctor Tadeo,
Pablito Antaurco, Durid Calderón, Adela Romero, Felipe Alvarado, Carmen
Rios, Norka Bríos, Rosa Contreras, Pilar Cárdenas, Martha Crosby,
Carlota Flores, Nieves Alvarado, Reyda Antaurco, Consuelo Valderrama,
José Federico Zubieta, Aristóteles Requejo, Ricardo Vírhuez, Armando
Arteaga, Carlos Ramírez, Carlos Rodolfo Ascencios, Manuel Reyna,
Wilfredo Kapsoli, Luz Samanez, Rául Gálvez, Armando Azcuña, Mariluz
Antúnez, Blanca de los Ríos, Américo Portella, Melacio Castro, Bethoven
Medina, Ángel Gavidia, Román Robles, Dioge Bolarte, Dario Mejía, Juan
Rivera; Marco, Chole y Ulises Zúñiga, Mara García, Francis Asís, Elmer
Neyra, Juan Rivera; Tito y Lucho Lara, Víctor Alvítez, Víctor Unyén,
Eliseo León, Mary Oscátegui, Fransiles Gallardo, Wilbe Bríos, Walter
Ventosilla, Edmundo Torrejón, Fátima Rodríguez, Beatriz Moreno, Angélica
Rodríguez, Livia Padilla, Lucy Martínez, Duly Espinoza, Verónica
Solórzano, Addhemar Sierralta, Pepe Beltrán, Julio Solórzano, Samuel
Cavero, Juan Rodríguez, Walter Vidal, Raúl Gálvez, Roberto Rosario,
Ricardo Calderón, Mavi Márquez, Juan Benavente, Bernardo Rafael, Ángel
Edgardo Chirinos, Rosa Contreras y
de manera especial a la brega indomable de Agustín Zúñiga Gamarra, entre otros líderes naturales del conocimiento, la cultura
y la innovación en el Perú, para que nunca más el fiero látigo de la
ignorancia restalle sobre la cabeza de nuestro pueblo; pero unámonos de
manera permanente y sostenida, pues no basta tener el arranque de un
potrillo para recorrer un ríspido sendero de Oro Puquio a Racrán. Se necesita un duro pellejo para
sortear sin contratiempo alguno el sañudo ventarrón de la adversidad.
Bendiciones a todos.
La Vergne, 7 de febrero de 2020
Acuchito:
En
este hermoso día de tu santo, extiendo desde La Vergne mis brazos fraternos, tanto como los brazos del personaje de la Carta sobre los ciegos para uso de los que ven, de Diderot, para darte un fuerte abrazo de hermano,
recordando tu grata presencia en el AULA CAPULÍ.
Nalo
IMÁGENES DE LA CEREMONIA DE PREMIACIÓN
Palabras de Bienvenida
.
Comentario
Conferencia
Entrega de Diploma de Honor "Amauta del Perú Eterno"
Distinción: Medalla de Oro "Capulí, Vallejo y su Tierra"
Momento Poético
Palabras de Homenaje:
Integrantes de Capulí, Vallejo y su Tierra
Palabras de Agradecimiento:
Familia Zúñiga Gamarra
Entonando sagradas canciones peruanas
RECUERDOS
.
CHIQUIÁN CULTURA
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Tenía
una década de vida cuando escuché por primera vez la expresión CHIQUIÁN
CULTURA, concebida en sus años juveniles por el maestro ALEJANDRO
ALDAVE MONTORO. Expresión que tomó mayor impulso con la apertura de los
colegios secundarios y la Escuela Normal Mixta de Chiquián, que se sumaron
como promotores de actividades culturales en la segunda mitad del Siglo
XX, al llamado de los usos, tradiciones y costumbres ancestrales que
son menester conservar floreciendo en el tiempo. La Comunidad Campesina,
la Junta de Regantes, la Municipalidad Provincial, las escuelas
primarias, el clero, el vecindario, la Sociedad de Beneficencia Pública,
la Subprefectura, el Club Chiquián en Lima, etc., desempeñaron valioso
rol en este cometido. Pero dicha expresión no fue forjada como añadidura
de la frase “Recuay ladronera, Huaraz presunción, Carhuaz borrachera, Yungay hermosura, y Caraz dulzura”, recogida del dicho popular ancashino por el comerciante alemán Heinrich Witt en sus Memorias de Viajero,
Volumen I, que comprende desde 1824 hasta 1842, cuando Antonio Raimondi
todavía no había llegado al Perú. Fue forjada como visión que percibe,
proyecta y salvaguarda un acervo cultural de fuerte raíz milenaria. En
el Tercer Milenio se suman a la tarea cultural con un papel
preponderante las instituciones sociales chiquianas afincadas en Lima,
Huacho y USA; también los programas radiales, ACUNOY, AEPA, las redes
sociales, la Guitarra Chiquiana, las páginas virtuales, los autores de
libros y revistas, etc. Este proceso está resumido en el artículo
CHIQUIÁN: MIGRACIÓN E IDENTIDAD. Hacer clic:
Dos enseñas de esperanza y unión flamean con la expresión CHIQUIÁN CULTURA, en el Siglo XXI:
1. El blog CHIQUIÁN CULTURA, de Agustín Zúñiga Gamarra, que ya lleva más de una década de auge ininterrumpido y un importante caudal de visitantes.
2. La ASOCIACIÓN CHIQUIÁN CULTURA.- La idea de su construcción germinó en los inicios del Tercer Milenio, durante las tertulias telúricas, al calor de las fiestas de Santa Rosa y San Francisco de Asís, en Chiquián y Lima, como una respuesta al llamado de los valores culturales heredados, que urgen ser preservados para las generaciones venideras, asimismo contribuir al desarrollo de nuestro pueblo y su filosofía de vida.
1. El blog CHIQUIÁN CULTURA, de Agustín Zúñiga Gamarra, que ya lleva más de una década de auge ininterrumpido y un importante caudal de visitantes.
2. La ASOCIACIÓN CHIQUIÁN CULTURA.- La idea de su construcción germinó en los inicios del Tercer Milenio, durante las tertulias telúricas, al calor de las fiestas de Santa Rosa y San Francisco de Asís, en Chiquián y Lima, como una respuesta al llamado de los valores culturales heredados, que urgen ser preservados para las generaciones venideras, asimismo contribuir al desarrollo de nuestro pueblo y su filosofía de vida.
El
hilo conductor fue mantener como atalaya luminosa el legado de nuestros
padres y abuelitos a través de una organización en Lima, siempre
atesorando en el punto de mira a Chiquián. Esta idea se consolida en los
últimos meses del 2006, gracias a los fuertes lazos afectivos y al
sentido de pertenencia de un grupo de paisanos, y surge la ASOCIACIÓN
CHIQUIÁN CULTURA, designándose como presidente a Agustín “Acucho” Zúñiga
Gamarra. Acompañamos la gestión de Acucho: Roberto “Hualín” Aldave
Palacios, Eduardo Martin Cerrate, Efraín Vásquez Veramendi, Jorge
Vásquez Veramendi, Filomeno Zubieta Núñez y el que suscribe. Se adhirieron a la gesta
muchos coterráneos, entre ellos nuestra declamadora nacional Anatolia
Aldave Reyes y nuestro recordado amigo Roberto Aranda Chávez.
Aportaron
su cuota de aliento para el fortalecimiento de la asociación: el Frente
de Defensa de los Intereses de Chiquián, liderado por Tito Lara
Márquez; ACUNOY, conducido por Alex Milla Curi; el Centro Cultural “LUIS
PARDO NOVOA”, de Huacho; el colegio nacional “CORONEL BOLOGNESI, de
Chiquián; el Club Áncash; el Club Chiquián; y el Comité de Gestión –
Base Lima, liderado por Agustín Zúñiga Gamarra, entre otros solidarios
ejes de cultura y desarrollo.
El
2007 fue gratamente productivo en reuniones de trabajo y
coordinaciones, tanto en Chiquián como en Lima. Como primer paso nos
fijamos honrar año tras año a los forjadores de la cultura chiquiana en
sus diferentes manifestaciones, logrando un jugoso fruto la noche del 11
de diciembre de 2007 en el Club Áncash.
Entrañables amigos y paisanos enriquecieron el homenaje que se tributó con el PREMIO CHIQUIÁN CULTURA 2007, a:
Fallecidos:
Artesano – Maurelio Reyes Anzualdo
Ciencia y Tecnología – Valerio Aldave Calderón
Compositor – César Vicuña Romero
Comunicador Social – Oswaldo Rosales Padilla
Educador – Cástulo Rivera
Escritor – Mario Reyes Barba
Músico – Amina Rayo Minaya de Aldave.
En vida:
Artesano – Alejandro Lázaro Aldave
Ciencia y Tecnología – Enma Cerrate Valenzuela de Ferreyra (fallecida el 28 02 2016)
Comunicador Social – Víctor Tadeo Palacios
Compositor – Carlos Alvarado Aldave
Educador – Rosa Cerrate Valenzuela de Torres (Fallecida el 26 07 2009)
Escritor – Hugo Agüero Alva
Intérprete – Nieves Alvarado Aldave de Jaimes
Turismo – Manuel Lara Márquez y Hans Callupe Gamarra
Fallecidos:
Artesano – Maurelio Reyes Anzualdo
Ciencia y Tecnología – Valerio Aldave Calderón
Compositor – César Vicuña Romero
Comunicador Social – Oswaldo Rosales Padilla
Educador – Cástulo Rivera
Escritor – Mario Reyes Barba
Músico – Amina Rayo Minaya de Aldave.
En vida:
Artesano – Alejandro Lázaro Aldave
Ciencia y Tecnología – Enma Cerrate Valenzuela de Ferreyra (fallecida el 28 02 2016)
Comunicador Social – Víctor Tadeo Palacios
Compositor – Carlos Alvarado Aldave
Educador – Rosa Cerrate Valenzuela de Torres (Fallecida el 26 07 2009)
Escritor – Hugo Agüero Alva
Intérprete – Nieves Alvarado Aldave de Jaimes
Turismo – Manuel Lara Márquez y Hans Callupe Gamarra
Viene al recuerdo las palabras de MARGOT PALOMINO, aquella noche
memorable: “Este es un acto de justicia. Ya quisieran otras provincias y
pueblos tener esta misma velada, por eso creo que ustedes se merecen el
acrónimo de CHIQUIÁN CULTURA".
Razón
de más para seguir transitando juntos este maravillo camino de progreso
y confraternidad, proponiendo nuevos retos, enhebrando anhelos comunes,
haciendo realidad los sueños colectivos…
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