martes, 14 de enero de 2020

LUIS PARDO ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA - POR JOSÉ LUIS AYALA



LUIS PARDO ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA

Por José Luis Ayala

 
¿Cómo se explica que un personaje como Luis Pardo viva en la memoria social, en el sesquicentenario de su nacimiento y a los 110 años de su muerte? La respuesta es que se trata de un personaje justiciero, cuando la justicia debería ejercer el Estado, pero no llega a las grandes mayorías. La historia oficial lo considera un bandolero, un resentido que repartía bienes ajenos. En cambio, el imaginario histórico andino, ha construido un personaje que ha resistido al tiempo, sobre todo a la forma como los historiadores modernos creen que Luis Pardo, es solo un cuatrero, un oscuro personaje injustamente convertido en mito.

Se trata entonces de dos versiones distintas pero a la vez cercanas. La historia es el registro de hechos reales, un proceso dialéctico, sistemático, analítico y reflexivo. En cambio, el antropólogo francés Claude Lévi Strauss, considera que el mito tiene la tarea de otorgar un respaldo narrativo a las creencias de una comunidad. Todo mito tiene tres características: una pregunta existencial, los contrarios irreconciliables y la respuesta que pone punto final al asombro y angustia.

Los mitos no se pueden erradicar ni sustituir porque funcionan en el subconsciente colectivo. Se trata de ideas con miles de años, por lo que instalados en la memoria social colectiva, resultan inamovibles, irremplazables. Para sustituir un mito no hay más que inventar otro superior.

Filomeno Zubieta Núñez, ha publicado: “Tras las huellas de Luis Pardo”, recoge importantes textos en referencia a Pardo y abarca ensayos, crónicas, leyendas, poemas y canciones. Zubieta pregunta: ¿Qué de común tienen Luis Pardo y José Carlos Mariátegui? ¿Qué relación existió entre ambos? Mariátegui niño –dice– escuchó las aventuras de Luis Pardo. Fue su tío Juan de La Chira quien le informaba acerca de las acciones de un personaje admirado y temido.

Luis Quispe Lázaro entrevistó al historiador José Luis Rénique en el 2007 en Nueva York, con ocasión de la presentación de la novela de Walter Ventocilla: Luis bandolero, Luis. Rénique respondió: “Ningún personaje de la orilla eminentemente popular, como Luis Pardo Novoa, ha merecido tanta atención de escritores, periodistas, compositores, intérpretes y documentalistas. Realizar un registro de todo lo dicho y editado es tarea bastante compleja. No solo se llenaron con su nombre hojas y páginas en su tierra natal y en la ciudad de Lima, sino también en espacios provincianos e incluso más allá de nuestras fronteras. Su presencia, mensaje y leyenda, desbordaron los ámbitos netamente local”. 1

Un historiador como Rénique, tiene una distinta visión del oficio, docencia, crítica y ejercicio de la historia. Fue Pablo Macera quien dijo que los historiadores deberían realizar trabajos de investigación y no tener miedo a resfríos. Rénique aceptó el desafío, pero fue incluso mucho más allá. Sus libros registrados en plena madurez académica, muestran no solo el manejo de instrumentos interdisciplinarios, sino una abundante información que no procede de otros libros, sino de nuevas fuentes, tal como se requiere que sean para escribir una nueva historia.

“Los historiadores –asevera Rénique– que hoy día intentamos hacer una historia de los de abajo, de la sociedad rural, tenemos que desbrozar bastante maleza porque hay una convergencia de razones, versiones romántica de la prensa, de los agentes urbanos que van, por una razón u otra, proyectando sus propias agendas en la historia local, cuentan la historia de cierta manera, y la manera en que la gente local recuerda que no tienen por qué ser una manera cronológica, una manera empíricamente precisa, sino que recuerda desde una mirada quizá mítica, quizá medio milenaria. Entonces se trata de hacer un desbroche, un desentrañamiento a través de diversas lógicas para tratar de encontrar qué ocurre”. (Pág. 153)

Precisamente “La batalla por Puno”, viene a ser el registro de la historia de la lucha por la tierra, toma mayor importancia con la hazaña liderada por el “Mundo purikuy”, Juan Bustamante hasta la derrota de Sendero Luminoso. Luego vino la pacificación de Fujimori hasta las “tomas de tierras”. Rénique en este libro no construye mitos, trabaja con fuentes provenientes de la realidad social, es una reflexión desde la dimensión humana que vive y experimenta.

Por eso, cuando se refiere a la novela Walter Ventocilla, dice: “Lo que parece interesantísimo desde la investigación es que cuanto más se avanza en la investigación de Luis Pardo personaje histórico, más destruyes el mito. ¿Cómo haces la historia de un mito? ¿Te quedas con el mito y rastreas su papel en la sociedad y sigues buscando el personaje con una visión más empirista y por ende al final destruyes el valor emocional que tiene esa historia? Lo que hace Walter es escribir un libro sobre el mito, pero para hacerlo, para seguir desarrollando el mito tiene que adoptar una posición desde la literatura. Por eso que en el Perú la historia lo han hecho los literatos y desgraciadamente no fueron remplazados por buenos historiadores sino por sociólogos, creando un efecto terrible”. 3

Sin embargo, hace 110 años que Luis Pardo ha muerto, pero sigue vivo.

NOTA

1.- Filomeno Zubieta Núñez. Tras las huellas Luis Pardo. Killa Editorial. Pág. 17. 2019. Huarás.

3.- Filomeno Zubieta Núñez. Tras las huellas Luis Pardo. Killa Editorial. Pág. 153. 2019. Huarás.