TRATANDO DE SOLUCIONAR UN ENTUERTO
Por: Dr. Ángel Edgardo Chirinos Lavander
Por: Dr. Ángel Edgardo Chirinos Lavander
Como repito, a fines del año 2018, a insistencias de mis amigos y miembros de la Asociación de Escritores Ancashinos (AEA) a la que fui convocado a pertenecer, solicité ser miembro asociado del “Club Ancash”; pensando que en éste encontraría la armonía y camaradería que debe existir en todo club de esta naturaleza, pero parece que me equivoqué. Traté de extender ese lazo de amistad que fluye en mí entre los socios que iba conociendo y observé que algunos se mostraban un tanto displicentes y hasta descorteces; pero me conformaba pensando que ‘en todas partes se cuecen habas’ y que si en el mundo hay de toda laya, por qué este club sería la excepción. Así pasaron los días y los meses, hasta que anunciaron a través de un comunicado, que se llevaría a cabo en el primer trimestre del año, las elecciones para elegir un nuevo Consejo Directivo del club, ya que estaba terminando su período de vigencia el que estaba rigiendo en ese entonces.
Fue así con ese entusiasmo y a la vez curiosidad -por ser mi primera votación en dicha entidad- que averigüé quiénes eran los candidatos a esa justa, y me enteré sólo de una persona a la que había apoyado antes en los eventos culturales que había organizado como representante de una rama protocolar de ese club ancashino y quien siempre había obtenido éxito rotundo en todas las actividades en que se abocaba; que pensé sería una persona excelente para presidir mi ‘nuevo’ club social y yo seguir apoyando en los próximos eventos culturales que desarrollaría. Pero no sabía quiénes eran los que la acompañarían, ya que recién la lista se estaba conformando.
Pasó cerca de un mes, cuando apareció otra lista en la que prácticamente no conocía a nadie de ellos, por lo que mi decisión desde ese momento ya estaba tomada; más aún, cuando me enteré que el Presidente de AEA iba como Vicepresidente de esa lista que conocía, por lo que mi voto ya estaba decidido.
Me enteré asimismo, que el Comité Electoral luego de analizar, evaluar y constatar la veracidad de esa lista de mis amistades, la había inscrito y asignado por sorteo el numeral 2 (Dos) para la realización del acto electoral. Mas siempre -como en toda competencia no fraternal- surgen los ‘golpes bajos’ y las triquiñuelas que empañan las buenas intenciones y los sufragios; pues, apareció una ‘acusación’ contra quien presidía o era cabeza de lista de ese numeral, pero no la tacha ni la supresión o anulación de la inscripción de dicha lista por parte del Comité Electoral elegido en Asamblea General de Socios.
Es así, que llegó el día de la votación (17 de marzo) y seguían existiendo dos listas por elegir y se procedió a elegir; yo por cierto, voté por la lista 2; -aunque dicen que la votación es secreta pero como ya pasó, puede dejar de serlo y convertirse en abierta y pública-. Al finalizar el acto de votación y realizarse el conteo de votos por los miembros del Comité Electoral, resultó ganadora la Lista 2 y se fijó según el estatuto vigente del club, que la juramentación se llevaría a cabo en la fecha que ya estaba establecida; lo que también se produjo, con la ausencia de quien presidía la lista y quizás por el impedimento generado por la acusación existente, pero juramentó el Vicepresidente como correspondía y además, el resto de los integrantes de la misma.
Lamentablemente y por lo que expreso en el primer párrafo de este escrito, surgieron graves y hasta falacias de argumentaciones aberrantes, que algo que había sido prístino y nada anormal, se convirtiera en un asunto de controversia y hasta con intenciones de anular una legítima votación con triquiñuelas de expertos en esas perversas jugadas. Que ocasionó que el nuevo Consejo Directivo encontrara ciertas trabas para entrar de lleno en funciones.
Por lo que para zanjar ese perjudicial impase creado malévolamente, el Presidente (i) se vio obligado a realizar una Asamblea General Extraordinaria de Socios según lo indican las normas legales, para su inscripción en los Registros Públicos y así tener plena vigencia en su operatividad y funcionamiento jurídico. Dicha asamblea se llevó a cabo el día 19 de julio, a la que asistí y en la que veía una serie de actitudes hostiles de algunos asistentes y escuchaba a la vez, una serie de argumentos tanto a favor como en contra de la elección habida y aceptada en momento oportuno pasado; por lo que me vi obligado a tomar el uso de la palabra diciendo: “Mi nombre es Ángel Edgardo Chirinos Lavander, soy un socio bastante nuevo de este club, en el que pensé que todos se preocupaban por cada día mejorarlo, conservando para ello la armonía y el equilibrio social, humano y moral entre todos sus integrantes; porque pienso que son honestos, amantes de la verdad y la justicia; pero ahora estoy constatando cuan errado estaba; pensé encontrar amistad, camaradería y amor a los demás entre sus miembros, pero veo que sólo hallo en esta sala infundios, triquiñuelas, leguleyadas, maledicencia y hasta mala fe; algo que no tiene nombre; así, cómo podrá seguir creciendo y adelantar nuestro club que al fundarlo, quienes lo hicieron lo vislumbraron con la mejor buena fe y valores morales elevados y no los que estoy ahora constatando. Lo que da asco y gran tristeza”.
“En las legítimas elecciones habidas, se votó por dos listas: la Uno y la Dos, el Comité Electoral luego del conteo de votos, dio su veredicto inapelable -según el vigente estatuto y reglamento pertinentes de nuestro club-. No hubo antes de la votación impugnación ni anulación de ninguna de las listas, luego todo estaba correcto, porque legalmente no se votaba por nombres propios sino por lista por parte de este organismo, lo que no puede invalidarse y, para inscribir esta lista debido a la observación del Registrador Público de la Zona IX de la SUNARP, lo que se tenía que hacer era levantar esa observación y ésa se levantabacon una Asamblea General Extraordinaria cuyo único tema de agenda sea la Ratificación de la Elección efectuada; asumiendo la Presidencia el Vicepresidente hasta el levantamiento de la acusación de quien encabezaba la lista y si no lo hacía oportunamente, la vacancia de la Vicepresidencia es nombrada por el Consejo Directivo en pleno. Eso por lo que sé de manera fidedigna con esta Asamblea General se soluciona esa observación. Hacer nuevas elecciones o nombrar una comisión que estudie el asunto, las considero aberraciones que no vienen al caso que sólo tratan de complicar y dilatar el caso, lo que paralizaría las actividades administrativas, económicas, financiera y demás de nuestro club”. Con estas últimas palabras terminé mi intervención; la misma que fue bastante aplaudida.
Es así, que llegó el día de la votación (17 de marzo) y seguían existiendo dos listas por elegir y se procedió a elegir; yo por cierto, voté por la lista 2; -aunque dicen que la votación es secreta pero como ya pasó, puede dejar de serlo y convertirse en abierta y pública-. Al finalizar el acto de votación y realizarse el conteo de votos por los miembros del Comité Electoral, resultó ganadora la Lista 2 y se fijó según el estatuto vigente del club, que la juramentación se llevaría a cabo en la fecha que ya estaba establecida; lo que también se produjo, con la ausencia de quien presidía la lista y quizás por el impedimento generado por la acusación existente, pero juramentó el Vicepresidente como correspondía y además, el resto de los integrantes de la misma.
Lamentablemente y por lo que expreso en el primer párrafo de este escrito, surgieron graves y hasta falacias de argumentaciones aberrantes, que algo que había sido prístino y nada anormal, se convirtiera en un asunto de controversia y hasta con intenciones de anular una legítima votación con triquiñuelas de expertos en esas perversas jugadas. Que ocasionó que el nuevo Consejo Directivo encontrara ciertas trabas para entrar de lleno en funciones.
Por lo que para zanjar ese perjudicial impase creado malévolamente, el Presidente (i) se vio obligado a realizar una Asamblea General Extraordinaria de Socios según lo indican las normas legales, para su inscripción en los Registros Públicos y así tener plena vigencia en su operatividad y funcionamiento jurídico. Dicha asamblea se llevó a cabo el día 19 de julio, a la que asistí y en la que veía una serie de actitudes hostiles de algunos asistentes y escuchaba a la vez, una serie de argumentos tanto a favor como en contra de la elección habida y aceptada en momento oportuno pasado; por lo que me vi obligado a tomar el uso de la palabra diciendo: “Mi nombre es Ángel Edgardo Chirinos Lavander, soy un socio bastante nuevo de este club, en el que pensé que todos se preocupaban por cada día mejorarlo, conservando para ello la armonía y el equilibrio social, humano y moral entre todos sus integrantes; porque pienso que son honestos, amantes de la verdad y la justicia; pero ahora estoy constatando cuan errado estaba; pensé encontrar amistad, camaradería y amor a los demás entre sus miembros, pero veo que sólo hallo en esta sala infundios, triquiñuelas, leguleyadas, maledicencia y hasta mala fe; algo que no tiene nombre; así, cómo podrá seguir creciendo y adelantar nuestro club que al fundarlo, quienes lo hicieron lo vislumbraron con la mejor buena fe y valores morales elevados y no los que estoy ahora constatando. Lo que da asco y gran tristeza”.
“En las legítimas elecciones habidas, se votó por dos listas: la Uno y la Dos, el Comité Electoral luego del conteo de votos, dio su veredicto inapelable -según el vigente estatuto y reglamento pertinentes de nuestro club-. No hubo antes de la votación impugnación ni anulación de ninguna de las listas, luego todo estaba correcto, porque legalmente no se votaba por nombres propios sino por lista por parte de este organismo, lo que no puede invalidarse y, para inscribir esta lista debido a la observación del Registrador Público de la Zona IX de la SUNARP, lo que se tenía que hacer era levantar esa observación y ésa se levantabacon una Asamblea General Extraordinaria cuyo único tema de agenda sea la Ratificación de la Elección efectuada; asumiendo la Presidencia el Vicepresidente hasta el levantamiento de la acusación de quien encabezaba la lista y si no lo hacía oportunamente, la vacancia de la Vicepresidencia es nombrada por el Consejo Directivo en pleno. Eso por lo que sé de manera fidedigna con esta Asamblea General se soluciona esa observación. Hacer nuevas elecciones o nombrar una comisión que estudie el asunto, las considero aberraciones que no vienen al caso que sólo tratan de complicar y dilatar el caso, lo que paralizaría las actividades administrativas, económicas, financiera y demás de nuestro club”. Con estas últimas palabras terminé mi intervención; la misma que fue bastante aplaudida.
Luego, uno o dos de los asistentes argumentaron falacias que no venían al caso, quizás por desconocimiento o ignorar ciertas normales legales registrales, insistieron en nuevas elecciones; pero siendo ya la hora avanzada, se optó por ir a la votación de las tres propuestas: 1° nuevas elecciones, 2° formación de una Comisión Ad Hoc y 3° Ratificación del Consejo Directivo elegido. Lo que parece entró la cordura, la honestidad y valores morales que hicieron eco entre los asistentes a La Asamblea General, llegando esta última y tercera propuesta, a ganar por amplia mayoría y casi por unanimidad (en total, hubo sólo 7 votos discordantes de los ochenta y tantos asambleístas).
Pero sigo pensando: “En todas partes se cuecen habas”, el Club Ancash no es la excepción. Aunque quizás esta nueva Directiva lo consiga. ¡Vale!
Pero sigo pensando: “En todas partes se cuecen habas”, el Club Ancash no es la excepción. Aunque quizás esta nueva Directiva lo consiga. ¡Vale!