jueves, 30 de noviembre de 2017

HUARAZ: RÉQUIEM PARA UN AMIGO POLIFACÉTICO - POR OLIMPIO COTILLO CABALLERO


RÉQUIEM PARA UN AMIGO POLIFACÉTICO 

Por Olimpio Cotillo Caballero
 
En la madrugada de ayer, Enrique Paredes Palacios, entró al sueño eterno al cerrar sus ojos para siempre. Los relojes marcaban las 2.45 del amanecer y los primeros que cantaron su postrer adiós, fueron las avecillas desde lejanos bosques por donde Enrique, en muchas ocasiones los cruzó. 

Enrique Paredes Palacios, desde muy joven se destacó en las actividades que cultivó con empeño y dedicación. Aún estudiante del glorioso Colegio de La Libertad de Huaraz, se unió con otros siete amigos casi contemporáneos para dedicarse de alma y corazón como gimnastas. Allí fue que aún muy niño aprendí y admiré a estos jóvenes que volaban en las paralelas, los taburetes, las barras, las mancuernas, los bancos, las máquinas de jalones, las máquinas para cuádriceps y el femoral, además de las poleas. Todo en el local del jirón Echenique a pocas cuadras de la Plaza de Armas de Huaraz de antes del 70. Qué espectáculo tan fenomenal la de estos jóvenes que hacían gala de músculos fibrosos y triángulos bien formados de la caja torácica, formados a base de constancia y disciplina.
Terminada la secundaria, cada uno de este admirado grupo de gimnastas, se desintegró porque se fueron a buscar otro destino. 

En efecto, Enrique ingresó a la facultad de Medicina de la Universidad de Trujillo y al terminar se vino nuevamente a su tierra natal a ejercer la medicina y al mismo tiempo a desempeñarse como Médico Legista, más tarde como médico de la UNASAM y como hobby tuvo destacada participación en la Sociedad de Tiro 40 de Huaraz que cosechó muchos lauros; fue uno de los presidentes más destacados del Club Huaraz, eximio cazador de venados, gallero con famosos galpones que le valió muchos trofeos y satisfacciones. 

Como médico, nunca cobró a los pobres y amigos y no había mal que se resistía a sus recetas y la gente lo admiró por estas cualidades al punto que le pusieron como apelativo Dr. “Pishco” Paredes, el que será despedido el sábado 2 de diciembre luego de la Misa de Cuerpo Presente en el Sagrario San Sebastián de esta ciudad. 

A los gimnastas de tu época, a los que hicieron escuela de esta actividad, el mundo adolescente y juvenil, les tiene un lugar de privilegio a ti Enrique, a Ernesto Rondón Cáceres, y a quien más los conocimos de niño como “Sacastrán” y los demás de tu “mancha”. Que Dios les tenga en su gloria.