miércoles, 31 de mayo de 2017

QUISIERA VOLVER – POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

 
QUISIERA VOLVER

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

Una de las canciones más enraizadas en el alma chiquiana, al igual que Aguas de Usgor (Herberto Aldave), Paloma desmemoriada (Calixto Palacios), Chiquiana soy (Alejandro Romero), Chiquián (Alejandro Yábar), 30 de agosto (Gregorio Gamarra) y Conococha (Jacinto Palacios); es, a criterio de muchos paisanos, el vals QUISIERA VOLVER, del Maestro, Periodista, Músico, Promotor Cultural y Compositor Carlos Aníbal Alvarado Aldave, con vasta repercusión internacional en la voz de la cantautora nacional Nieves Alvarado. Para escuchar la canción, hacer clic:
 
Quisiera volver, fue difundida a escala global en el Centenario de la Provincia de Bolognesi (22 de octubre de 2003). Cierro los ojos escuchando la canción y veo a Carlitos en el rótulo de los  grandes autores de la añoranza peruana, junto a César Miró-Quesada Bahamonde (Todos vuelven), Miguel Ángel Hurtado Delgado (Valicha), Arturo Cavero Velásquez (Contigo Perú), Augusto Polo Campos (Esta es mi tierra), Pedro Suárez-Vértiz Alva (Cuando pienses volver) Danilo Barrón Pastor (Volveré), Norka Bríos Ramos (Momentos), Beatriz Moreno de Rovegno (Carta desde la ausencia), Roberto Rosario Vidal (Mi tierra), Alcides Alvarado Huertas (Carta a Huari)... Creadores natos que unen afectos de hermandad a través de la emoción compartida, sentimiento que forja pueblos solidarios en el crisol purificador de la vida, más allá de las líneas divisorias humanas.
 


 
Quisiera volver, suscita imágenes del lar nativo, despertando sensaciones dormidas en el tiempo, y rescatando vivencias en pleno turbión vespertino, porque el ser humano que empieza a peinar canas dialoga con su época, aquellos tiernos años de andar esbelto; ese ayer, lejano ya, cuando nuestras abuelitas alisaban su blonda cabellera con carey, sentaditas en un quncu de puya titanca.
 
 
 
 
Quisiera volver, es contemplar el aro iris en una tarde mágica, y escuchar el canto del río Aynín en las excursiones escolares; es volver a oír la melodía de la cascada de Usgor, del arroyuelo de Shapash, de las cantarinas aguas de Yarush, de Paucaracra, de Umpay… Es volver a domar chiligua en mano yegüitas de madera con patas de fierro en la Plaza Mayor de Chiquián, o cabalgar sin apero el muro de cemento y raído ladrillo de la plazoleta de Quihuillán. 
 
 
 
 
Quisiera volver, es caminar con el pensamiento la calle de los mercachifles saboreando un rosado copo de algodón de azúcar. Es volver a sentir el aroma de las cemitas de lunes a viernes, de los bizcochuelos y humitas de fin de semana. Años luminosos de candiles y lámparas Petromax. Años fragantes de batanes, morteros, fogones y pachamanca. Ágiles años de pircas, palincas y tapiales. Provechosos años de estudios mañaneros, de veladas y cuentos de vereda. Divertidos años de run run, canga, shoguet y chanca la lata… En fin, es volver al lugar de donde salimos a recorrer el mundo con nuestro apachico repletito de sueños dorados.
 


 
Quisiera volver, es una válvula de escape del chiquiano migrante, una ventanita abierta de par en par para que entre el aire fresco de nuestras montañas nevadas, insuflando de gozo al pulmón cansino. 
 
 


 
 
Quisiera volver, es recordar con veneración a nuestros amigos de corazón, vecinos, guías y familiares que nos cuidan desde el cielo, y de preguntarnos, también: ¿Por dónde andarán los bolognesinos y santarrosinas que tomaron otros rumbos, y que aun firman de cuerpo presente su certificado anual de supervivencia? ¿Qué cielos surcarán los yocyocos y golondrinas que un lejano día izaron vuelo para nunca más volver?
 
 
 
Entrañable primo Carlitos:

He dejado unos minutos en blanco la hoja de mi mente, para que en sus líneas horizontales mi corazón escriba lo que siente escuchando tu hermosa canción. Han quedado muchos recuerdos flotando en el éter, pues la señal ámbar de “Abrocharse los cinturones” se ha encendido, indicándonos que estamos ingresando a una zona de turbulencia. Debo dejar la teclas, pero antes, recibe un saludo virtual por tu cumpleaños. Mil bendiciones para ti, la familia, los amigos y los entrañables paisanos.
 
 

31 de mayo de 2017
 
 
 
 
RECUERDOS GRATOS
 
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CALOS ALVARADO ALDAVE

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)


Chiquián Cultura: Premio Compositor

Las épocas felices de la infancia, la adolescencia y la juventud, vividas en "Espejito del cielo", son incomparables, pues le dan al chiquiano mucha alegría de vivir, le infunden esperanza, le enseñan a tener fe, a luchar y a triunfar en el mundo. Precisamente en estos primeros años se forja el espíritu telúrico, y la disposición de poner el hombro bajo el andas del desarrollo de la Patria Chica. Sin embargo, la conciencia de tan alta responsabilidad ante nuestro pueblo no se logra en breve tiempo y sin esfuerzo. Se requiere de un lapso considerable, la influencia de la familia y de un medio social adecuado, para que los principios inherentes a la persona humana germinen y se materialicen en formas concretas de acción y pensamiento.

La hoja de vida de CARLOS ANÍBAL ALVARADO ALDAVE, con todas sus peculiaridades, no constituye una excepción a la regla. Él, al igual que todos los niños chiquianos escuchaba atentamente el respirar de la Pachamama, se alegraba de las sonrisas amigas y se apenaba de la tristeza de los demás. En lo profundo de su sentir se reflejan como espejos mágicos los momentos difíciles de la época, pues nació el 31 de mayo de de 1941 en que la Patria Grande se hallaba sumergida en pleno conflicto armado con el Ecuador, y cuando nada hacía presagiar que en pleno festejo de sus 29 años, Ancash se desangraría por los efectos del terremoto de 1970, enlutando al Perú.

Él no solamente recibió de sus queridos padres Alejandro y Josefina, el nombre del gran general y estadista cartaginés: ANÍBAL, hombre de espíritu vencedor, pero conciliador a la vez; sino que además su abuelo Florentino Aldave Calderón, pionero de las bandas de músicos de la región, ejerció gran influencia al inculcarle un intenso amor por nuestra cultura, donde sin lugar a dudas el entorno musical fue el privilegiado, convirtiéndolo a los seis años de edad en el más pequeño integrante de la banda de músicos “Santa Rosa de Chiquián” con su bien acompasado triángulo y su sonora pandereta, junto a los experimentados músicos: Florencio Márquez, Nicolás Morán, Manuel Palacios, Alberto Collantes; Teodomiro, Isaías y Alberto Carrilo, Maglorio Collantes, Pablo Alva, Enrique Mejía, Juan Calderón, Cornelio Morán, Felipe Jaimes, Silverio Huerta, Francisco Jara, Juan Vicuña, Manuel Alvarado, Eusebio Mallqui, Elias Concepción, Damián Toro, Pasión Aldave, Víctor Zubieta, Eusebio Anzualdo, Braulio Jacha, Cayetano Palacios y Félix Bolarte.

Estudió la Primaria en la escuela Pre Vocacional de Varones 351 y la Secundaria en los colegios nacionales “Coronel Bolognesi” de Chiquián y “La Libertad” de Huaraz. Sus estudios superiores en la Universidad Inca Garcilazo de la Vega, graduándose como Profesor de Educación Primaria. Ha sido maestro en Pampas Chico, Aquia y en el Rímac, donde además se desempeñó como Sub Director de un colegio. Una de las promociones lleva su nombre con orgullo y gratitud. En cada uno de estos recintos del saber formó grupos musicales con el apoyo de su esposa Luz Zarazú, y equipos de fútbol, todo ello como actividades complementarias a su fecunda labor magisterial, brillando en acordeón, guitarra, clarinete, órgano, arpa y saxofón.
 

En 1986 fundó el programa "Alma y Sentimiento de mi Tierra” de Radio Independencia del Perú, porque como buen periodista siempre supo que la comunicación es el camino más corto para unir a los paisanos en un abrazo de franca confraternidad dominical. 
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A diferencia de ANÍBAL BARCA (Cartago 247 a. C. / Bitinia 183 a. C.), quien después de aniquilar ejércitos se detuvo con los brazos cruzados frente a las murallas de Roma, y Cartago fue desaparecida del mapa, Carlos avanza con pies alados en la conquista de sus sueños. En la actualidad radica en Estados Unidos acompañando a Marco, su hijo amado. 
 
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Carlos ha compuesto huaynos ancashinos y valses criollos como eslabones de la misma cadena telúrica de nuestro gran país, entre los que destaca el vals: “QUISIERA VOLVER” que viene alcanzando reconocimiento popular en el Perú y el extranjero en la voz de nuestra embajadora Nieves Alvarado Aldave, hermana de Carlos.
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QUISIERA VOLVER
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Carlos Alvarado Aldave
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Chiquián tierra de grandes ensueños
eres fuente de eterna inspiración

impreso el cariño de tus hijos

te recuerdan con honda emoción (bis)


Por llamarte "Espejito del cielo"

tu prodigas afecto y pasión

es por eso que hoy te cantamos

los cien años de tu creación (bis)


Quisiera yo volver

para cantarte con emoción

quisiera yo volver

para entregarte mi corazón (bis)

En cada una de sus inspiraciones se evidencia su trazo particular: talento que se reveló muy temprano y visión para que el paisano errante pueda acercar a su mirada espiritual el vivir bolognesino, junto a las mujeres y hombres que forjan su desarrollo. Un paisano ejemplar con el corazón abierto a todos, y de manera especial para los que siguen el cauce de su vena creadora, y el compás de sus dulces notas musicales...




CARLITOS: Que Dios guíe tus pasos, hoy y siempre, para felicidad de nuestro querido pueblo ancashino.
 
31 de mayo de 2015