¡FELIZ 26 DE SEPTIEMBRE, PARARIN!
EN DEFENSA DE LA REIVINICACIÓN Y LA
MEMORIA DE LOS REIVINDICADORES DE 1963:
VIVOS Y MUERTOS
Han transcurrido apenas tres años
(Sept.2013) de la precaria Celebración de las Bodas de Oro de la Reivindicación
de las tierras de la Comunidad de San Juan de Pararín (Spt.1963), margen
derecho, aguas abajo, del río fortaleza, al amparo de su titulo ancestral de 1664. Unas efemérides
sagrada, de trascendencia singular, de
vigencia y vitalidad redentora, de conquistas territoriales que ha asegurado el
futuro de infinitas generaciones de pararinos, que en cualquier sociedad
ligeramente civilizada habría constituido un motivo de verdadero orgullo
colectivo, de gratitud y reflexión, en Pararín, dicha proeza comunitaria:
“Bodas de Oro de la Reivindicación Sep 1963-Sept. 2013)” pasó como una fecha de
pena, casi de lástima, con absoluta ausencia de gloria, que le asistía. ¡Y ya
no habrá otra Bodas de Oro de la Reivinidación 1963 que celebrar, con la
mayoría de los Reividicadores aún vivos, que se merecían un homenaje de héroes!
Un año antes de dicha a efeméride
gloriosa, El Frente de Defensa de los Intereses de Pararín-FREDEINPA, a través
de su Vocero El COMUNERO – Voz Valiente de Pararín- propuso a las autoridades
de turno, preparar la celebración del aniversario histórico, con obras de
trascendencia, de verdadera utilidad pública, y no con simples borracheras y verborreas hueras, para
desmerecer el brillo de dignidad comunitaria que significó la Reivindicación de
1963. La Reivindicación de 1963 es la
expresión más lúcida de los sentimientos colectivos orientados hacia el
progreso común: la demostración suprema del olfato histórico de una Comunidad
milenaria tejida de Ayllus (14) que fue capaz de sobrevivir a Incas y
españoles.
Si bien es cierto que nada puede igualarse
a la Reivindicación de 1963, por su significado social e impacto económico, por
la voluntad y sacrificios que dicha empresa comunal exigió de los pararinos/as
de la Generación de Oro, al menos, obras de envergadura, provechosas y duraderas, como gesto de
gratitud a los mayores (en su gran mayoría aún vivos, aunque ya de edad ya
avanzada y achacosa, con necesidad de apoyo institucional: municipal y comunal),
habrían demostrado reconocimiento a los sacrificios de los mayores. ¡Pero nada
de eso se hizo, ni se hace, ni se piensa hacer!.
Es como si en Pararín se hubiese
instalado una babosa sombra negra del antiparinismos, alimentada por los mismos
hijos y nietos de esos Pararinos sublimes e irrepetibles que conquistaron
extensos valles desde Wakawain (Morada-deforme) cerca de Chaucayán, hasta la
actual zona poblada de Santa Rosa de Rinconada, ¡a cambio de nada!. Los anhelos
de los Reivindicadores de 1963, es una realidad expresada en la comodidad de
las actuales y futuras generaciones de pararinos/as. No es metáfora consoladora
afirmar que los sagrados Reivindicadores de 1963, serán siempre los ciudadanos
del futuro, forjadores de las esperanzas comunitarias con su filosofía
solidaria de “todos a una y una para todos”
Desde principios del año 2012, las exigencias
de FREDEINPA se han transformado en la AGENDA PARARIN, que las autoridades de
turno: alcaldes y presidentes de la Comunidad, pretenden ignorar, como si se
tratase de un “favor” a FREDEIPA y no el cumplimiento de sus obligaciones y
responsabilidades con Pararín que los eligió para impulsar su desarrollo, y no
sólo para convertirse en mediocres
administradores de sus recursos económicos que se esfuman entre ellos y
sus adlátares. Los alcaldes manejan
presupuestos del Estado, y, los presidentes, recursos de la Comunidad, para
desarrollar Pararín y, lo que hacen, es sólo alentar y alimentar la corrupción.
Las exigencias de FREDEINPA a nombre de
Pararín, las mismas que seguirán hasta su materialización, son: Reservorios de
agua y servicios higiénicos en el Distrito Central, Reservorios como defensa de
los linderos de la Comunidad, frente a los distritos-comunidades de Llacllín y
Tapacocha en los Andes, y, de Paramonga y Huarmey en el literal, amen de Casas
de Descanso para ancianos/as comuneros/as
(reivindicadores, en su gran mayoría) en Huaquish y Rinconada, obras necesarias
que no son de lástima, sino, de pago de
una deuda moral con reivindicadores/as, que consiguieron las tierras
actualmente usufructuadas por un ejercito de inconscientes, arrogantes y
desagradecidos de anticomunitarios.
En 2013, año de la efeméride gloriosa y
sagrada de la Reivindicación de 1963, lo primero que se les ocurrió a las autoridades municipales y comunales,
manipulando la inocencia de los comuneros/as fue pretender hacer sus fiestas en
sus respectivas zonas de conveniencia, o, en donde viven sus familiares y
cómplices, con el eufemismo de: “eso es lo quiere la gente” y no, en la Zona
histórica de Huaquish, en donde plantaron los reivindicadores sus primeros
pasos para extender aquel glorioso día
26 de septiembre 1963, hasta el océano pacifico.
Y, la segunda demostración de mezquindad
y desprecio por la Reivindicación y los Reivindicadores, fue desviar los
recursos de la Comunidad a favor de la
iglesia. Se trataba de recursos provenientes de diversas fuentes, entre ellas,
de la venta de tierras comunales y pago por reparación de impacto medio
ambiental de la minera Inmet Perú.
Con dichos recursos, más una colecta
comunal, se esperaba la construcción de Reservorios en el mismo Distrito
Central, como homenaje a la Reivindicación que
se gestó en Pararin y a los reivindicadores que salieron de Pararín,
pero, ¡no! Los recursos se desviaron a ornamentar la iglesia, para demostrar
que los reivindicadores que dieron un destino y vida mejor a Pararín, no se
merecían ningún reconocimiento oficial. Al parecer, todos han olvidado el
Cuarto Mandamiento de Dios: “Honrarás a tu padre y a tu madre”
Y no se está planteando la no colaboración
para la restauración de la iglesia. Todos los pararinos/as estamos moralmente
obligados a mantener en buen estado, todo el patrimonio cultural de la
Comunidad, sólo que cada cosa tiene su lugar y su tiempo. La iglesia ha estado,
está y estará ahí; su restauración no
tiene tiempo; mientras que un homenaje a los reivindicadores, sí tiene un
tiempo limitado. La ecuación es sencilla. La Comunidad es vida y da a los
comuneros/as, mientras que la iglesia, vive por los comuneros. Y Pararín
siempre será Pararín, por sus reliquias arqueológicas más que por su iglesia.
Existe gente que cree que el progreso de un pueblo se mide
por los ornamentos de una iglesia, por vestir de púrpura a los santos; y
no progreso, como conquista social expresada en buenos servicios: asistencia
médica, agua y desagüe, luz, buenos servicios de transporte, áreas verdes para
los niños, protección a las madres y ancianos, etc.. Y la Reivindicación de las
tierras de 1963, fue un salto atlético de siglos, en el progreso de Pararín.
Existe además, el criterio de que nadie
debe criticar a los ingratos y oportunistas, sino quiere ser tachado de
“izquierdista”, “izquierdoso” , “rojo”, “morado”, guinda”, “salmón”, “caviare”, etc, y juran y muerden
cáctus, asegurando que ellos son los “buenos” y, por ende, de “derechas”
ubicadas a la diestra de dios padre, con
patente de corzo para mentir, para engañar, para robar, para instaurar el
abismo social basado en el dinero, empujando a los hermanos a codazos para demostrar
que ellos son comuneros y ellos los ricos. En algunas coyunturas históricas, el
valor de las personas se aquilata por sus conductas, su conciencia, su ética y
no solo por su dinero y sus carteles políticos. Las ideologías solo son
máscaras de los intereses y no reflejo de las conciencias. Los “buenos” de
“derechas”, también se olvidan el Séptimo Mandamiento de Dios: “No robarás”.
Los nuevos ricos serían respetados, e
incluso envidados, si con tan solo con medio de día de ahorros de sus
ostentosas fiestas, hicieran algo a favor del progreso de sus respectivos
lugares, mandando construir al menos, urinarios públicos, funcionales, para que
sus propios invitados los pasen bien; y, terminadas sus fiestas, cierren incluso
las puertas de sus servicios y se vayan llevándose sus llaves, y, si la
población exigiese el uso de los servicios mandados construir por los ricos para la comodidad
de sus invitados, la Municipalidad se vería obligada a pagar un alquiler por los servicios dejado
por los nuevos ricos, habida cuenta que la Municipalidad maneja presupuestos
del Estado. Si el alcalde es incapaz de dotar de servicios básicos al Distrito,
la iniciativa privada de los nuevos ricos, seria una verdadera lección de
civismo, una revolución moral, y constituiría
un ejemplo para que otros nuevos ricos de otros pueblos, imiten a los
nuevos ricos, pararinos que, por un gran sentido de dignidad o por entender que
la “nobleza obliga”, obligan a las autoridades ramplonas, a emprender el
progreso de sus respectivos pueblos. Pero con fiestas por fiestas ostentosas, sin
objetivos, en medio de comuneros empobrecidos, aunque duren meses, Pararín no
avanza ni un centímetro en su progreso y desarrollo.
Es incompresible que los nuevos ricos
(hijos-nietos de comuneros/as pararinos/as), sabiendo que conseguir dinero
cuesta trabajo y sacrificios (a menos que a ellos, como a Alan García, el
dinero les llego solo), hagan creer a los paisanos que ellos si, solo deben
estirar la mano para recibir diversiones sin costos.
Los negociantes que no dan puntadas sin
hilo, estarán realmente animados por “generosidad”, para financiar fiestas
improductivas, o, a lo mejor lo de ellos
será más que egolatría sublimada, personalismo egoísta, puro cálculo político,
para que en el fututo, nadie de los que comen
y beben gratis en sus fiestas, no digan nada, cuando ellos hagan y deshagan
de los recursos de la Comunidad? Lo cierto es que el exhibicionismo desenfrenado
de los nuevos ricos, choca con el espíritu de la comunidad sustentada en
principios de respeto y solidaridad, por
alimentar la corrupción, el de hacerse ricos, lo más fácil y rápidamente
posible, sin importar la mentira, ni el
robo, ni el desprecio a los hermanos/as con quienes ayer nomás, compartían las
bondades eternas de la sagrada Comunidad de San Juan de
Pararín.
En las zonas reivindicadas, con
pararinos/as cómodos/as, con plantaciones de árboles frutales y crías en
cantidades industrales, sobre tierras conseguida por los Reivindicadores, no
existe ni conciencia ni escrúpulos, para
agradecer a los Reivindicadores, separando unos kilos de frutas, granos o tubérculos,
para , con su comercialización, formar un fondo común, para proteger a los
ancianos y los niños en las escuelas. En las zonas pobladas, al igual que en la
capital del distrito, solo existe la ramplona competencia monetaristas de hacer fiestas ostentosas, creen
que el progreso debe ser producto de “donaciones”, de “regalos” de alguien o
algunos y no participación de todos; en donde quienes usufructúan más parcelas,
colaboren más, quienes sólo tienen una parcela. La Comunidad no es igualitaria,
sino, proporcional: Los beneficios, de acuerdo a los aportes y esfuerzos a
favor de la Comunidad.
Hace solo 53 años, la Comunidad de San
Juan de Pararín protagonizó una hazaña casi bíblica, marchando a la tierra
prometida (la Reivindicación 1963), desafiando al terremoto que había devastado
al pueblo unos días antes, literalmente dejando en escombros; que los
pararinos, respetuosos a sus acuerdos comunales, consensuados, salieron a la
Reivindicación el día: 25 de Stp. 1963. Y sin esa decisión, no existirían las
actuales tierras, margen derecho, aguas abajo, del río fortaleza.
Pero, después de la Reivindicación 1963, qué pasó con la conciencia de
esos comuneros majestuosos en orgullo y dignidad,? Qué sucedió con ese respeto
religiosa de los pararinos por su Comunidad? Es extraño que de esos
inigualables comuneros/as de la Generación de Oro de pararinos/as, de estatura
casi geológica, tanto en generosidad como en coraje, no haya quedado ni siquiera un hijo o una hija, uno/a
cada uno de ellos, con conciencia comunitaria, para que la Comunidad de San
Juan de Pararín, sea un punto de referencia histórica para otras comunidades
peruanas, latinoamericanas y mundiales.
Porqué esos sagrados/as comuneros/as
de la Generación de Oro, sólo nos dejaron una siembra de serpientes, una
pila de inescrupulosos corruptos,
tarántulas usurpadoras, afilando día y noche, dientes y uñas, para
“negociar” tierras de la Comunidad, pro bolsillo? Esos indeseables, lamentablemente “hijos/as”
de reivindicadores, son los mismos
“negociadores” de tierras de la Comunidad, que vendieron 900 hectáreas de
tierras de Pararín, junto a Huarmey, al consorcio Antamina, de ese dinero,
producto de la venta de 900 hectáreas de tierras, no ha quedado para Pararín, ni
una miserable lampa, ni una barreta roma, ni una triste carretilla
comunal. Ahora los comuneros/as para
cumplir sus deberes en las faenas comunales, por ejemplo en Nuevo Pararín,,
deben movilizarse desde sus lejas zonas o ayllus de residencia, con sus propias
herramientas, con todo el peligro e incomodidad que significa transportarse con
picos, barretas, lampas, utilizando transportes públicos.
Pararín espera el surgimiento o resurgimiento de la conciencia
comunitaria, de Defensores de la Comunidad, antes que “negociadores” . Es
imposible creer que de los hijos/as y nietos/as de los reivindicadores, hayan
quedado solo serpientes, tarántulas, cormoranes, como paradigmas nefastos de la
traición a los mayores. Las actuales
usurpadoras utilizaron sus condiciones de ser hijas de comuneros/as,
para posesionar vastas tierras de la comunidad en el litoral, y ahora,
convertidas en enemigas de la Comunidad, hacen gastar a Pararín, en juicios
interminables y alimentan la corrupción, para que Pararín, pueblo de sus
padres, nunca progrese.
Se tiene que creer que en cualquier momento, la sagrada Comunidad de San
Juan de Pararín que generó
Reivindicadores, genere también sus defensores, hombres y mujeres que, como
nuestros mayores digan: Todo con Comunidad. Nada sin la Comunidad. Jamás,
contra la Comunidad. Recuperando la Dignidad Comunal, expresada en la Unidad en
torno a la defensa de sus tierras al
ampara de su título Ancestral 1664, se acabará con los usurpadores y
delincuentes ocupantes precarios, que hacen balear a los comuneros para no
cumplir con el pago de alquileres, que los obliga documentos notariales.
Los Reivindicadores, como expresión de la identidad pararina, viven como
ejemplo y fuego de
fiesta y sonrisa, de pincelada de fieras
al acecho literario de las batallas por la dignidad.
La Reivindicación fue la
reafirmación en la omnipotencia del dios de la organización colectiva; el
blandir de patria de la intuición metálica, presencia ferruginosa de la
solidaridad aferrada a los intersticios de la esperanza y la nostalgia como
utopía y proyecto de todos, para todos. Al paso de los ayllus como
remezón en los valles, desde Waq’awain – hasta Rinconada, las
tierras comunales recuperadas, aflojaron las correas de sus hermetismos y
empezaron a recoger distancias y flores con los colores de los besos, y
nuevamente el amor pronunció su misterio en otros sonidos, para terminar siendo
los mismos pálpitos como sustancias de luz tendiendo redes a nuevos
labios inaugurando la construcción de nuevos sueños.
El
Frente de Defensa de los Intereses de Pararín –FREDEINPA- se proclama defensor
de la memoria de la Reivindicación y los Reivindicadores; alguien más, hijo/a,
nieto/a de los pararinos de la Generación de Oro, se anota como Defensor de la
Comunidad de San Juan de Pararín, y su luminosa lucha por la dignidad? Entonces,
ya somos varios que somos católicos y practicamos el Cuarto Mandamiento de
dios: “honrarás a tu padre y a tu madre”. No traicionamos a nuestros padres,
defendamos nuestra Comunidad. Exijamos a las autoridades de turno, el
cumplimiento con LA AGENDA PARARIN.
Régulo
Villarreal Dolores
Por El
Frente de Defensa de los Intereses de Pararín – FREDEINPA
c.26
Septiembre 2016.
AGENDA
PARARIN o EXIGENCIAS DE FREDEINPA A NOMBRE DE PARARIN
Tarea para la alcaldía:
- Mandar construir 2 (dos) Reservorios de Agua en el
pueblo, uno para el barrio de Tzunta y otro para el barrio de Yanán, en Poq’run, aprovechando los milenarios ojos de
agua del mismo Distrito:
-Agua y desagüe
para el Distrito
- Baños públicos, funcionales.
-Mejora de las calles.
- Mandar construir un Crematorio de basura (en las
laderas de Ampetrun Cruz). Volcando la basura a las laderas del citado lugar,
sólo se desprestigia a la alcaldía de Pararín, especialmente a su alcalde; pues
la basura es visible desde Cochapetí.
-Prohibir el ingreso de animales, especialmente de cerdos,
al santuario de Pilapunta.
-Transporte colectivo-municipal: Pararin-Barranca.
Pararín-Maravia. Barranca-Nuevo Pararín.
AL PRESIDENTE COMUNAL.
-En colaboración con la alcaldía, mandar
construir el Reservorio de Huanrish. Casas comunales en los linderos que
separan a Pararín de: Huarmey, Tapacocha, Llacllín.
- Recuperar el Comité Especializado,
para impulsar las empresas comunales como defensa de la Comunidad.
-Ante El conflicto de poderes en Nuevo
Pararín, en donde el Comité Especializado, para la defensa del litoral, órgano
de apoyo de la JDC, tiene dos JDs una, elegida por los comuneros/as en su
asamblea, y, la otra, mantenida por corruptos y anti comunitarios. Considerando
que el Comité Especializado es solo un apéndice de la JDC; y no un ente
independiente, autónomo, con poder paralelo a la JDC (La JDC, única y máxima
autoridad comunal), está en la obligación de anular ambas “directivas”: una,
por no hacer respetar la voluntad de los comuneros/as, y, la otra, por representar
a anti comunitarios que quieren “negociar” con usurpadores, e inmediatamente
llamar a nuevas elecciones, en donde ya no deben tener cabida los anti comunitarios. Nuevo Pararín es
producto de una Reivindicación de tierras de la Comunidad al amparo de su
Titulo Ancestral, por ende, son los comuneros/as que deciden su destino, y no los
anti comunitarios, que pretenden convertir la Reivindicación en “invasión de tierras”, para
tratar sólo “socios/as” y no con
COMUNEROS..
Régulo
Villarreal Dolores
Por El
Frente de Defensa de los Intereses de Pararín – FREDEINPA- c.26 Septiembre
2016.