sábado, 11 de junio de 2016

LEYENDA DE PISANAMARÍA - POR MARIO REYES BARBA (CHIQUIÁN, PERÚ)


 
"En la lontananza del ayer, hunde su raíz en CUSPÓN: "LA LEYENDA DE PISANAMARÍA", tantas veces relatada por nuestros abuelos al calor del fogón, que con maestría de orfebre recrea el escritor chiquiano Mario Reyes Barba, en su obra: "CHIQUIÁN: La Incontrastable Villa - Compendio Histórico de una Pueblo en Transformación". Nalo Alvarado Balarezo 
  
LEYENDA DE PISANAMARÍA

Por Mario Reyes Barba

Las costumbres y tradiciones de los pueblos suelen ser el mejor exponente de la fantasía de sus moradores; así en la provincia de Bolognesi, entre los pueblos que se encuentran en la cuenca alta del río Pativilca, se narra y se comenta la "Leyenda de Pisanamaría" como un mito, personificada en una mujer que escoba en mano recorrió y desoló los pueblos primitivos de esta zona, que estuvieron situados en las partes altas y estratégicas a fin de defender el rico y hermoso valle de Jatun-Huaranca, poblado por la aguerrida y famosa raza de los Tuctush.

Según la tradición, se cuenta que durante la festividad de todos los santos, en el pueblo de Matara, por los años 1650 llegó la noticia de que los pueblos de Jatun-Huaranca, tales como Mollepata, Amay, Huancar, Huayalmarca, Macpón y Puscanhuaru, habían sido barridos y muertos sus pobladores, por la escoba y palabras abominables de una mujer estrafalaria y loca que se llamaba Pisanamaría, y que para ellos era la misma "Gueshia" que mataba a toda la gente, de la noche a la mañana, atacaba por una fiebre alta muy contagiosa.

Los matarinos, informados de esta calamidad, asustados y llenos de pánico se encontraron en la iglesia para elevar sus oraciones y pedir a Dios que los salve, pero cuando salieron del templo vieron con espanto que una mujer de aspecto extraño que infundía miedo y se encontraba barriendo con su escoba (pisana en quechua), hecha de ramas de cunya y husuygantu, la plaza y las calles adyacentes; al mismo tiempo cantaba en quechua unas coplas raras y extravagantes. La gente al informarse corría de un lado a otro para no verle la cara y en su desesperación gritaban: ¡La geshia, la geshia! (la peste, la peste), por lo que los hombres acordaron apedrearle y cuando empezaron a arrojarle piedras, Pisanamaría se alejó a la parte alta del pueblo y desde allí lanzó una arahuida melancólica diciendo ¡ja, jai, matarinos, con mi maldición pronto morirán y este pueblo desaparecerá para siempre!. Dicho esto se alejó envuelta por un ventarrón de polvó (llamado shucucuy), y entre tanto la gente caía en cama atacada por una peste desconocida, contagiosa y terrible que ocasionaba la muerte violenta, propagándose de casa en casa con una velocidad inaudita; el terror y el asombro se apoderó de los pocos sobrevivientes, quienes no tuvieron otro recurso que huir desesperadamente, abandonando sus viviendas y llevando sus enseres más urgentes e indispensables para ir a vivir en el nuevo pueblo de "Chaupimarca", ubicado en el hermoso valle de "Segyán-Cocha", que tenía un clima templado y sano; igual cosa hicieron los sobrevivientes de los poblados mencionados. Esta terrible peste fue la "viruela negra", que en esa época fue una plaga muy contagiosa para la humanidad.

Esta leyenda de la mujer geshia a quien le dieron el tan significativo nombre de "Pisanamaría", ha servido de base para determinar la fundación de la ciudad de Chiquián, cuyo origen se remonta a la época en que los pueblitos primitivos que rodean la zona fueron abandonando sus viviendas en las partes altas para venir a formar el pueblo de "Chaupi-Marca", que fue creciendo poco a poco a media que se vaciaba la laguna. Después, con el crecimiento de la población y la llegada de los españoles, sus autoridades acordaron hacer el trazo del pueblo en la planicie que fue dejando las aguas hacia la parte alta; primero determinaron el terreno para la plaza principal, luego trazaron nuevas calles; también determinaron el terreno para la iglesia y para el local comunal; todos estos trabajos fueron hechos bajo la dirección del encomendero don Tomás Ayllón y los caciques: Alonzo Huamán, Cristóbal Ocruschaca y otros españoles. Sobre la fecha de su fundación no se sabe con exactitud, pero la diligencia de legalización de los dominios del Repartimiento de "Chaupi-Huaranca", hecha por el comisionado Real y Visitador don Alonzo Santoja, con fecha 12 de octubre de 1573, nos demuestra el origen del pueblo llamado Chiquian, palabra que se deriva del nombre "Chiquia", que quiere decir pájaro que anuncia algo agradable, como la llegada de un huésped, de una carta, una noticia sobre la llegada de un pariente que viene de lejos; en resumen, fueron los españoles los que le pusieron el nombre de Chiquián. También hay otra versión que dice: Que el nombre de Chiquián proviene de una laguna que existió en tiempos remotos llamada Zegllan-Cocha, que en quechua significa, laguna a media falda de un cerro o montaña.

La leyenda de Pisanamaría se comenta en distintos pueblos de la región, con diversas interpretaciones.
 
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Paisaje de Cuspón - Foto: Marco Esteban Calderón Ríos

FUENTE:

-Página electrónica del Club Chiquián - 06 NOV 2007

-Libro: CHIQUIÁN: La Incontrastable Villa - Compendio Histórico de una Pueblo en Transformación, de Mario Reyes Barba - 2002

-Libro: CUSPÓN: Comunidad e Identidad, de Filomeno Zubieta Núñez - 2003
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