lunes, 20 de junio de 2016

CHIMBOTE: JULIO ORBEGOZO RÍOS - POR VÍCTOR HUGO ALVÍTEZ MONCADA




JULIO ORBEGOZO RÍOS

Soñador y artífice de la literatura porteña,
en peligroso estado de salud.

Víctor Hugo Alvítez / “Pis@diablo”

Julio Bernabé Orbegozo Ríos, nació en Otuzco – La Libertad, el 06 diciembre de 1939. Llegó a Chimbote, su “Tierra de horizontes sin límites y jardín proletario de siempre” en 1946, acompañado de sus padres: don Artidoro Orbegozo Viggiano y doña Hilda Ríos Polo, siendo él segundo de siete hermanos, cuatro nacidos en el ande y tres en el puerto. Desde niño supo de la pobreza, la miseria y contradicción de una sociedad injusta:

         “Aquí tu cholo
         se hizo hombre,
         aprendió a llorar
         con su sangre
         y a cantar
         con sus lágrimas”…   

En 1957 ingresó a trabajar en SOGESA (hoy Siderperú o Gerdiau) desempeñándose hasta el 25 de marzo de 1962, cuando un accidente automovilístico lo desvaneció eternamente en silla de ruedas por paraplejia; postración o decepción de la vida que le permitieron ingresar al mundo de la reflexión, los libros, la lectura, la creatividad y la literatura.



Cofundador e integrante activo del Grupo Literario “Perú” de Chimbote en 1966, junto a los poetas Arsenio Vásquez Romero, Iván Vásquez Salazar, Pietro y Mario Luna Coraquillo, Hugo Vargas Tello, entre otros; logrando publicar en 1968 la Antología de sus poetas. Luego aparecerá antologado en: Perú revolucionario y, Antología poética a la pesca: homenaje al XXIII aniversario de fundación del Sindicato de Pescadores de Chimbote – 1968, donde publicó el poema: “El sueño de un cóndor” dedicado a Ernesto “Che” Guevara; estas últimas compilaciones del recordado declamador Ray Echeandía Del Castillo; y Poesía: homenaje a Chimbote – 1969, donde aparecen: Delina Cam Sánchez –joven poeta desaparecida tempranamente-, los hermanos Pietro y Mario Luna y Enrique Cam Urquiaga. También fue activista de la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash (AEPA) desde sus inicios, asistiendo a varios de sus encuentros en diferentes provincias; posteriormente participó del Movimiento Cultural “Bellamar” liderado por el profesor universitario y poeta tumbesino Ángel Lavalle Dios, y Círculo Cultural “Ferrol”, conducido por el reconocido químico farmacéutico y escritor ayacuchano don Rogelio Peralta Vásquez. Instituciones culturales en las que ha dejado plasmadas sus múltiples inquietudes literarias ante la adversidad de la vida.  



Julio Orbegozo Ríos “es un escritor que vive para escribir y no escribe para vivir”, había dicho el Dr. Hugo Vargas Tello; o que Julio Orbegozo “era un narrador y poeta de neta artesanía popular”, en palabra del distinguido periodista y escritor liberteño Dr. Segundo Llanos Horna. El poeta y periodista porteña Dante Lecca, al leer sus libros dedicó un amplio e interesante artículo titulado: “Los chimbotes ocultos en la obra de Julio Orbegozo”.

De la mano del Padre Juan Davis Weed, organizó y dirigió una asociación de personas con discapacidad y acompañó en la celebración de la misa y fortalecimiento de la fe cristiana desde la Parroquia “Perpetuo Socorro” del Asentamiento Humano “La Victoria” de Chimbote, entre otras múltiples acciones tendientes a la consecución del bien social en general de dicha población marginal y sus alrededores. Será el Padre “Juanito” desde los años ’90 quien acompañe el destino de nuestro escritor Julio Orbegozo, apoyándolo decididamente en la publicación de varios de sus libros; y en especial, velando por su alicaída salud y mejor calidad de vida, Como un buen padre, amigo y consejero.

Desde los albores de la década ’90 del siglo pasado, igualmente somos amigos y testigo fiel de sus mil inquietudes, sus sentimientos, sus andanzas, sus sufrimientos, sus decepciones, desdichas, sus males, sus alegrías, su risa contagiante, sus esperanzas y su prolífica producción literaria aquí presente: 
 
1.      Cuadros rotos. Poesía, 1971

“Leer la poesía de Julio Orbegozo es: ver la tristeza hecha ternura. Tristeza del vivir, ternura de algo que nos queda en el alma para poder soportar todas las ignominias de la vida…”. Miguel Rodríguez Paz.

Sombras del puerto, Emigración, Necesidad, Pobreza, Tisis, Insulto. Cuadros rotos, Miseria, Sombras Reos, Yugo, Hipocresía, Incertidumbre, Sicosis, Libertad, Súplica, Sueño, etc.

2.      Brumas sobre el puerto. Cuentos, Concytec, 1990.

Conjunto de doce cuentos (1960 – 1989): Huelga, Brumas sobre el puerto, Paula, Arturito, La pesadilla de Moncada, Uniformes rotos, Partícula cósmica, Cruz de la paz, Yo árbol, etc. Carátula ilustrada por Víctor Hugo Alvítez.

“Julio Orbegozo, su apoyo, no es su historia personal ni en su propio destino, sino en la historia y destino de la humanidad… Hombre de la ciudad, la recorre, no porque ella le fije rumbos y ritmos, sino porque en ella, y por ella, transitan los hombres, tras los cuales va, por sus calles, por sus callejones, por sus antros, por sus desagües, por su indiferencia, por su egoísmo, por sus ambiciones desmedidas, se van y se vienen acortando y estrechando los largos, anchurosos, renacientes, inmortales, pero estrangulados, oscurecidos, denigrados, envilecidos caminos de la existencia y de la vida, del amor y de la bondad, de la justicia y de la equidad, la sinceridad y la paz. Con todos estos asuntos se las ve el artista”. A decir de Ángel Lavalle Dios.

3.      Los cutreros. Cuentos, 1993.

Conjunto de veintitrés cuentos: Caminemos la eternidad, El suero sigue goteando, Don Cirilo, Huesitos, Los cutreros, Como blancas palomas (sobre los sacerdotes asesinados en 1991), El maestro Menacho, El patrón Huanchaco, La niña de la paz, Más allá del sol, entre otros. Ilustración de carátula por Víctor Hugo Alvítez. (Logotipo del Movimiento Cultural “Bellamar”).

“Ahora aparecemos como “cutreros” porque el sustento y la abundancia, se nos niegan; pero, sabemos que las barreras que nos separan del mar son transitorias; sus aguas, su color y su tamaño, empalman con el infinito. Y en esto nos parecemos. Por eso la fuerza para sobrevivir y esperar otros tiempos; pero no brazos cruzados sino hurgando, haciendo, descifrando los secretos, diciendo las verdades con aspereza o bellamente construidas…”. Ángel Lavalle Dios.

4.      Los zapatos rotos y otros cuentos. 1997.

Conjunto de veinte relatos: Retorno al olvido, Réquien para dos palomas, Los zapatos rotos, El maestro Chávez Pajuelo, Lakcha, El viejo Tijeras, En el ocaso, etc.

“Julio Bernabé no es un escritor culto ni erudito; no hay ficción en su narrativa, es pura realidad. Vive y escribe inmerso en las tensiones sociales; denuncia lacras de injusticia, desigualdad, indiferencia, abandono; todo ello le genera una actitud sublevante cuando escribe, cuando habla, cuando piensa en voz alta; los requiebros y artificios lingüísticos son frivolidades; lo mágico para él es la realidad misma; por eso resulta ser descarnadamente realista y directo, tal cual lo perciben los sentidos…”. Hugo Vargas Tello.

5.      Semblanzas porteñas. Homenaje al Centenario de Chimbote. 2007

Voluminoso libro que rinde homenaje al Centenario de Chimbote celebrado el 6 de diciembre del 2006. Está dividido en tres significativos capítulos: Personalidades, Pizarrón escolar e Iglesia peregrina. Valioso libro para la historia, la educación y la cultura de nuestro puerto, por sus páginas desfila la vida y obra de los más importantes personajes como ejemplo y gratitud del engrandecimiento de Chimbote; los maestros que llegaron por diferentes vertientes a encender la llama votiva y mejor destino del pensamiento de este puerto, así como los forjadores de la fe católica y fortalecimiento del espíritu.

6.      En busca de un lugar. Cuentos para estudiantes. 

Colección de cinco tomos para estudiantes de los diferentes grados de educación secundaria o Pan Lector; sin embargo, a la fecha solamente se han podido publicar dos, a espera de apoyo económico.

a.    Tomo I. 2010: Doce cuentos distribuidos en dos partes: Semillas de esperanza, y El mar de la vida.

“Durante su larga trayectoria creativa, Julio B. Orbegozo Ríos ha entregado relatos que se enriquecen por la acertada elección en el origen popular de los personajes, brindando una narrativa donde los más humildes se ven representados plenamente. Es que ya es hora de decir que Orbegozo Ríos ha conformado una obra consciente de la necesidad de concretar un mensaje social identificable.

b.   Tomo II.  2010: Conjunto de doce cuentos breves.

         “He aquí el segundo tomo de tan importante empresa literaria, la     cual busca no sólo azuzar los reflejos emocionales del joven lector, sino también hacerlo tomar posesión de su propio destino    luego de encender en él su conciencia crítica y espiritual”.

7.      Playas de nácar y coral. Un canto lírico a Chimbote. Poesía, 2015.

Libro homenaje dedicado a Chimbote, al mar, la bahía, la Isla Blanca, San Pedrito, el Perú, América; entre otros y a distinguidos personajes como los religiosos: Alessandro Dordi, Miguel Tomaszek y Zbigniew Adan Strzalkowski asesinados en Santa y Pariacoto, respectivamente en 1991; Madre Margaret Peggy, R.P. Jhon Davis Weed “Padre Juanito”, Monseñor Luis Bambarén; señora Clara Guerra, Roberto Achú y Guzmán Aguirre.

8.      EMPEZANDO A CAMINAR. Mi primer libro de poesía y teatro infantil ilustrado. 2016.

Importante contribución a la literatura infantil, cargado de valores de amor, paz y esperanza, y sublimes mensajes a maestros y maestras del Perú por poseer en sus manos la gran responsabilidad de enseñar a leer y escribir a los niños: “Cuando sean mayores y el ejemplo paterno, la luz de sus maestros y estudios los conviertan en personas de bien, comprenderán que el canto, la poesía y el arte en general, palpitan y viven el en espíritu y pensamiento humano, como esencia de la misma vida”… Treinta y dos poesías y dos piezas teatrales que colmarán corazones infantiles y reverdecerán entusiasmos en mayores y adultos, sabiamente ilustrados por el gran artista porteño Héctor Chinchayán Paredes cada uno de los trabajos líricos donde el niño inspire su neta creatividad coloreando a su antojo: Oración, San Pedrito Pescador, Madre tierra, Mi madre, Mi maestra, Las estrellas, Juguemos a la ronda, El mar, Los peces, Las flores, Los animalitos, Los números, las vocales, El río; y/o las piezas teatrales: Las estaciones y Cuando sea grande; completan esta invención de luz y colores.


Julio Orbegozo, cuenta con sus facultades mentales a plenitud y con brillante lucidez, hecho que le permiten seguir creando, posee varios libros inéditos; sin embargo, muy resquebrada su salud física, postrado en cama y cada día más debilitado por sus males y fuertes dolores de brazos y piernas, perdiendo la visión cada día a causa de la cruel insuficiencia renal; esperando la buena voluntad, decisión política y/o colaboración de instituciones, empresas y amigos para hacer algo por su salud y realidad sus sueños, redescubriendo nuestra real contexto e identidad a través de sus libros para enseñanza y beneplácito de la niñez y juventud estudiosa, en especial; aunque diga él –al verse enfermo, postrado y casi abandonado- que se está muriendo; salvo la generosidad hoy de la Parroquia “Perpetuo Socorro”, del Padre “Juanito” y escasos amigos que aún lo rodean y aspiran su mejoría. Es hora de reconocer a un artífice de la literatura porteña a pesar de su discapacidad física, olvido y brutal enfermedad. La Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, está en deuda con él al haberle ofrecido la publicación de sus obras el año pasado con ocasión de la VIII Feria del Libro, la Municipalidad Provincial del Santa, le otorgó la “Medalla de la Ciudad” y que tampoco debió descuidar la salud y bienestar del escritor; así como todos nosotros, por su compromiso con la cultura, su  aporte a la creatividad literaria y a la lectura.


Entonces, es deber conocer más y seguir apoyando a nuestro escritor Julio Orbegozo Ríos, visitándolo en el Jirón Huáscar N° 146, del Asentamiento Humano 2 de Mayo – Chimbote; llevándole afecto, compañía, aliento, esperanza, gratitud, vida. ¡Mañana puede ser demasiado tarde!

Fuente:

Escritor Víctor Hugo Alvítez Moncada