viernes, 15 de abril de 2016

CÉSAR VALLEJO VIVE - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

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Brentwood, 15 de abril de 2016

HOLA SHAY:

En el 78 Aniversario de su Sensible Fallecimiento.

CÉSAR VALLEJO:  
 
POETA UNIVERSAL

Parte I

(Tomada de la Internet)

¿Ud. cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?.

Estas palabras constituyen una de las muchas críticas que el ahora llamado Poeta Universal recibió en vida, y le pertenecen a Clemente Palma, personalidad de las letras peruanas en la época en que César Vallejo era un oscuro poeta provinciano, de aspecto enfermizo y ceño fruncido. No es de extrañar, pues, que el mismo Vallejo manifestara: Volveré al Perú sólo cuando quede piedra sobre piedra. Pese a ello, sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse (París), tal como lo dispuso su amada Georgette. Sin embargo, la muerte nos regala milagros de vez en cuando; milagros como, 'Poemas humanos', 'Los heraldos negros', 'Trilce' o 'España, aparta de mí este cáliz'. Es que la escalada del 'Cholo' por las escarpadas pendientes del dolor humano es una suerte de acrobacia suicida, de salto al abismo; y la ruptura formal acompaña el desgarro de un alma enferma de todo, del mundo y de sí misma.
 

PARTE II

Amigos y paisanos:

Nuestro entrañable poeta CÉSAR ABRAHAM VALLEJO MENDOZA, murió un día como hoy, hace 78 años, a la edad de 45 marzos, una mañana de Viernes Santo en París, lejos de Santiago de Chuco, su pueblo querido.
 
No conocí en vida al poeta César Vallejo, tampoco nací en su tierra amada, pero hablo con él de madrugada. Unas veces reímos, otras tantas lloramos. Conversamos de Rita, también de Paco, y de lo que se asemejan nuestras vidas. Ambos vivimos trances al fragor de las balas. Ambos recibimos palazos. Ambos perdimos muchos amigos en la orfandad de los caminos lejos de nuestra Patria. Charlamos del Perú profundo, hablamos de Santiago de Chuco, de Chiquián, de Barranca, de Tupucancha, de Cuspón, de Huari… Hace unos días le comenté que mi amigo Julio Solórzano Murga, había escrito en su homenaje el poema “CUANDO MUERE UN POETA”. César dijo: “Estuve tras la ventana de la habitación cuando escribió el poema. Su sollozo me partió el alma. Fue al filo de la madrugada, en Huacho. Yo quiero mucho a Julio, él es nuestro hermano, Nalito, como todos los poetas del mundo, ámalos hasta el dolor”.
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En estos momentos tengo frente a mis pupilas una fotografía de nuestra querida tierra chiquiana, acerco mis oídos a sus cumbres nevadas y siento respirar a nuestro hermano César...


En mi delirio el Yerupajá susurra que el poeta duerme y que nunca morirá, pues pervive en sus versos, en la inocencia campesina de 'Paco Yunque', en su Piedra Cansada y sus demás relatos, y en su novela 'Tungsteno', donde fluye su savia andina. Al pie, dos poemas de nuestro vate, en quechua y castellano, que navegan desde hace algunos años en el ciberespacio, deleitando al mundo entero:


YANA RUMI YURAH RUMIMAN TAWQASQA

(Piedra Negra sobre Piedra Blanca nisqa)
 
Wañukapusahmi
Paríspi para chayashahtin,
chaytaqa ñan yuyayniypi hap´ishaniña.
Wañukapusahmi Parispi, -chaypis manayá ayqiakusahchu-
yaqapaschá huywispi, kunan hina
p´unchaypi, puquy mit´api.

Huywispin wañusah, kunan hina harawisqay p´unchaypi,
kay taki kamarisqaypi, kachiwanmi p´usqurachikuni
millapakuspay, chaytahmi kunan sapallaypuni,
rikukuni hinantin purisqaypi.

César Vallejon wañurapun, maqayurankun
paytaqa lluy mana imamanta;
k´aspiwanmi p´anayuranku,
anchaytapuni.

Waskhawanpis wahtayurankun; chaytan rikunkuhu
ywiskunapis, marq´aykunah tullunkunapis,
ch´in suyupas, parapis, ñankunapis ...


PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...


AWQA TINKUYPA YANA WILLAPAKUHNINKUNA

(Heraldos Negros nisqa)

Kanmi wañu p´itiy kay pachapiqa,
lluy sullusah... Ima raykutah chayri.
Chay wañu p´itiyqa Pacha Kamahpa
chihnikuynin hinan; lluy ñak´ariypa
mininpas p´unquchayukuspa
sut´unman kayninchis hinarah. Chaytaqa
manan yachanichu.

Pisillan kanku; ichaqa kashankun... millay
yana yarqhatan t´awqinku
aswan millay siq´u uyapipas
kallpasapa wasapipas.
Salqa uywakunapaschá kanku
salqa atilakunah hanuk´asqan;
icha Wañuypa awqa tinkuynin
yana willapakuhninkunachus.

Nunaypa Kristunkunah surusqa wark´ankunan,
mayqin wayllusqa iniypapis Destinoh sarunchasqantah.
Chay yawar sut´uypa wañu p´itiy sahtasqantah mayqin
t´antah q´uncha punkupi t´uhtupakuspa
k´illinsachakusqantah.

Runarí... waxchatah ... mana imayuhtah... Ñawinkunarí...
Lluy t´ixsuy qhawarihmi pipas rixranchispi t´ahllawahtinchis hina;
miyusqa ñawinkunapin qhawarichin, tukuy kawsayninta
p´unquchaspa, q´ata huchata hich´aspa
qhawariyninwan.

Kanmi wañu p´itiy, lluy sullusah, kay pachapiqa ... Ima raykutahri.
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LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!


También en este Día de las letras peruanas, es el VIII Aniversario de la Asociación Cultural "Nuestras Ofrendas al Yerupajá" (ACUNOY), "SANGRE AMADA DE VALLEJO", agrupación de niños y jóvenes poetas que escriben con la suavidad de la tierna pluma, pero telúricos como el viento que ruge en el impoluto Huayhuash, enriqueciendo sus versos con los latidos de nuestro pueblo; versos empapados de dulce shulay que refresca los afectos, hace más blando el pan fraterno, arrulla los paisajes, el amor y los recuerdos; cada día separando la paja del trigo con el cedazo de la paciencia.
 

Nuestros jóvenes aedos no olvidan en sus poemas a los pequeños pregones de la infancia, aquellos pichuichancas que con sus trinos echan a los corazones el aire puro de la mañana, haciéndonos llegar puntuales a las tareas diarias sin necesidad de mirar el reloj. Ellos procuran conocer cada día un poco más de nuestra provincia, porque saben que de no hacerlo, serán en cada despertar más forasteros en su propia tierra, por más runchus que hayan visto durante su niñez. 


Muchos entendidos dicen que los mejores homenajes son los que se brindan en forma oportuna, porque contribuyen a dignificar la obra del poeta joven. Obra que en el Perú recorre caminos marginales, pese a ser tierra de grandes poetas.
 

Es que en el medio literario hay creadores que vamos olvidando, y sin ir muy lejos, tenemos al afamado poeta iqueño Augusto Escalante Apesteguía, quien hace algunos años nos regaló el hermoso poema: 'BUENOS DÍAS CHIQUIÁN', telón multicolor que abre la hora radial de nuestro cordial amigo Vladimiro Reyes Gamarra. También nuestro amado profesor José Montoya Delgadillo (Camaná), autor del Himno al Colegio Nacional Coronel Bolognesi.
 
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Idem la poeta y declamadora nacional Anatolia Aldave Reyes. Ella no deja de mencionar el nombre de Chiquián en cada uno de sus recitales a lo largo y ancho del país.


Los chiquianos: Efraín Vásquez Veramendi, uno de los poetas más intensos que he tenido el privilegio de conocer y admirar en mi tránsito por el mundo, y Pilar Cárdenas Márquez, flamante presidenta de la Asociación de Escritores y Poetas de Áncash AEPA REGIONAL.
 
 
También Javier Cerrate Núñez, Agustín Zúñiga Gamarra, Hugo Agüero Alva, Rosa Emma Robles Trinidad, Jesús Bolarte Ramírez, Pablo Vásquez Veramendi, Filomeno Zubieta Núñez, Carlos Alvarado Aldave, Herberto Aldave del Castillo, Roberto Aldave Palacios, Rosa Trinidad Carrillo de Robles, Emma Cerrate Valenzuela, Carlos Garay Veramendi, Óscar Colchado Lucio, Walter Ventosilla Quispe, Sabina Loarte de Pardo, Víctor Tadeo Palacios, Eduardo Martin Cerrate, Armando Zarazú Aldave, Pablo Antaurco Jaimes, Norah Núñez Espejo, José Montoya Delgadillo, Francisco Calderón Jaimes, Laura Rosales Alvarado, Guuillermo Arbaiza Huaranga, Florencio y Elifio Bernabé Gonzáles; Roberto Alva Ibarra, Amancio Virgilio Gamarra Valdez, Alcides Alvarado Huertas, Etel y Julia Garro; Olinda Ramírez Soto, Jorge Vásquez Veramendi, Miriam Gamarra Pajuelo, Romeo Reyes Gamarra, Zuly Cuentas de Reyes, Vladimiro Reyes Gamarra, Norka Bríos Ramos, Consuelo Valderrama, Anatolio Fernández Ocrospoma, Manuel Nieves Fabián, Juan José Aldave Serna, Gabriel Bustamante Tupayachi, Visitación Laos Jara, Tito Cueva Zambrano, Giber García Álamo, Román Robles Mendoza, Eliana Carrillo Campos, Celia Solomina Pérez Ibarra, Luis Idelso Albitres Mendo, Ariela, Georgina y Oswaldo Pardo Loarte; Claudio Alfonso Aranda Ibarra, Nieves Alvarado Aldave, José Zubieta Béjar, Julia Yábar Rayo, Norka Alvarado Romero, Manuel y Jaime Lara Márquez; Gregorio Gamarra Genebroso, Pablo Manuel Calderón Yábar, Alejandro Aldave Montoro, Luisa Miranda de Ríos, Juan José Alva Valverde, Cindy Alejandro Santiago, Carlos Alfredo Oro Lázaro, Silvestre Amador Velásquez Valdez, Donald Jaimes Zubieta, Jorge Ramírez Díaz, María y Pablo Díaz Mendoza; Reyda Antaurco Alvarado, Félix Jaimes Valderrama y Melki Melanio Garro Fernández, entre otros grandes vates de la cuna de Luis Pardo, como subrayo en cuanto cenáculo literario piso, son poetas telúricos de inconmensurable intensidad sonora que conozco y admiro.
 
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Asimismo los poetas J. Eugenio Garro, Calixto Palacios Carrillo, Bernardo Escobedo Luna, Manuel Roque Dextre, Alberto Carrillo Ramírez, Rubén Barrenechea Núñez, Policarpo Zubieta Carhuachín, Luisa Amina Rayo Minaya de Aldave, Alfonso Ramos Alva, Vidal Alvarado Cruz, César Vicuña Romero, Luis Pardo Novoa, Pedro Loarte Cano, Mario Reyes Barba, Ernestina Yábar de Calderón, Alejandro Romero Palacios, María Ramos de Bríos, Maurelio Reyes Anzualdo, Germán y José Romero Yábar; Luis y Lorenzo Romero Moreno; Santiago Alvarado Montoro, Solio Bolarte Pardavé, Claudio Rivera Jaimes, Elsa Navarro Márquez, Arcadio Modesto Zubieta Villafuerte, Alejandro Juvenal Yábar Alva, Iván Robles Moreno y Roberto Aranda Chávez, cuyos restos mortales esperan gestos de amor de sus coterráneos.
 
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Los vates de ACUNOY contribuyen a fijar la memoria emotiva de nuestra querencia, a forjar su lenguaje, a nombrar usos, costumbres, tradiciones y a los personajes que le dan identidad.


Por eso siento que mi modesto homenaje de hoy es oportuno y necesario, sobre todo a Alex Milla Curi, por su importante trabajo de difusor cultural con una generosidad y continuidad poco frecuente en el panorama de las letras chiquianas, donde su nombre brota imperturbable como agua de puquial.


Dicen además que los poetas se inmortalizan por la calidad de sus obras; pero también valen por los esfuerzos que realizan para unir a sus paisanos y a proyectar sus creaciones. Y en estos dos sentidos, los jóvenes poetas chiquianos nos han brindado más de una enseñanza, sobre todo en tiempos donde el libro parece sentenciado a languidecer; y sin embargo, siempre victorioso a través de los siglos, fuertemente ligado al ser humano, a su vigorosa historia y sus valores más supremos. 


Un saludo especial a nombre de la familia Alvarado Balarezo, a todos los seres humanos que plasman sus creaciones en la tersura de la hoja blanca y las comparten por doquier, sin olvidar que la poesía se construye con palabras frescas que van brotando del alma, no con llanto a destiempo.
 
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Dicho ésto, no me queda más que brindar con chinguirito virtual con Alex, sus pupilos y con todos los seres humanos amantes de la poesía, recordando el pensamiento del malogrado poeta bolognesino Alejo Alfonso Oré Garro: 'Hagan poesía sin pensar en la crítica, menos para ser el mejor u obtener el aplauso de una palla o de un camachico, pues no hay en el mundo poetas buenos ni malos, sólo existe poesía y punto'.

Fraternalmente,

Nalo Alvarado Balarezo

RECUERDOS
 

POETAS AMIGOS DE VALLEJO Y LUIS PARDO
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RECUERDOS DE QUITO


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César Vallejo (Quito, Ecuador) - Foto: Nalo Alvarado Balarezo (22 JUL 2011)


Quito, 23 de julio de 2011

HOLA SHAY:


Cuántos castillos de arena he visto caer a mi paso por el mundo, mientras miles de chozas de piedra siguen de pie, incólumes a la tormenta de los siglos, como está erguido CÉSAR VALLEJO en Quito, ECUADOR, contemplando el Ande sempiterno donde anidan los cóndores.


El Monumento a su Memoria ocupa un privilegiado espacio en una de las avenidas más bellas de Quito (6 de diciembre), y para dicha de todos los peruanos visitantes y residentes, está ubicado frente a la puerta principal de la CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA.


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Ayer, en el centro histórico de la ciudad de Quito, pregunté a muchos niños, jóvenes y adultos ecuatorianos sobre dicho monumento, y todos conocen el lugar donde las 24 horas del día se rinde homenaje al Poeta Universal, bajo el lema "Por la Unión y la Paz, con el esfuerzo común de nuestros pueblos".

El monumento fue inaugurado el 31 de mayo del 2002 siendo Presidente de la República del Perú, el ancashino Alejandro Toledo Manrique, y es obra del escultor lambayecano Miguel Baca Rossi, quien el próximo 30 de octubre cumplirá 94 años de edad, fecha en que el Movimiento Cultural "Capulí Vallejo y su Tierra", que preside el escritor Danilo Sánchez Lihón, le rendirá justo y merecido homenaje, pues también es autor del monumento a César Vallejo de la cuadra 5 del Jr. Huancavelica - Cercado de Lima.



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Acuno esperanzas porque la nueva gestión gubernamental de nuestro amado Perú haga lo propio en el frontis de la sede del Ministerio de Cultura, donde las imágenes señeras de la cultura nacional brillan por su ausencia. Ojalá que este 28 de julio, Día Jubilar del Perú, se instituya también: "Año del Centenario de José María Arguedas", y será una señal de enmienda y muestra de gratitud hacia el autor de TODAS LAS SANGRES. Nunca es tarde.

Nalo Alvarado Balarezo
 
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CÉSAR VALLEJO EN QUITO, ECUADOR

Imágenes:

Mediodía del viernes 22 de julio de 2011


Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)



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EL AMIGO QUE PERDÍ

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

Amigo, tu camino y el mío se juntaron en el lugar exacto y en el momento preciso, fue un sentimiento mutuo escrito por el Altísimo, en el gran libro de la vida.

Que somos del mismo barro y que de niños oímos cantar a los mismos pájaros cuando danzábamos vestidos de abuelitos, son dos de los elementos vitales que fraguaron nuestro espíritu telúrico.

También la lluvia y la escarcha templaron nuestros latidos para amar hasta el dolor a los seres de encallecidas manos y pies cuarteados, para amar al viento helado que maceró nuestro cuerpo impúber en la soledad de los caminos, para amar al trueno que desgajó nuestra piel en cada sueño adolescente, para amar al rayo que tensó nuestros tendones aun en botón...

Por eso amamos la meditación, por eso nos quedamos absortos cuando contemplamos todo lo creado por Dios, por eso nos sobrecogemos cada vez que vemos ondear desesperado al ichu para evitar que la ventisca del ocaso lo arranque de raíz, por eso a los ocho años quedé con el corazón destrozado, cuando retornando de Corpanqui, tierra de Nobrira, vi un ave muerta en una jaula, junto a la puerta de una choza solitaria.

Las barras de madera tenían manchas bermejas; las alas, pico y garras con visibles fracturas; y el plumaje embadurnado de sangre seca. Allí supe que no solamente el cóndor, sino también otras aves prefieren luchar hasta morir intentando ser libres, que pasar el resto de su vida en cautiverio.

Saqué al ave y lo sepulté en una colina de Recrec. De la jaula no quedaron ni astillas, la hice añicos chancándola contra una roca, para que nunca más prive de su libertad a otra avecilla del Señor.

Ya de madrugada, en Tupucancha, desperté sobresaltado al escuchar en sueños el graznido de mi amigo corequenque, ave que bauticé con el nombre de César Vallejo, pues durante una charla con mi padre me dijo que anidan en las alturas de Santiago de Chuco, tierra amada del vate universal, también en nuestro querido Machu Picchu. La mascaipacha del Inca lleva sus vistosas plumas como símbolos de valor y destreza.

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Las tardes azules el corequenque se paraba a tomar el sol en la cornisa más alta del farallón rocoso de Shajsha, después volaba para que yo gozara viéndolo batir sus alas hacia el infinito, y vea paraísos mágicos a través de sus ojos.  El ave graznaba contento, yo reía feliz, muy feliz, así nos comunicábamos en nuestro pequeño mundo andino. Después me despedía de mi amigo, ondeando al viento el cuaderno donde anotaba todo lo que veía desde la cima rocosa.

* * *

Tan pronto amaneció fui a Shajsha. En vano aguardé la llegada del corquenque hasta el anochecer. Al día siguiente retorné, mi amigo no apareció más, a pesar que amainó la lluvia. Un horrible presentimiento se apoderó de mi alma. Me había quedado solo, completamente solo, en la puna fría.

En el nuevo amanecer retorné a Recrec, desenterré al ave y lavé su cuerpecito en un puquial cercano, descubriendo con hiriente dolor, que tenía las mismas características de mi amigo corequenque: patitas amarillas, plumaje negro con blanco, rostro rojizo bordeando sus ojitos cerrados y  un kilogramo de peso. El viento anunciaba las ocho de la mañana del 14 de febrero, Día de la Amistad.

Con el ave pegadito a mi pecho, envuelto en mi ponchito habano como mortaja fransiscana, fui a Shajsha, trepé el farallón, y junto a un cactus de flores celestes lo enterré, abriendo un hoyo con mis manos.

Cuando oraba cabizbajo escuché un graznido en el cielo, levanté la mirada azorado, pero no había nada, ni siquiera una nube peregrina. Es el alma de César que ha venido a despedirse, pensé, y lloré por mi amigo querido.

Cusco, 14 de febrero de 1976 
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Fuente:

Apuntes chiquianos - WET, la hija menor de Baltasar
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