domingo, 21 de febrero de 2016

CLUB ÁNCASH: EL AMOR Y LA AMISTAD A FLOR DE PIEL - POR ÁNGEL EDGARDO CHIRINOS LAVANDER





EL AMOR Y LA AMISTAD A FLOR DE PIEL


Ángel Edgardo Chirinos Lavander

Bueno, hasta este momento no me atrevía a escribir sobre la velada literaria-musical del día sábado 13 de este mes -víspera del Día del Amor y la Amistad, de San Valentín según el calendario de los mercantilistas- porque pensé que uno de los numerosos asistentes a ese evento, lo haría. Evento que se llevó a cabo en el amplio local del Club Ancash y que fue organizado por la Presidente del Comité de Damas del mismo.

La verdad, que esta velada denominada “El amor y la amistad… a flor de piel”, fue todo un éxito, hasta me atrevería a decir, que fue apoteósica; en la que sus participantes -los que actuaron- hicieron los indecible porque todo resulte a ‘bocato di cardinali’ y la verdad, que lo lograron con creces.

El evento literario-musical, se inició con las palabras de saludo, bienvenida y ofrecimiento, dichas por el Presidente de ese Club, las mismas que al finalizar, fueron muy aplaudidas.

Luego, el Maestro de Ceremonia o Presentador, agradeció la confianza depositada en él y el honor que le habían conferido para conducir y hacer los cambios necesarios y convenientes al Programa; el mismo, que seguidamente, pidió un minuto de silencio en meditación, mientras se apagaban las luminarias y se encendían las velas como una ceremonia a la luz diáfana que ilumina la mente y el corazón de todos los concurrentes, en un acto de solidaridad y misterio.

Después de este suceso que fue impactante y no acostumbrado para la mayoría como mejor comentada por todos, se inició la participación de los artistas que habían sido seleccionados previamente -muchos de los deseosos de intervenir, no pudieron hacerlo por el gran número de ellos- y cuya actuación fue de manera generosa y gratuita.

Para esto, hay que informar como algo muy simpático, que el ‘gran salón’ del club fue decorado y arreglado ex-profesamente para el evento, con mesas y sillas revestidas y engalanadas todas ellas de blanco con bordes color rosa, que le daban una belleza espectacular. Este ambiente estaba totalmente copado y en el pasadizo se habían colocado sillas también vestidas, que acogían a quienes no habían alcanzado a ocupar las mesas. Repito, el ‘gran salón’ estaba completamente repleto de gente amante de la lírica y del arte, quienes gozaron plenamente.

La presencia del concertista de guitarra de música clásica, Ernesto Flores Caro, fue muy elogiada, interpretando dos temas con pentagrama y todo, por lo que recibió muchas palmas de los asistentes al evento. En seguida, le tocó el turno a un poeta muy conocido por ser uno de los propulsores de la poesía en Miraflores, Carlos Cuba Marmanillo, que ofreció dos temas de su repertorio poético; siendo también muy aplaudido.

El cantante René Haro Gonzales, en sus dos intervenciones, justificó el por qué le llaman el cantante de las reinas, convirtiéndose esa noche, en el cantante que enamora con sus canciones a todas las damas. Presentándose luego, un ‘tigre’ por no decir un ‘león’ entre los decimistas, me refiero a Víctor Ducastaing Laos, que más criollo que un chalaco o un victoriano, encendió la chispa del humor decente y apasionado. Los hurras y las palmas, no se hicieron esperar para ambos.

Prosiguió en esta demostración del arte y el verso, el cirujano plástico que toca la guitarra por hobby, pero que embellece los rostros femeninos de alegría como cuando se los arregla en el quirófano: el médico Marco Villafuerte, que con dos interpretaciones, se ganó a mucha gente. Y el bolerista Luis Alberto Sánchez, transportó a la gente a la época de los años 60, en que las canciones llevaban mensajes de amor y del dolor humano por el ser amado y deseado. Los aplausos para ellos fueron interminables.

Se hizo presente también, un gran declamador, decimista, poeta, conductor de un programa radial muy escuchado, Víctor José La Chira en compañía de dos damas que le acompañaron en la declamación, una precediéndole su intervención y la otra, dándole respuesta a sus versos, lo que agradó a la concurrencia que les brindó aplausos. 

Luego vino algo bastante esperado, la presencia de la cantante y poeta Luzmila Libertad Sifuentes, que como Princesa de los Pasha -para mí la Reyna-; gustó mucho sus tres interpretaciones, a cual mejor; pues, todos la conocen que es una alondra la que canta cuando ella se presenta, su dulzura, belleza y delicadeza, embriagan. La ovación del público fue tal, que mucho después volvió para cantar una marinera que sacó chispas del suelo que solo se chisporroteó.

Después de esta brillante presentación, se hizo presente la poeta ancashina Norka Bríos, quien dio lectura a dos de sus creaciones poéticas, por la que fue reconocida con las palmas de estilo.

El ‘bel canto’ también se manifestó en esta velada, en la voz maravillosa y limpia del tenor Víctor Hugo Espinoza Romero, quien con la humildad que es característica de los grandes, se ganó la preferencia de todos y cada uno de los asistentes; con Oh Sole mío y Granada, el público le ovacionó de pie y le pedían que siguiera cantando; pero el tiempo es cruel e inexorable, sólo estaba estipulado en el programa dos canciones y se tenía que ceñir al mismo. Es en verdad, un extraordinario tenor, orgullo nacional.

La presencia del cantante melódico, José Ramírez, que tanto a sus clientes como a los magistrados de justicia llega a encandilar con sus canciones, deleitó a los presentes con dos baladas de los años de nuestra juventud -me encuentro en la década del setenta- entonces, de antaño en que el amor y la nostalgia, eran temas preferidos. Las palmas no se hicieron esperar.

Hasta que llegó el momento cumbre, que trastocó el programa; pues, al ser anunciado con gran regocijo la intervención del maestro de los maestros decimistas, don Antonio Silva García y en medio de la ovación de su recibimiento, éste solicitó llamaran a la extraordinaria declamadora nacional Celia Luz Flores Flores para tener un contrapunto poético, dando así lugar a algo inolvidable e incomparable que el público supo apreciar con un silencio sepulcral y la atención al máximo, porque el deleite que gozaban era sin igual. Tal es el caso, que rompieron los relojes y el programa perdió vigencia, porque era tan grande la emoción y la atención que se puso en ambos, que al Presentador se le fue de las manos el control, porque también había entrado en estado de excitación y deleite extremos. 

Al despedirse Antonio Silva, Celia Luz Flores se quedó como dueña y señora de esa noche, llamó a Víctor Ducastaing para proseguir el contrapunto; Celia estaba, como dicen ‘brava’ y ama de la situación, que hasta le inquirió al Presentador que le responda y la siga en un poema, lo que éste hizo lo que pudo para salir airoso. Como lo digo y no me cansaré de repetirlo, esos momentos fueron los más grandes por la emotividad y gran dominio de los intervinientes. El ‘supremo’ no dejaba de aplaudir. Ellos hicieron y  convirtieron la noche, en apoteósica.

La voz del cantante de melodías amorosas Luis Miguel Valdez Rodríguez, también se hizo presente, con dos boleros alusivos a la jornada que estábamos celebrando y viviendo, ya que nuestras emociones estaban a flor de piel. De igual manera, se presentó la cantante Flavia Otárola, que con notas suaves, se robó la anuencia del ‘respetable’. Ambos desde luego, fueron bastante aplaudidos.

Faltando ya una sola intervención, la Presidente del Comité de Damas y organizadora del evento, pidió que Ángeledgar declame un poema y éste, como es su costumbre, no se negó sino gustoso declamó un romántico poema y cuando la concurrencia le ovacionaba, presentó a su pupilo Guido Rivadeneira para que declame un poema de su autoría, el mismo que también fue muy aplaudido.

Finalmente, ya más de las diez de la noche, se anunció la presentación del acordeonista nacional Pedro Salazar Rosales, quien interpretó varias canciones, que sirvieron de fondo musical al baile que Ángeledgar inició y que muchos disfrutaron. A las once de la noche se produjo el ‘fin de fiesta’, así como el brindis de honor por la fecha que a los pocos minutos después, se celebraría por el pueblo peruano y de otros países, con mucha algarabía y esperanzas.

Eso es todo lo que tengo que relatar respecto al evento “El amor y la amistad… a flor de piel”, que la señora Presidente se ha comprometido a organizar con frecuencia en dicho Club ancashino. ¡Vale!
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