Huaraz
EL TERREMOTO
DEL 31 DE MAYO 1970 EN ÁNCASH
Por Áureo
Sotelo Huerta
A LOS 5 DÍAS DE
TERREMOTO DE 1970, un grupo de aijinos decidimos viajar a nuestra castigada tierra llevando
medicinas y enlatados que los aijinos residentes en Lima habían recolectado. Partimos
hacia Huarmey, porque el camino de Conococha estaba bloqueado Ahí nos
encontramos con otras delegaciones de cochapetinos, malvasimos, huayanos,
corisinos, succhinos, mercedinos y aijinos que esperaban carro para viajar por
el valle. Un camionero se animó, pero solo llegamos hasta Lecheral porque las
rocas la hacían intransitables, viéndonos obligados hacer el recorrido a pie.
En Huiña nos separamos, los hermanos cochapetinos,
malvasinos y huayanos cruzaron el puente por la llamada Ruta A y el resto
partimos por la ruta B, tratando de agarrar altura porque las galgas todavía se
seguían desprendiendo. En el trayecto el dolor de los damnificados y el llanto
de los niños nos conmovían pero nosotros teníamos que llegar hasta Aija. De los
ocho aijinos que partimos de Huarmey a Huayup solo llegamos cuatro. El resto se
quedó y se regresaron a Lima A la cabeza
del grupo filmando, fotografiando y
testimoniando la tragedia con su inseparable y pesada filmadora y cámara
fotográfica iba ALFREDO TAMARIZ. No
teníamos el ánimo de ayudarle porque nosotros también cargábamos medicamentos. Los
enlatados los fuimos regalando en el
camino.
EL PRIMER DÍA
LLEGAMOS HASTA HUAYUP. En donde pernoctamos. Al día siguiente salimos muy temprano hacia
Coris. En el camino se iban quedando las
pocas medicinas que llevábamos; en la subida de Hueca a Coris, parecía que el
peso se había cuadruplicado. Las piernas
se resistían a seguir y hasta nos habíamos desviado del camino y avanzamos, sin
percatarnos, al borde del un precipicio. De pronto la voz del profesor Rubén Osorio
nos detuvo. ¡Alto, retrocedan!. Felizmente había estado en su chacra cosechando
añeles. En el camino mis zapatos viejos se habían destapado, mi primo Alfredo
me prestó el suyo que había llevado de reserva.
YA EN LA
ENTRADA DE CORIS Y AL RECONOCER LA VOZ DE MI AMIGO Y COLEGA RUBÉN OSORIO, ME
QUEDÉ PRIVADO. Soñé que estaba en el Purgatorio pero Satanás, que se parecía al
Mefistófeles del Fausto, con su boca de fuego, que le quemaba las barbas de San
Pedro le reclamaba airadamente mis restos. San Pedro ante tamaña insolencia lo
mandó a la mierda, El pobre diablo con su rabo entre las piernas y vomitando fuego se fue a
su horno. Cuando desperté un buen caldo
de papachaski con sus habas y choclos
hicieron el milagro de reanimarme. Esa noche después de recordar nuestra hazaña
deportiva de 1967 en que fuimos subcampeones departamentales de fútbol con
Rubén y otros muchachos como Guido y
Héctor Antúnez de Mayolo, Gil Medina, Carlos Osorio, el Cordobés
Herrera, Josafat Gomero, Julián Huerta, Víctor Náquera, entre otros, al día
siguiente partimos hacia la tierra
añorada.
DESDE CUÍRAPA
CONTEMPLAMOS LA TIERRA AÑORADA. Yo, Alfredo y Toto, esta vez sí bien montados en hermosos, jóvenes y fuertes amigos de Platero,
llegamos a Huacllán en donde se discutió la ruta. Por Mellizo, imposible, era un suicidio, las galgas seguían
cayendo, quedaba como alternativa el antiguo camino de herradura y arrancamos.
Tomamos altura por los cerros de
Huacllán. Llegamos hasta Shanán y de ahí a Llactún y La Merced. De Cuírapa
contemplamos la hermosura de nuestra tierra y cantamos: “Desde tu cúspide contemplo tu
hermoso panorama…”. Los burros aceleraron el paso y en la tarde pudimos abrazar
a nuestros seres queridos. El suelo rocoso y firme de Aija, había logrado resistir
los remezones de la fuerte escala Richter. Eso nos alegró bastante, sin embargo
las muertes nos llenaron de tristeza. Con los pocos kilos de medicamentos
básicos que llevamos Guido trató de curar a tantos enfermos. Felizmente la
ayuda internacional ya había llegado, helicópteros con ayuda había aterrizado
en Cópin. Las campanas seguían plañendo, AHÍ EL PENSAMIENTO DEL POETA JHON DONNE SE HACÍA
SENTIR. “Nadie es una isla completa en si
misma; cada hombre es un pedazo de continente; una parte de la tierra. La
muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por
consiguiente no preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
Desde el día del fatídico terremoto, ya había pasado más
de 12 días, nuestros paisanos repuestos de la tragedia empezaban la tarea de la
recuperación. Después de una semana de permanencia regresé a Lima. La
noche de la despedida, compuse este pasacalle y como la memoria me podía fallar
para recodarlo, lo grabé en la grabadora de Teresita Ita.
“MAYO
70”. EL DOCTOR GUIDO ANTÚNEZ
DE MAYOLO LARRAGÁN, GRAN COMPOSITOR AIJINO LA GRABÓ CON EL NOMBRE DE “TIERRA
MÍA”, CON LA VOZ INCONFUNDIBLE DE EDILBERTO ANTÚNEZ CAMONES Y LA ORQUESTA “JACINTO PALACIOS”.
Tierra mía, terruño mío, ahora brota mi
lira
Doliente y herida cuando te nombro,
Tus callecitas que ayer sonrían,
Tus balcones que amor ofrecían
Hoy son escombros, recuerdos y sombras
Oh papacha mama.
II
Ya las penas y amarguras, ya se han disipado
Calmado y borrado en su negrura,
De tus escombros la vida renace,
De tu llanto la fe florece,
Porque eres grande viril y gigante
Como tu suelo.
FUGA.
Tus encantos lo has perdido,
Tu recuerdo solo queda,
Pero dentro de mi pecho
Reverbera la esperanza.
HISTORIA
DE ESTE PASACALLE. Cuando regresé al año siguiente, todas las alumnas y
profesoras de la escuela 1701 de Aija me recibieron cantando este pasacalle.
Gracias Teresita Ita.
SEMANAS
DESPUÉS OTRA DELEGACIÓN DE AIJINOS, ENCABEZADO POR EL DOCTOR HERACLIO PINEDA,
ENTONCES PRESIDENTE DEL CCAA,
EMPRENDIÓ EL VIAJE HACIA LA CAPITAL DE
LA PERLA DE VERTIENTES. Esta vez cambiaron de ruta, se fueron por Huayán,
llegaron a Succha y después de pasar por el túnel llegaron a los verdes valles
de Killok, la tierra de don Clímaco
y de Manco Félix, personajes de grata recordación y después a Monserrate y de ahí a la santa tierra con más ayuda.
Una oración por los muertos de este funesto
acontecimiento telúrico que siguen viviendo en nuestros corazones.
Yungay