ADIÓS MAESTRO EDUARDO GALEANO
¡Adiós, Don Eduardo! Y gracias
por enseñarnos a escribir el orgullo que estremece por su verdad, esa verdad que se enaltece por
su justicia. Los que conformamos las Venas abiertas de Latino América: los
indios, comuneros, trabajadores de todos los soles y lunas, aprendimos de Ud. que
las palabras se hacen armas de dignificación colectiva, a partir del hombre y
su verdad, antes que de la masa y su confusión como orgullo dentífrico abrazada
a leyes impuestas por los verdugos.
Gracias Don
Eduardo, por enseñarnos que el desaliento se recicla en los paisajes de los
sueños, y los sueños se convierten en
palabras de pasión que se transforma en
camino con la voluntad de querer ser lo que se es: Venas abiertas de Latino América,
convocando utopías y astros, para el encuentro con el futuro desde la fortaleza
del pasado.
Por Ud., maestro benévolo, combatiente sereno, descubrimos que en la palabra está el pensamiento, y la palabra como pensamiento es la idea, antorcha en torno al cual, empieza el mundo a girar con las esencias intactas de su poesía. Entonces el hombre armado de su sueño, es expresión extraordinaria de su mundo; estrofa de sus pasos alumbrando los silencios, porque quien sabe soñar y escuchar silencios, hace música de sus fracasos como puños, porque en el coraje de mirar los reveses a los ojos, está la esperanza, porque la esperanza, el futuro, y la paz, es el hombre. Esa es la lección que Ud. nos deja sembrada en las Venas abiertas de Latino América.
Quien agita su pañuelo de despedida como reafirmación latinoamericana, es un comunero peruano, que le echará de menos. ¡Hasta siempre, Don Eduardo Galeano! Ud., nunca se irá a ninguna parte, porque en todas partes, en donde exista la injusticia contra los justos, estará Ud., con los filudos argumentos de su épica armando a los pobres y justos del mundo, a su encuentro .con el Pan nuestro de cada día.
Le abraza,
Régulo Villarreal Dolores
Grupo Cultural, Núcleo de Poetas y Escritores Realistas – NEPER – Perú.
Literatura Caminante, para una Historia en Marcha.
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Por Ud., maestro benévolo, combatiente sereno, descubrimos que en la palabra está el pensamiento, y la palabra como pensamiento es la idea, antorcha en torno al cual, empieza el mundo a girar con las esencias intactas de su poesía. Entonces el hombre armado de su sueño, es expresión extraordinaria de su mundo; estrofa de sus pasos alumbrando los silencios, porque quien sabe soñar y escuchar silencios, hace música de sus fracasos como puños, porque en el coraje de mirar los reveses a los ojos, está la esperanza, porque la esperanza, el futuro, y la paz, es el hombre. Esa es la lección que Ud. nos deja sembrada en las Venas abiertas de Latino América.
Quien agita su pañuelo de despedida como reafirmación latinoamericana, es un comunero peruano, que le echará de menos. ¡Hasta siempre, Don Eduardo Galeano! Ud., nunca se irá a ninguna parte, porque en todas partes, en donde exista la injusticia contra los justos, estará Ud., con los filudos argumentos de su épica armando a los pobres y justos del mundo, a su encuentro .con el Pan nuestro de cada día.
Le abraza,
Régulo Villarreal Dolores
Grupo Cultural, Núcleo de Poetas y Escritores Realistas – NEPER – Perú.
Literatura Caminante, para una Historia en Marcha.
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