miércoles, 25 de junio de 2014

UN IMPORTANTE GLOSARIO DEL QUECHUA DE HUARAZ - POR NÉSTOR ESPINOZA HARO (HUACACHI, HUARI - ÁNCASH)


UN IMPORTANTE GLOSARIO DEL QUECHUA DE HUARAZ

Por Néstor Espinoza Haro

(Huacachi, Huari - ÁNCASH)
 
Desde la invasión española del Siglo XVI  al Tawantinsuyo que consideró  a nuestros antepasados quechuas sólo como unas bestias de carga, hasta hoy  en que sus descendientes cobrizos son considerados por los herederos de los invasores como ciudadanos de segunda categoría, en una República que de república sólo tiene el nombre, el colonialismo no ha cambiado gran cosa.  

Y en cuanto al quechua, su idioma propio (nuestro idioma), después que los clérigos españoles lo usaron como medio de adoctrinamiento religioso, que en el fondo fue un medio de dominación, a raíz del levantamiento de Túpac Amaru II en 1780 fue prohibido en su uso.  

Qué terrible debió ser para el pueblo quechua quedar privado del uso público y social de su lengua. El idioma quechua se convirtió así  en un idioma clandestino y de resistencia, por obra de un poder ajeno e invasor que no tenía ningún derecho y sólo la fuerza bruta para imponer semejante privación.  

Esta situación del quechua (azaroso idioma) no ha variado, porque también hoy los andinos estamos negados de hablar oficialmente el quechua en nuestro propio territorio. La casta criolla y su supuesta democracia mantienen  a la cultura aborigen y su depósito simbólico, el quechua, en el menosprecio y la marginación secular. 

Por eso, tenemos en el Congreso nada menos que a una lingüista, blanca, nacida en el Perú y de ascendencia extranjera, como la Dra. Martha Hildbrandt, que discrimina a otra congresista (Gregoria Supa) por ser india y se opone a la dación de una ley para la enseñanza del quechua por lo menos en las zonas de influencia de esta lengua, por considerarla inferior a otros idiomas foráneos de origen europeo o anglosajón. No obstante que el lingüista norteamericano, Robert Blair, dice que hoy “ni los lingüistas armados de computadoras podrían producir algo tan perfectamente estructurado corno el quechua”.  

Y así como hicieron los frailes católicos durante la colonia, en esta neocolonia de hoy las sectas evangélicas usan el quechua para penetrar lacultura de nuestros indígenas con fines igualmente religiosos y de control social en favor del neoliberalismo.  

Sólo con el gobierno de las FF.AA, presidido por el General Juan Velasco Alvarado, el  quechua fue declarado, mediante ley, como el segundo idioma oficial del Perú, para volver luego al anonimato oficial pasado dicho gobierno.  

En relación al quechua de Huaylas que se habla en las provincias de Caraz, Yungay, Carhuaz, Recuay y Huaraz, según los estudiosos, es una de las variedades de quechua más innovadores, como también de los más conservadores por ciertas modificaciones, así como también por ciertas permanencias fonológicas. Y en cuanto a la actual situación de esta variedad de quechua, el especialista en lengua y sociolingüística Félix Julca Guerrero señala que ella se muestra desalentadora, porque en gran parte de las zonas rurales registra un proceso de empobrecimiento lingüístico, principalmente en su aspecto léxico y porque en los últimos años se observa la aparición de ciertas zonas de habla castellana en los contextos rurales.  

Hemos hecho este introito necesario para celebrar doblemente la publicación de un grueso volumen, de 721 páginas, con el epígrafe de QUECHUA DE HUARÁS EN ESPAÑOL E INGLES: GLOSARIO, por nuestra cordial amiga Menandra Mosquera, huarasina, residente ya desde 1965 en los Estados Unidos y Ex Directora de la Biblioteca del Pentágono (Departamento de Defensa de los Estados Unidos).  

La celebración es doble, porque, de un lado, nos une una grata amistad que compartimos en grupo, en esos años juveniles con la emoción de haber ingresado a la universidad y seguir una carrera, cuando organizados en el Centro Universitario Huarasino realizábamos actividades vacacionales sociales (alfabetizando en la cárcel, apoyando a modestas madres) y culturales con las que movilizábamos a todo el profesionalismo huarasino.  

Y de otro lado, por el carácter de su obra. Su interés de preservar el acervo lingüístico de su pueblo natal. Pero no lo hace, según propia declaración, como lingüista o gramática, a base de un estudio sociocultural o socio lingüístico. Parte de otra matriz: Su experiencia directa con la lengua 

materna, el quechua aprendido en la infancia, consignando términos originarios, utilizados hasta la década del 70. Lo hace para dejar este patrimonio de palabras autóctonas todavía subsistentes y su testimonio personal a su generación  y a las nuevas generaciones. Por haber aprendido a valorar la cultura andina y por una razón muy especial de orden sentimental: La nostalgia por ya no escuchar y hablar desde la distancia la lengua materna. Claro, Menandra, por muy lejos que esté, ninguna persona puede evitar aquello que Ulises sentía por su amada Ytaca.  

Esta valiosa contribución de Menandra se suma a esos esfuerzos aislados, al margen de un Estado antinacional, pro-occidental, de las academias regionales de quechua y los esfuerzos individuales de peruanos que aman lo nuestro, sin desmerecer, desde luego, lo universal. Y aunque hay peruanos extranjeros en su propio suelo agoreros de la muerte del quechua, mientras persistan esfuerzos como los señalados., el quechua no morirá. En cuatrocientos años de aplastamiento, no murió. ¡Manam!.




Fuente:

Poeta Juan Rodríguez Jara (AEPA - MARISCAL LUZURIAGA)