viernes, 21 de marzo de 2014

EN EL DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA - ANTOLOGÍA A CARGO DEL PROGRAMA RADIAL "BUENOS DÍAS CHIQUIÁN", DE HERMÁN VLADIMIRO REYES GAMARRA



 
DESTINO
 

Por Marta Crosby


¡YA VIVI TODO!

RECLAMÓ EL LIENZO ENCEGUECIDO
EN MI MANO CANSADA DE RUIDOS
¿CÓMO PODRÉ HACER YA NADA
SI MI ÚLTIMO COLOR
LO PINCELÓ EL DESTINO?

ENCENDIENDO LEÑOS EN MI PIEL
ENTRE SOMBRAS DE POETA
MIENTRAS TIRITA EL PINCEL
TE FILTRAS EN LEJANA GRIETA.

A LA PIEDRA INYECTÁNDOLES LATIDOS
Y A LA ARENA NÉCTARES DE VINO
A FUERZA DE ALQUIMIA
ME OFRECES UN RACIMO DE OLVIDO.

EN EL UMBRAL DE MI DELIRIO
EXTIENDO LAS HORAS MAS ABAJO
CONFUNDO TU ALIENTO CON EL MÍO
Y ME TRANSPORTO A UN MUNDO SIN OCASO.



SOY LO QUE AHORA
 
 
Por Lucy Martínez Zuzunaga

De aquella juventud ya no visto
colores brillantes de un arco iris,
ni soy pasión desenfrenada
voluptuoso fuego que tú esperas.

De aquellos años ya no queda
tersa piel que tus ojos buscan,
fluctuante algarabía, anhelante,
búsqueda constante de tu vida.

Ya no visto fresca envoltura
trascendiendo a tu ansiosa mirada,
ni soy capullo en flor aromado
transportado al perfil por ti soñado.

Ya no soy esa..., mas, soy luz,
remanso del desierto,
cuatro estaciones en vuelos
alternados de realidad y sueños.

Soy lo que ahora..., mujer feliz,
orgullosa llevando una mochila
de experiencias vividas, fructificadas
edad sentida, detenida en el tiempo
en vivencias de juventud eterna;
años que están aquí, para ti,
porque soy..., lo que ahora.


 
A MI PADRE
 

Por Ana María Intili

En mis sueños lo veo entrar
cada mañana.
Su mirada atraviesa el tiempo
labios quietos
su voz vuela en la nostalgia.
El sol trepa la ventana
mis zapatos de infante calzan la alegría
del encuentro.
Todavía sus manos
acarician
la almohada tibia de recuerdos
donde duermen apretadas una guitarra y mi
garganta.



LA POESÍA
 

Por Luz Samanez Paz

POESÍA, luz
semilla del pensamiento
en las manos del cósmico labriego,
sobre los surcos de la VÍA LÁCTEA
del sentimiento AMERICANO.

Que recorre
los espacios siderales del cerebro,
fruteciendo el "estro poético",
desde sus mismas raíces.

Principio o fin de la esperanza,
del HOMBRE LATINOAMERICANO,
en la inmensidad del alma
el enigma de la SABIDURÍA,
que acompasa vibrantes imágenes
de coordinadas de oro.

Que vela por la perduración del VERSO,
en el radiante corazón de la ETERNIDAD,
de la más autética POESÍA,
que esculpe en la Historia de los Siglos,
la grandeza del POETA.

Tirrente de AMOR
que viene del vientre de la MADRE,
tornándose en el primer llanto del NIÑO,
incendiando de ternura i esperanza,
en hogueras de VIDA i ALEGRÍA.

Misterio para interpretar
la POESÍA INMORTAL,
que despliega sus alas de TRIUNFO.

POESÍA en mi sangre
i en mi pensamiento,
que palpita en el silencio
de la lágrima vital del INTI.

POESÍA, que despierta la JUSTICIA SOCIAL,
de este Continente de Ternura,
tendiente a vigorizar
su espíritu de supervivencia.

POESÍA, linaje AMERICANO,
tan humana en las cuerdas
de la GUITARRA de la LIBERTAD.

POESÍA, que tiende sus azules puentes
por donde pasarán
los POETAS del FUTURO.



A SHILLWI 
 
 
Por Nélida Silva Vidal

Danza el eucalipto su danza de vida,
de semilla danzó con Shillwi, mi abuelo.
Danzaron juntos su áspera tez
con entereza de fuerte leñazo.

Alegrías y tormentos recogieron,
amor y abrigo derramaron;
juntos estrujaron su danza
mientras su linaje se esparció.

Misión y afecto compartieron;
juntos construyeron, se protegieron.
Uno sirvió de techo y lecho,
el otro de apego de hecho.

Hoy sólo sus espíritus danzan,
como danzó el eucalipto:
Tomando la forma de un sarcófago
y haciéndose a la medida de mi abuelo,
danzaron juntos su última morada.

A hombros los llevaron sus hijos cuesta abajo
mientras hundían sus pies
en húmeda tierra colorada.
Allá iban mi abuelo y el eucalipto
en su marcha sacramental.

La arcilla roja los recibió con ternura,
a mi abuelo por su magnificencia
y al eucalipto por su benevolencia.

Hoy, el eucalipto y Shillwi, mi abuelo,
en la pampa de Allauca,
danzan con el viento
su eterna danza habitual. 


 
WAIKIKI
 

Por Laura Rosales Alvarado

Espejismo de lo amado
tras el cadáver de la piedra húmeda.

Su cuerpo entre galaxias y montañas
amplía la sed
la inexplorada música
junto a las barcas y al féretro.

Peces en el aire
entibian la historia de la sierpe.

Se abren las llagas de la criatura invisible.

Late el coral abandonado.



ESPEJITO DEL CIELO


Por María Anatolia Aldave Reyes

¡Chiquián querido!
mi pequeña Patria encantada
"Mi espejito del cielo"
quedaste estampada en mi recuerdo
con tus azules y transparentes amaneceres,
tus cerros verde esmeralda,
el trinar de los pájaros alegres
en los añosos eucaliptos;
tus cristalinas cascadas
de Umpay, Putu, Usghor
con el agua dulce de los puquiales
de Shapash, Oro Puquio
donde las delicadas mariposas
jugueteaban entre las multicolores
flores del campo de perfume arrobador.

¡Oh! frescas tardes de otoño
con el alegre balar de los becerros,
el rocío que tiritaba sobre las hojas
el leve soplo del aromado viento,
potreros de alfalfa con sus flores azules,
alfombras de flores, con la flor de papa
la flor de haba;
las ligeras lagartijas,
los tranquilos sapitos
son sueños de mi infancia
como tules de espumas.

Los bullangueros loritos verde-rojo
las palomas cuculíes,
los gorriones y chivillos,
los ruiseñores, canarios y jilgueros
en armonioso concierto
volando en bandadas
en busca de alimentos
por ese cielo azul inigualado.

Te quiero y te extraño
mi tierra linda
pedacito de cielo
entre la Cordillera Blanca
y la imponente Cordillera Negra.

¡Oh! noches de luna plateada
con tu cielo tachonado
de titilantes estrellas;
cuentos de almas y fantasmas
chirrido de puertas, aullido de perros,
la paca paca mal agüero
que hasta hoy el miedo me estremece.

Yo vivo enamorada
de tus paisajes, de tu cielo,
de tus níveas cumbres,
de tu gente generosa;
pretendo retenerte en mi corazón
fluyendo ríos de emociones
y mi alma rebosante de amor.

¡Oh fuerza telúrica, celeste,
encarnada en chicos y grandes
hombres y mujeres,
jóvenes y ancianos.

¡Tierra de esperanza!
"Espejito del cielo"
deseo sintonizar
mis esfuerzos e ideales
para una siembra mejor
de amor y esperanza.


 
HISTORIA


Nora Rosa Gamarra Ramírez

Tú, fuiste un planeta desorbitado.
Sólo un infante trozado
por la precoz garra
de tu propia rebelión.
Y sin embargo fuiste
aquel muñón que se alzaba
contra todo lo que significaba
una coaccionada resignación.
Tú, descubriste
la encubierta paz que te señalaban.
Por eso te incendiaste,
al ver que dentro moraban
birrias de cómodo proceder.
Y porque amputaste el hecho
de que tu ser lisiado
era sólo el producto
de una general confusión,
por ello siendo dueño
de sabias soluciones
ante ti nada sabías.
Por eso,
la llama de protesta
que tu ser engendraba
cuando la desterrabas
sólo te quemabas,
o también la enfilabas
hacia un lascivo furor.
Y tú estuviste ciego,
manco y también sordo…
Yo lo sé.
Porque le cerrabas la boca
a la verdad que te insinuaba
que eras sólo el exponente
de una social frustración.
Pero el mundo no sabía
porque vendabas tu herida
con antenas de dulzura,
porque mordías tu alarido
con tu lengua de primor.
Y te erigías en líder
y fuiste el galán del pueblo;
todas te rodeaban
todas se disputaban
¡tu rajado amor!
Te he visto, bohemio,
repartir tus huérfanas ternuras
cuando ¡tú carecías
de propio corazón!
 
 
 
YO SOY ESE SER QUE CREE EN EL MISTERIO

 Y A CADA SEGUNDO VUELA
 

Por Milagros Hernández Chiliberti

 Yo soy ese ser que cree
 en el misterio,
 ese poeta que sus líneas
 abraza,
 soy ese pintor que besa
 su tela
 y en las mañanitas
 se declara en celo.
 Ese guerrero que nunca
 siente la derrota
 y a cada segundo vuela,
 a cada segundo canta,
 a cada segundo sueña,
 a cada segundo llora…

 Soy ese formato ondeado
 de la madre triunfante,
 de senos impregnados,
 de silla en las caderas,
 y mimos de diamante,
 con palabras de profeta
 y manos de alfayate…
 Y ese cuadrado sujeto
 que a través del tiempo
 ha conjugado el amar
 en pretérito perfecto,
 en presente indicativo
 en futuro subjuntivo
 y en per sécula inmortal… 

Soy insaciable vacío,
 ese sepulcral mutismo,
 esa intención de caricias,
 esa presente confianza,
 esa desproporción sensitiva
 que se acomoda en el viento,
 y que en las tantas noches tristes
 se nutre de la inquietud.

 Afanoso disfruto
 mirando entre chubascos;
 como cae la tarde
 en el cenit del sol
 y no soy ni la duda, ni tampoco el fracaso
 porque en mí canta el cielo
 y se hace la luz.
 Soy el Orinoco entusiasmado,
 jugueteando con la arena,
 y por las piedras bajando
 a gemir en el rosal.
 Soy corriente de silencio
 que saluda al Magdalena
 suspirando en el sendero
 del andino firmamento.
 Soy hermana del musgo
 que se borda entreverado
 haciendo puntos de suenan
 eco, suspiro y canción.

 Soy por ello el libre verso
 que no lo ancla la duda
 soy el tropo circunspecto
 de la sombra matinal
 el fuerte grito del cielo,
 que labra los pensamientos,
 la magnolia de los valles,
 el ichu del manantial.
 Pero puedo ser del llano
 el arpa en noche de luna
 y las coplas ir rimando
 en la paz del papayal.

 Soy el Salto Ángel cayendo
 como cascada inclemente,
 y voy puliendo las piedras
 como se agranda mi cuenca
 Mientras proyecto el sonido
 de mi manto cristalino
 en un viaje a las estrellas
 me nutro de sol y grana;
 soy el milagro que sueña
 con el Niágara divino
 y en las aguas que revientan
 me fortalezco de Paz.


 


 
LIMA DE LOS REYES
 

Por Verónica Solórzano Vidal

Así te bautizaron los virreyes.
Luego de destronar a Taurichusco.
Ahora te llaman Lima de los milagros.
Un día del cielo llovieron rosas,
y un moreno piadoso
sirvió a tres en torno a un mismo plato.

Entre callejones y octubres
nació el hijo de “doña Pepa”,
moreno fino él
con su terno morado de fiesta se va,
en el salón, con gran desenfado
invita a bailar a la moza
y en un descuido de la bella
¡criollamente le roba un beso!

En una esquina el chino blanquiñoso
don arroz con leche
y doña mazamorra morada
muy acalorada
debatían asuntos de fútbol
de pronto ¡casi se trenzan a golpes!
si no es que repentinamente
irrumpió en el lugar
¡una campeona de box!
que presurosa marchaba
rumbo a su consagración..

Cuentan que un famoso tenor
salió cantando óperas y zarzuelas
después de haber comido
un riquísimo cebiche
preparado en la playa
por un chef que habiendo triunfado
en lejanas tierras, regresó
añorando los aromas y sabores de su cuna.

Lima de los reyes que nacieron nobles
y de los otros que vinieron de tierra adentro
con hambre o con miedo
y aquí, con sudor y llanto
se hicieron también reyes.

Mientras en una banca de la Plaza Mayor
una preciosa limeña, suspira sus ensueños
el gran pisco la agasaja solícito y soberano
y todos en derredor
se deleitan con tan singular y exquisita pareja.

La Banda Oficial del Estado
se bate complacida tocando la marinera
que goza la multitud entera
en especial el shambar y el seco de chavelo.

La fiesta se pone sabrosona.
El cebiche y la chanfainita,
el lomo saltado y la chicha morada
piden a la Banda
un valsecito bien criollo
y lo bailan con bastante
sabor y salero.

Lima jaranera, de guitarra y cajón,
Lima de Barranco y Puente de los Suspiros
de Pinglo y Chabuca Granda,
hoy todos te festejan.

Desde los Andes,
la mazamorra de calabaza y el picante de cuy
se aúnan al homenaje de la soberana,
bailando una chuscada de Pastorita y Collas Paucar;
el rocoto relleno y el solterito de queso
dejan de lado su arrogancia y
sacan sus parejas
y le dan al zapateo.

De pronto el alegre juane
escoltando a sus apus y curacas
pide que lo acompañen a bailar
al son de la mujer hilandera.

Lima generosa,
no mezquina ni sus faldas ni arenales
al pueblerino con sus locas ilusiones.
Lima prodigiosa, en tu suelo
se hace sabio el estudiante de tu tierra
y el que de lejos llega
casi siempre sin abrigo ni fiambre.

Lima ¡favorecida por el buen Dios!
¡un ecuménico mar te baña toda!
un resplandeciente sol
broncea generosamente tus arenas,
y una extraordinaria sirena solía desde niña
peinar con gracia las inmensas olas
para gloria de Lima y el Perú entero.

Aquí se esculpieron antes y ahora las manos
de singulares mujeres que tejen triunfos memorables
en un enmallado sin fronteras.

Lima de Odiseo.
Para muchos que se fueron tras otras realidades
eres esa Itaca.
¡ah! suelo bendito, al que sueñan regresar
algún día …

Y yo me inclino reverente ,
y agradecida beso tu suelo
que me acurrucó en tu regazo
como la mejor de las madres,
desde aquella tarde en que me despedí
de mi amado Huascarán, añorándote
cuando muy niña
un amiguito me habló de ti
y desde entonces te imaginé
bella, majestuosa, generosa, invencible,
con tus alas extendidas despegando al infinito.


 
A MI MADRE


Por María del Pilar Cárdenas Márquez

En el alba de la vida,
encontré una perla cultivada
junto al jardín del oasis más bello de la historia,
adornada de corales de luz y esperanza,
con cantos de sirena que calmaban mi angustia.

Entre suaves olas cargadas de espuma blanca,
sentí sus caricias sobre mi rostro a veces confundido,
y en la playa de mi vida,
se asomaba con calma su presencia encantadora,
viendo volar a bellas gaviotas que sólo podían reflejar
la libertad que ella me sabe brindar.

Sus alas se extendían,
en abrazo a la vida…
Y al final del cielo,
pude hallar su inmensa ternura diciéndome:
Aquí estoy, y siempre estaré junto a ti.
Y volviendo la mirada a mi alrededor,
pude descubrir con júbilo que eras tú Mamá,
la que con encanto me habla,
y con dulzura me abraza con esa bella sonrisa,
por donde quiera que vaya.

 
 
MI PACTO... TESTAMENTO
 
 
(Dedicado a mi amor, los niños del mundo)

Por Ernesto Kahan, 2013

En  nuestra Tierra plantado
y atado a los preceptos del amor
hoy firmo un nuevo pacto...
-  . -
Ya es noche y oculto mis palabras,
las que de tanto andar,
están cansadas.
-  . -
Desperté y sentí mis manos... y mucha sed
y al bañarme en fría agua,
purificante de mi ser,
se silenciaron los sonidos y entré en la intimidad.
-  . -
Consulté los pulsos del tiempo
y mi conciencia en el espejo...
y de pronto,
volvieron a hablar las palabras,
las heridas de las plantas,
los afectados reflejos,
tú, el pueblo
y la luz que nos llama,
en anuncios y demandas
para  un renovado Sermón de la montaña.
-  . -
Porque Jesús no murió en el Gólgota
y no por ser crucificado...
-  . -
Murió en los sermones falsos,
en los templos de la guerra,
en la mentira de los farsantes,
en los cuernos de la miseria,
en las calles del odio
y en mí, cuando me trepo a la fama,
cuando adulado, me distancio
y cuando engaño la petición de mis llamas.
-  . -
¡Ay Mujer, que los domingos te suicidabas!
y buscabas el amor emancipado,
y dijiste -El día que en público lo haga,
seré como Eva...
Sin los sellos del pecado.
-  . -
Judío soy
de padre y madre judíos,
de la aldea de Jesús, también mosaico.
Viajamos por el mundo al Oriente.

Del Árbol del conocimiento comí
y de tal, iniciado...
Y estudiamos las creencias
y con pan desayunamos.
-  . -
Sentí miedo
 cuando no supe de lleno, ser
-no, al pisar la hierba,
no, al entrar en la mar,-
fue por no entender que cada cual, sonido es
y cada silencio, palabra,
tal las notas del clavicordio,
tal las fórmulas de Einstein a descifrar el universo,
tales sus claves y sus ecos armónicos:
Los nacimientos,
frío en el invierno
y el despertar de las palabras del bien y del mal,
que vibran en cada grito.

Sueñan – hablan – perduran...
En los ojos de los tiempos
nacidos de las manos del hombre erecto
y en vientos, acalladas por las dictaduras. 

¡Ah, las paralelas, se juntan en algo infinito!
-  . -
¡Oh, si la gente pudiera entender
 que con el uso del amor van a lograr más que con su odiar!


 
CUANDO CUMPLA MIL AÑOS
 
 
Carlos Garrido Chalén

Cuando cumpla mil años
me iré a vivir al mar
(porque en la tierra no hay justicia)
y entre moluscos y peces
conquistaré el drenaje plateado de las olas.
Seré inquilino del mar
para jurarle amores a la brisa
y dejar mis ilusiones en los puertos
para que crezca en ellos la mañana...
Y en los arrecifes congregaré a las nutrias
para saber
si el pescador pudo vencer a la tristeza.
Y como he sido un árbol viviré entre corales
para seguir las huellas
que dejan las barcazas.
Los náufragos, seguro, me achicarán el paso
y en medio de la espuma olfatearán mi arribo
y encontraré entre abismos
galeones que se hundieron
e intactas carabelas cuidando de sus muertos.
Cuando la marea me llegue a la mirada
me treparé a una estrella
para llorar mi calma entusiasmado
y haré que los delfines me enseñen el camino
mientras deshojo nardas
esperando el final.


 
BELLEZA DE LA LIBERTAD
 

José Beltrán Peña

Engreimientos del sol
Olas esculpiendo un sueño
Cielo que tiritaba de amor
Aliento del mar hechizaba el espacio
Gaviotas aleteaban su hasta siempre
Luces de Neón enmarcaban el cuadro
Y no faltaba más,
Porque al voltear mi rostro
Por ver pasar una mágica sonrisa
Me había azadonado
Una hermosa hembra
Con arranque endiablado de su auto
Cuando entre instantes
Contemplando  el horizonte
Le hablaba
Le hablaba de la belleza
Le hablaba de la belleza de la libertad
Suerte fue comprender
Que no me entendió ni lo intentó.
Sonriendo mi estúpido suspiro
Hice ingresar mi pensar
Y algunos deseos truncos
Que trataban   de seguir sus borrosas huellas
Para después
Sentarse en el acantilado
Con una peruanísima copa de pisco
Y tarareando un rock de sangre y fuego
Saludaba la llegada siempre exacta
De una maravillosa e incondicional morena
Con su brillante listón: la noche.
El lienzo estaba prefecto: respiraba.

 
 
POESÍA
 

Por Ricardo González Vigil

Quítennos la palabra 
y nada seremos.

La creación literaria
es la única que sabe
desplegar al máximo
esa humanidad
que hay en el lenguaje.


 
DOBLE MUERTE
 
 
Por Raúl Gálvez Cuéllar

Te conocí desde mi niñez, César Vallejo,
escogiste mi corazón y te quedaste
hasta morir otra vez cuando yo muera.

Así fuimos a Santiago,
a Trujillo, Lima y París,
donde en tu tumba anulando al tiempo
firmamos el pacto de volver.

El plazo vence, no hay prórroga;
y aunque me entierren en Lima,
de acuerdo al pacto de Montparnasse,
pronto será tu segunda muerte.

Tú y yo lo sabemos.


 
MI TIERRA
 
 
Por Roberto Rosario Vidal

A Huari

Mi tierra es cálida
 como el regazo de las madres
Dulce, bella, acogedora
Capulí, duraznos, tunas
Fiesta de eucaliptos
Cielo azul hasta en los sueños.

Mi tierra es noble y heroica
Igualdad de corazón y sentimiento
Hermandad en castellano y quechua
Festiva, alegre, efusiva
Abrazo, cariño, recuerdos.

Mi tierra ilumina la retina de mis días
Celebra  la fiesta patronal cada instante
Los juegos y aventuras de infancia
Amores eternos de juventud
Memoria de luz y carcajadas.

Mi tierra como ninguna otra
Está grabada con fuego en la memoria
Firmada con sangre y palabra
Promesa de hijo distante
Que añora con dolor el terruño.

 
 
EL POETA
 

Por Rodolfo Ascencio Barillas

¡OH! vida, de mis ilusiones infinitas
déjame inspirarme en la pluma de tu soledad
y en la tinta que besan tus pestañas
en el  aliento de tu infalible conticinio
y en el denuedo de tus místicas tristezas
y en los albores de tus fragantes mañanas,
y en los alertos que gimen los bosques fríos.

Pero cuando fui joven, me bañaba en tus bellas playas
y en  la marea que besaba tus chupadas  mejillas.
Yo, me despojé en la rebeldía de tu boca
y lloré con la lluvia de tus deslumbrantes cielos,
También amé el relámpago de la noche nebulosa
y besé la piel de tu mórbida agonía
y me desgajé en la icástica sed de tu ironía
y en la férula de tu extraordinaria elegía. 

Yo escribí los versos de tu majestuosa belleza
y el jardín de tus íngrimas flores
y fuiste la fuente de mis manantiales alegrías.

Yo te amé en la  locura de tus frívolos labios
y en el ocaso de tus mustios atardeceres;
mis sueños se convirtieron  en tus fugaces fantasías
en la sombra de tus líricas travesías.

¿Quién escuchará lo versos que te causan estupor?
y aquellas ilusiones cuajadas de tristezas
¿Dónde estarán los hermosos sonetos de tus manos
y el hastío de tus ignotas seducciones?
¿Quién amará la eterna juventud de tus poemas
y la impasible noche de tus nimias ansiedades?

¿Por qué callan los pájaros que anidan en los trinos de tu pecho?
no, son los gorriones que cantan en tu inmutable idilio
y los órdagos de tus fugaces emociones;
por eso, vives en el impávido río de tus desvaríos.

Tú eres esos versos de hermosa diamantina
y eres el parnaso de mis impalpables sensaciones
hermosa mujer, creación infinita de las estrellas.

Yo te seguiré amando después de mis versos sencillos
y en las ninfas de mis valles solitarios…



AGUA
 
 
Por Danilo Sánchez Lihón

Del mundo el primer aleteo de ave o lagarto. La luna inundando los nidos
Y los pájaros sin sueño revoloteando hasta tarde. Así llego a Pucallpa.
Postes negros bajo el quicio de las puertas. Aquí los pueblos son islotes
A la deriva. Y el arpa rota de la brisa modula ausencias en las astas de los techos!
Tierra anegadiza! Débil barraca donde precipitarme. Palpo la flora en la maraña
De tu vientre, palpo la estatua.

Estamos solos otra vez!

Tablazones hinchados por la aguas y un cielo cubierto de gallinazos, eso es Pucallpa!
Bajaremos entonces hasta el río donde embarcaré. Después dormir
Bien o mal aquí,
Bajo las arcadas libres de la lluvia.




SALUDO PATRIO
 

Por Víctor Castro Achuy

Hoy, al amanecer domingo, 28 de Julio, 2013.
Extiendo mi abrazo, mi patrio saludo.
Costa y sierra, selva y mar :
Bendecida tierra que hasta Dios ama.
Pero, buitres en repartija a Dios mismo amarga.

Sin embargo, rica luz de mi Bandera,
sobre la gloria incaica de mi Huaca,
me permite, esta mañana, tocar puertas, caminos, ríos, aires.
Me permite entregarles mi simple versificación.
Me permite, este orgullo, esta hora, encontrándome con "Mi Perú".

También, en este blanco y rojo día,
consecuente y de chicha enamorando.
Quiero alzar un grito, de mi escuela, de mi colegio.
Grito que dejó un poeta al pasar con piedras Haravicus :

"¡VIVA EL PERÚ, CARAJO!".
 
 


"A chiquián de ensueños..."

AMOR INMORTAL 
 
 
Por Carlos Garay Veramendi

En un lejano y fascinante pueblo andino
de feéricas bondadosas,
con arte construido por geniales
gnomos arquitectos en medio
de inmenso vergel de dioses,
donde jugueteaban undívagos:
utopías aromadas de amor eternal;
descubrí con ojos de relámpago
una cándida florcilla en jardín
muy cultivado de su adolescencia,
con glamour de orquídea reina.

Ella,
venustez, princesa regocijada:

De lozanas flores con corolas finas
y pétalos irisados de festejos,
de fraganciosos campos verdegales,
y de avecillas policromas en miles
de bandadas: trisadoras etéreas.

Ágil se salió de mi pecho-fortín
mi candoroso corazón a revolcar
regocijo en suelo alfombrado,
como el pajarillo pichcurrucus,
luego
de atragantarse con rocotos bravos
en huertos fértiles de dioses exóticos.

Por complacer a mi felicísimo
consentido-flirteador me acerqué,
sí,
me acerqué picaflor a la excepcional
y lozana florcilla elegida.

Así iniciamos la amitié amoureuse
de una pasión encandilada a plenitud.
Entonces, desde aquel ratito dichoso,
por sendas ufanas de campos floridos,
junto a claros y cantarines arroyos;
catarata con su eterna cola de novia
-paraje de graciosos geniecillos
y deidades: ninfas y ondinas-,
y entre múltiples conciertos polífonos
de gorjeos retama inacabables,
agarraditos de la mano-amor,
tan siameses y muy apegaditos:
presintiéndola en mi exaltado anhelo
casi toda mía en cuerpo y alma;
hasta sospechando su gustillo a caldo
de fiesta con presas de carnura tierna,
caminábamos riendo felicidad amante
o solamente mudos al mundo oliscoso,
disfrutando al tope intenso
nuestro exquisito amor en subjuntivo.

Y ella, mi Numen, nunca jamás faltaba
a esas imborrables citas.

Y un risueño día enamorado, solos,
la amasia soñada y el amasio soñador
bajo un cielo sonazulado de envidia.

Quise sentirla repleta en mis brazos
aquel feliz y memorable día celestial,
para en su grandeza entregarla:
mi amante amador encalabrinado,
uniendo a su inmaculado estigma:
polen de mis estambres apetecidos.

Y para churrupear su miel primaveral
en riente copa encarnada de sus labios,
y recorrerla con dicha achispada:
por sus recodos, fragancias intocadas,
y tersuras encantadoras de codiciada
flor insólita del idílico edén.

La exquisita vivaracha-torera esquivó,
y me escrutó alegre y halagüeña
hasta el abierto corazón fehaciente y
venas agitadas del alma enamorada,
atiborrándolos de iridiscente
luz inquietada y de copioso amor.
Enseguida bajó su corola ardorada,
y tan encantadora me musitó a sovoz:

Mi corazón ama otro colibrí galán.
Comprendió en puridad romántica
que nuestro sublime amor divinal:
florcilla de rocío, cándida magnolia,
no debería mustiarse así tan de fácil.

Se inmoló negándose a darme el sí:

¡Casi siempre decepcionante y mortal!

Pues al mismísimo instante emotivo
de feliz asignación de férvido amor,
a corromperse calmadamente inicia
y sucumbe deteriorado hasta ruinas:
por fatal fiasco y tiempo aniquilador,
y extenuación hasta tedio intolerable.

Así con laboriosidad prolija erigió
una imperecedera y singular arqueta
de fino cristal en mi afable songgo1,
para refugio búnker
de su idealizada imagen orquídea,
y nuestro candoroso amor inmortal.


NOSTALGIA
 
 
Por Víctor Unyén Velezmoro

Estoy sentado cual espectador impávido,
tratando de ser indiferente
al instante crucial que me rodea;
más no puedo evitar que la nostalgia
del ayer impulse nuevos bríos,
a mi condición de asalariado,
de un mundo cortante, móvil,
que se escapa núbil de las manos.

Es el momento crucial de lo indefinido,
que persevera mantenerse
en un mundo mutante, imperfecto;
a veces sórdido, implacable,
entre los glóbulos rojos
que recorren cada milímetro
de las arterias de mi cuerpo,
mundano y a la vez divino.

Soy, sólo un número impar
en la vastedad del universo,
con un código genético
que se repite cíclicamente.
Y en cada retorno inmaculado
vivo las experiencias
de mundos inconclusos
que coinciden en mi edad exacta.

Yo soy de este y también de otros mundos
que cortando el tiempo
se adentran en la historia;
se alargan hasta desaparecer finitos
en cada recodo de una esquina vertical
que cae en el oasis de la esperanza;
en la seguridad
de volver a renacer en cada aurora.

Y en cada línea no escrita,
sobre una hoja plana
de mi cuaderno marchito
de esperanzas rotas.
Horizontal, me levanto sobre mis huellas,
incrédulo y sorprendido;
para empezar nuevamente a navegar
en el silencio de las tardes grises.

Entonces ¡Vivo! Trato de sobrevivir
en el calvario de mis penas,
sobre mis dudas y temores,
entrelazo mis ideas vanas,
llevando sobre los hombros
canciones hechas poesía.
Y la alegría de vivir “siempre de pie
y nunca de rodillas”.


 
VIERNES
 

  Walter Vidal Tarazona

A ese viernes de Vallejo.

Habían azotado tu carne,
tu carne de tierra
espina
dolor
pena
hambre
sed…

Te habían escupido,
rasgado tus sienes,
clavado tus pies.

Tú, en agonía, Maestro,
en agonía de sangre y sudor,
besaste tu inmenso negro dolor.

Metieron la muerte por tu pecho
y Tú la acariciaste.

Te despreciaron
y tú sentiste compasión de su miseria.

Te pisaron, al fin,
y Tú revives, ¡Hermano! 
 
 
 


 
CUANDO MUERE UN POETA
 
 
Por Julio Solórzano Murga

Cuando muere un poeta,
calla la vida,
se entristece el alma,
el mundo suspira…

Cuando muere un poeta,
se quiebran las voces
del ritmo versado,
del alma herida.

Cuando muere un poeta,
la tinta se esparce
sobre la pálida hoja
buscando la pluma
que débil reposa
junto al tintero,
soñando escribir,
quizás, su última prosa.

Cuando muere un poeta,
hay un silencio profundo,
no hay cruz, ni corona,
ni un llanto, ni un gemido,
sólo queda cual nido
un libro encendido,
con letras ardientes
que graban los versos,
del poeta querido.

Cuando muere un poeta,
hay calma en el cielo,
las huestes celestes
irradian sus luces
al rítmico paso
de un verbo valiente,
que queda en la tierra,
Cual valioso presente.

Cuando muere un poeta,
no hay un adiós
ni un hasta luego,
sólo hay un presente
que queda en la mente,
cual recuerdo urgente
del poema que un día,
escribió para siempre.

Cuando muere un poeta,
hay paz en el alma,
profunda la calma,
divino es el don,
que se esparce cual viento
esperando el momento,
de su encuentro con Dios.


 
MI AMISTAD
 
 
Por Juan Rodríguez Jara

Mi recuerdo es pequeño como el rocío,
si quieres mantenerlo vivo y muy lozano,
no dejes que lastime tu fría indiferencia;
no dejes que el fugaz tiempo en su marcha,
borre las huellas sinceras de mi existencia.

Guárdame siempre bien en tu recuerdo.

Cuando un día a tu puerta toque el olvido,
no permitas que se apodere de tu vida;
esa vida es corta, como del río su brisa,
de la mañana, su silencio y breve sonrisa;
disfrútala al lado de mi amistad sincera,
porque al caer la taciturna tarde callada,
tú me recordarás, en tu afán del olvido
y pensarás en la mano que te di un día,
el instante que te brindé mi amistad.

Mi recuerdo será cual ancho valle,
mi gratitud incontable, como el trigal;
a la distancia, mi amistad permanecerá
luminoso como el sol de Piscobamba,
alegre como la aurora de la cordillera,
por eso, cuidemos la amistad con sinceridad,
cuando la muerte nos lleve, ella quedará,
rodando como una lágrima por el mundo.

Siempre recordaré, que ayer, me regalaste
tu última sonrisa para mi recuerdo.


 
LA MARIPOSA AZUL
 
 
Julio Olivera Oré

!!Que fue de Rosa, la de los labios guinda,
ojos azules, talle de junco, torso de ave,
 mariposa azul de la campiña?

!Qué fue de ella!
¿La sepultaron las nieves?
¿se la llevaron las aguas?

En vano se astillaron mis manos,
buscándola en los escombros.
En vano el eco de mi voz,
llenaron los poblados.
En vano mis lágrimas mojaron la tierra.

¿Te licuaste en las nieves,
sumergida en las raíces,
de cuatro palmeras que en pie quedaron.?

Idolatro este sueño,
imploro de rodillas, y despierto:
le digo que la quiero,
que la añoro y que la espero,
y que ya no sé,
si es poco o mucho
lo que sufro y lloro.

Si ya no has de volver Rosi,
¿para qué te espero?


 
BIENVENIDA AL NUEVO AÑO
 
 
Por Rodrigo Solórzano Espinoza

Bulle en los recovecos de mi memoria
la espera jubilosa del pasado año nuevo
hace doce meses exactos como hoy
enarbolando las mismas ansias inciertas
te recibí con el corazón alborozado. 

Aún rememoro mi urgencia impaciente
clamando para la humanidad amor
para el mundo el imperio de la paz
o reclamando que el hambre no perturbe
las entrañas vacías de la niñez. 

No exigimos para nuestros días
más violencia y muerte rondando
ni rapiñas escudriñando entre las sombras
amenazando con sus horribles zarpas
la instauración de la corrupción y el mal. 

Hoy arropado de renovadas ilusiones
olvidando dolores y perdonando ofensas
desempolvando la mejor de mis sonrisas
convencido de que en esta nueva ocasión
de perdurables bendiciones nos colmarás. 

A pesar de los reiterados desencantos
corroborando mi tenaz y firme convicción
haré retumbar los confines del cielo
con mi grito cargado de renacidos anhelos

¡BIENVENIDO UNA VEZ MÁS AÑO NUEVO! 


 
CCANTUHUAYTA
 
 
Por Augusto Escalante Apaéstegui

Cantutita, cantutita,
campanita de color,
que traigan tus dulces sones
notas de paz y amor.

En Matara el arco iris
multiplicó tus colores
y el picaflor andino
disfruta de tus amores.

Cantutita flor peruana,
colores de la ternura
compartes con la retama
los favores de la ventura.

Cantuta de terciopelo,
flor de humilde cuna,
cómo no quererte siempre
si eres como ninguna.

Cantutita, cantutita,
campanita de color,
que traigan tus dulces sones
notas de paz y amor. 


 CHIQUIÁN QUERIDO
 
 
Por Solio Bolarte Pardavé

Chiquián querido al evocarte
con honda nostalgia
quiero brindar estos modestos versos
de emoción sentida.

Si ingrato fui al abandonarte
no tuve la culpa,
por designios del destino
aun siendo niño de ti me alejé.

Guardas en tu suelo páginas de historia,
guardas en tu cielo un pedazo de gloria,
tus bellos paisajes
tus cerros majestuosos.

Oh Chiquián querido, eres un edén,
si alguna vez volviera
huyendo del bullicio
a tus tranquilos lares a descansar,
dormir quisiera en tu tibio regazo
y  unido en un abrazo
Chiquián en ti morir.

Lima, 1976
 
 
 
CAPULÍ TIERNO
 

Por Félix Jaimes Valderrama

Capulí, tierno capulí
¿por qué maduras antes de tiempo?
¿No ves que la gente mira tu fruto,
y de antojo quieren cogerlo?

En el camino estás creciendo,
sin percatarte de tu destino,
tu fruto tierno será cogido,
así de verde será comido.

Yo quiero ser el primero
en cuidar tu fruto hasta madurar,
serán tan dulces y tan rojitas,
vale la pena que las cuide coin amor.

 
 
PASTORITA
 

Por Felix Antonino Vidal Vidal

Si la oyeras cantar
cuando se peina,
si vieras su cabello trenzado
y su piel color de manzana.

Es la niña de ojos tristes,
pastorita dulce y tierna,
caminando tras su manada
y el perro fiel a su costado.

Es la niña de pintaibata
sonriendo a escondidas,
que se pone color granada
cuando digo que es mi reina.

Si la vieras en la cocina,
preparando sus manjares,
endulzando con su mirada
y manos angelicales.

Si la vieras bailando
vestida de palla o de anti
en las fiestas patronales,
cual muñeca de porcelana.

Es la niña de mi tierra,
flor silvestre, muy hermosa,
que en su pecho guarda un tesoro
y en sus ojos dos luceros.


 
NO DEJES DE DOLERME POESÍA
 
 
Por Nalo Alvarado Balarezo

Si calla la voz de Dios,
lloran a mares los ciegos,
y sólo calman su llanto,
cuando ven su rostro luminoso,
con los ojos del alma.

Y tú, esquiva Poesía,
eres la expresión divina
de su Creación y, como tal,
esencia del espíritu genitor,
única savia capaz de penetrar
 las murallas de la inspiración;
por eso duele tu ausencia,
porque tengo que andar a tientas
noche tras noche hasta encontrarte.

Nunca dejes de dolerme Poesía,
porque en el silencio de la madrugada
el llanto se hace mar profundo,
y sus olas me llevan hacia ti,
siempre hacia ti.

¿Sabes Poesía?,
hoy en tu Día,
me siento dichoso,
porque estoy sumergido
 en un piélago de insomnio,
enhebrando verbos y latidos
que me hacen sentir vivo.
 
Madison, 21 de marzo de 2002
 
Fuente:
 
Programa Radial "BUENOS DÍAS CHIQUIÁN", de Hernán Vladimiro Reyes Gamarra