martes, 1 de octubre de 2013

1 DE OCTUBRE: DÍA DEL PERIODISTA - FOLIOS DE LA UTOPÍA EL PERIODISMO LITERARIO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
Construcción y forja de la utopía andina
 
 
CALENDARIO DE EFEMÉRIDES
 
1 DE OCTUBRE
 
DÍA DEL PERIODISTA
.
 
FOLIOS DE LA UTOPÍA
 
EL PERIODISMO LITERARIO
 
 
 
 Danilo Sánchez Lihón 

Nunca, sino ahora, ha habido vida.
Nunca, sino ahora, han pasado gentes.
Nunca, sino ahora, ha habido casas
y avenidas, aire y horizonte.
César Vallejo
1.
 
Periodistas o comunicadores no son plenamente quienes trabajan en los mal llamados medios de comunicación, que en realidad son empresas de negocios que tienen un fin crematístico y lucrativo.
 
Son sociedades anónimas que tienen un directorio que dictamina la orientación de las noticias, contenidos e informaciones que han de difundirse, sea canal, emisora radial, periódico impreso o revista y cuya estructura y funcionamiento es la misma que de una empresa privada.
 
Pero, ¿qué venden? De todo. Pero principalmente modelos de vida, una tendencia de pensamiento, un punto de vista respecto a la realidad que favorezca a un poder determinado.
 
Venden una ideología acerca de la realidad, una opción política favorable a los intereses que ellos defienden vinculados a los grupos de poder casi siempre de tipo económico y financiero.
 
En dichas empresas el personal que allí trabaja es personal asalariado que cumple labores rutinarias y que tienen que cumplir órdenes que no satisfacen el concepto y el rol de lo que es un periodista o comunicador libre de pensamiento y capaces de optar sus propios compromisos sociales y culturales.
 
2.
 
Periodista en cambio es quien tiene una voz propia sobre determinados aspectos de interés común y quien los sabe expresar en textos orales o escritos.
 
Es a su vez quien teje una red de escuchas o lectores con quienes intercambia opiniones abriendo espacios de comunicación en determinado ámbito o área del quehacer social y cultural.
 
Periodistas y comunicadores son aquellos que tienen una voz independiente y autónoma, quienes han conformado una red de contactos con los cuales intercambian información de manera permanente, lúcida y libre.
 
En esta perspectiva es que tiene enorme asidero el periodismo literario para quienes tienen afanes e inquietudes de hacerse de una imagen y plasmar una valedera en lo social y cultural.
 
Es una vía para ser escritores independientes ejerciendo una actuación y teniendo una palabra libre. Es un área promisoria para hacerse un destino propio y acerca del cual ofrecemos a continuación algunas reflexiones.
 
3.
 
El periodismo en el mundo contemporáneo afecta a todos los seres humanos en general; a todos involucra, sean personas altamente posicionadas en la sociedad, sean comunes y corrientes, sean los pobres muy pobres y hasta los desheredados de la tierra no se escapan a su irradiación. No hay actividad humana que no tenga algún vínculo con el periodismo, a tal punto que podemos definirlo como un factor de influjo universal.
 
Pero uno de los vínculos más estrechos que guarda desde sus inicios en la historia es con la literatura. Y hasta no dejan de tener razón quienes sostienen que el periodismo se desprendió de esta actividad. Comprobamos, eso sí, que se enlazan y enriquecen mutuamente, y han conformado un área o campo de realización en la escritura creativa cual es el periodismo literario.
 
En este ámbito hay componentes que son aportes propios del periodismo y otros que son el aporte de la literatura, los mismos que combinan de manera armónica tanto que los textos de este campo resultan obras válidas periodísticamente si es que a su vez logran tener valor literario tenaz y acabado.
 
4.
 
Sin embargo, también cabe reconocer que por separado el periodismo y la literatura son dos expresiones no solo distantes sino completamente opuestas, tanto que no encontraríamos dos áreas y campos de naturaleza más disímil y antagónica.
 
De allí que no deje de ser un prodigio que en la práctica se junten, aportando cada una a este nuevo ámbito de trabajo sus virtudes y ninguno de sus defectos.
 
Al juntarse lo hacen con lo mejor de sí mismos, como aquellas parejas matrimoniales que antes de unirse fueron incorregibles como individuos y después cada uno aportaron lo mejor para ofrecérselo al nuevo vínculo, logrando un producto consistente y feliz.
 
Por separado tienen muchos defectos. Ya juntos han decantado la rémora que cada uno traía y solo se consagran con lo mejor que tienen de sí mismos.
 
Resumiendo, el periodismo literario es una actividad que conjunciona dos prácticas diferentes de valores antinómicos y contrapuestos, porque el periodismo tiene como objetivo informar con objetivad los acontecimientos y la actualidad, dirigiéndose al vasto público y sin pretender alcanzar valores estéticos, como es la motivación principal de la literatura.
 
5.
 
Ambas actividades son completamente distintas y en pugna, que más podrían ser enemigas, puesto que cada una de estas realizaciones tiene naturalezas completamente distintas.
 
Sin embargo, han logrado una fusión no solo armónica sino extraordinaria, sorprendente y prometedora por sus realizaciones concretas que ha permitido que tanto el periodismo por un lado como la literatura por otro, puedan remozarse, hacerse más eficaces y salir de sus esquinas enfrentadas que los circunscribían y limitaban, avanzando hacia un ámbito mucho más amplio, intenso y prometedor.
 
El encuentro de estas dos actividades ha dado lugar a una de las manifestaciones más plenas y asombradas como es el periodismo literario, campo que fusiona dos actividades aparentemente contradictorias e irreconciliables por la índole de sus elementos y principios constitutivos.
 
Se hacía necesario el enlace de estas dos expresiones teóricamente imposibles de amalgamarse, pero que en la realidad han dado lugar a una combinación perfecta.
 
6.
 
Al enriquecerse en sus contenidos y en el auto control de sus linderos, han conseguido un equilibrio que los acerca mucho más al público, logrando que del juego de los opuestos se obtenga el texto periodístico literario que ahora alcanza mayor interés, suspenso y valor.
 
También porque el periodista ve más el texto en función del lector y el literato más en función del propio creador y de sí mismo como persona.
 
Así, un artículo, crónica o reportaje se hacen textos periodísticos literarios a partir del impacto de su actualidad para ofrecer luego aquello que es más sutil y elaborado, como es la literatura.
 
Siendo así el periodismo, caracterizado principalmente por informar sobre hechos o acontecimientos que tienen que ver con el interés público, se ve enriquecido por el aporte del lenguaje acrisolado, la imaginación y la emotividad, sin salirse de los marcos de la objetividad periodística.
 
7.
 
Todo esto ha dado lugar a una gran sorpresa, al éxito contundente de géneros periodístico literarios como crónicas, artículos de fondo, reseñas, semblanzas, entrevistas y reportajes; y a su gran aceptación de parte del público lector. Y a tal punto que ha superado los índices de predilección que antes se dedicaba exclusivamente a poemas, cuentos, mitos, leyendas, fábulas, propios de la literatura. 
 
Esta situación insospechada se explica, ya que el periodismo a secas tiene como objetivo informar y entretener, pero para pretender formar y educar tiene que recurrir a la literatura, alcanzando de paso valores estéticos.
 
Al periodismo le interesa la realidad objetiva, los acontecimientos y la actualidad, dirigido todo ello al vasto público, que no era suficiente para alcanzar a llegar hasta ellos sin la dosis de buen lenguaje, suspenso y trascendencia que le brinda el arte.
 
En el otro margen la literatura por sí sola se dedicaba a todo aquello que es la imaginación, la subjetividad, los sentimientos, la originalidad y espectacularidad, alejándose a existir en un ámbito onírico e idealista y cada vez más extrañado de la realidad.
 
8.
 
Ahora hay una relación directa entre periodismo y literatura, siendo el periodista un artífice de la palabra, un maestro del idioma, un creador que palpa, saborea, siente, goza y padece de una expresión de una palabra o de una frase bien dicha.
 
No solo es quien la escucha y la comprende en toda la riqueza de su expresión, sino quien la dice, la moldea, la mira por delante, por detrás, al derecho y al revés.
 
Lo que hace que se pueda tener columnas más leídas y frecuentadas es que ofrezcan algo más y mejor que la noticia monda y lironda y privada de lo que la hace única: la personalidad del periodista literato que aquellos medios la ofrecen de manera estandarizada. 
 
A esto había que ponerle temperamento, genio y pasión. Por eso, el periodismo es una manera de ser y la literatura es el ser, que hace que el literato escriba a veces solo para una persona, a veces para sí mismo, a veces para nadie.
 
Y, curiosamente, esto último adquiere más valor, porque el periodismo que se sustenta en la realidad muere en el instante, lo segundo pervive mucho tiempo, de allí que esta conjunción se hacía necesaria.
 
9.
 
El suceso, el asunto y el acontecimiento es un hecho de la realidad que el periodista escritor, o periodista literato, hace mito, leyenda, cuento o poema.
 
Por eso, primero se tejen historias, incluso no escritas, ni siquiera todavía esbozadas en nuestra mente, sino apenas trazadas por nuestros pasos o los latidos en nuestras venas, que luego se hacen vida, acumulación de vida a través de la escritura.
 
Eso sí, debe ser algo que constituya parte de la memoria colectiva, que sea un hecho que el público sienta y que el periodista literario lo haga significativo y trascendente.
 
Su magia es hacerlo reconocer como un hecho importante de la realidad y que en un par de líneas lo haga valer como un asunto básico e importante de la existencia.
 
El periodismo se ha profesionalizado y a partir de entonces hay aspectos, materias, campos que son propios de esta actividad profesional, que constituyen algo así como la estructura de una disciplina, empresa o actividad.
 
10.
 
A ella se suma o agrega la colaboración del escritor, del literato o artista de la palabra que dota al material básico y primigenio de un halo, de un aura otorgándole un valor permanente.
 
En esta conjunción el periodismo aporta objetividad y la literatura subjetividad.
 
El periodismo la realidad y la literatura fantasía
 
El periodismo la palabra directa y funcional; la literatura la palabra plena de belleza, encanto y sortilegio.
 
El periodismo la inmediatez del hecho; la literatura el toque esencial y trascendente.
En este marco el texto cumple los requisitos de ser periodístico cuando se basa en hechos reales, es de interés público, tiene objetividad y fidelidad a los acontecimientos, es fácilmente entendible, legible y claro al lector.
 
Desde la otra orilla dicho texto cumple los requisitos de ser literario cuando está escrito en lenguaje preciso y enjoyado, tiene elementos de emotividad genuina, incorpora en el texto una visión del mundo con elementos de subjetividad. Y se hace sutil y sugestivo.
 
11.
 
A las consideraciones acerca de qué manera se asocian y mezclan los hechos concretos y tangibles de la realidad con aquellos otros mundos creados con originalidad debiéramos atender esta inquietud tomando en cuenta los siguientes aspectos, como puntos permanentes de debate en la relación que establece el periodismo y la literatura.
 
1. El periodismo impone necesariamente una condición ineludible, cual es la objetividad.
 
2. Es legítimo desde el plano de la literatura que se pudieran crear mundos ideales, sublimados y hasta ficticios.
 
3. Se puede también avizorar que los textos que constituyen periodismo literario adquieren un valor independiente a los hechos de la realidad que lo motivaron, constituyendo un valor en sí mismos, que se centran en la proeza del lenguaje que los alcanza a perfilar. 
 
4. En el periodismo literario se reconoce como un factor determinante la visión y el temperamento del autor de los textos, elementos que se sobreponen ante los hechos que inspiraron su desarrollo, pareciendo como una transposición de los hechos de la realidad a un plano ficticio y válido por sí mismo porque ocurre en una dimensión que alcanza a ser paradigmática superponiéndose a la simple realidad.
 
12.
 
Los siguientes factores actúan desde el ámbito periodístico:
 
1. La realidad de los sucesos tal y cómo ocurren.
 
2. El valor que dichos acontecimientos tienen para un público amplio.
 
3. La accesibilidad de un texto de parte del público lector para ser fácilmente comprendido.
 
4. El servicio social que dichos hechos cumplen a una comunidad por su actualidad y vigencia permanente.
 
Del ámbito literario:
 
1. Estilo propio del autor que imprime una manera personal de presentar los hechos.
 
2. Elementos de emotividad que logran el impacto de los sucesos que se narran y que afectan al lector.
 
3. La composición de un orden y una estructura del texto.
 
4. Elementos de imaginación en la reconstrucción, y de subjetividad en la descripción vivencial de las situaciones que ocurrieron en la realidad.
 
13.
 
En tal sentido, cada día va haciéndose más delgada y difusa la separación entre periodismo y literatura. Se reconoce que un escritor literario puede ser un buen periodista y un periodista un buen literato, considerando que el periodismo es temporal y la literatura atemporal.
 
Mientras desde el lado de la información interesa aclarar aquellos elementos nebulosos, desde el lado de la literatura se trabaja el encanto, la magia, y el extravío. 
 
Al literato más que esclarecer los asuntos él vuelve misteriosos aquellos que están claros, siembra de niebla, de sombras y aureolas los perfiles nítidos volviéndolos divagantes y difusos.
 
César Vallejo puso como emblema de su libro “Los heraldos negros” esta frase: “El que pueda entender que entienda”. A lo cual agreguemos: no solo hay que comprender sino cambiar y reverenciar con la palabra creando mundos nuevos.
 
Y así como iniciamos estas reflexiones citando el epígrafe de Hallazgo de la vida, concluimos citando otros versos del mismo poema, que dicen:
 
“Nunca, sino ahora, supe que existía una puerta, otra puerta y el canto cordial de las distancias”.
 
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente