jueves, 29 de agosto de 2013

LA VÍSPERA - APUNTES CHIQUIANOS - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)


HOLA SHAY:

Ayer 28 de agosto retumbó la Salva con olor a avellana en Espejito de cielo, y el bombo aligeró los latidos del chiquiano querendón por naturaleza. Estamos en la Víspera, día para revitalizar la energía redentora que la fiesta de Santa Rosa impulsa desde los cuatro puntos cardinales. Fiesta que no solamente lubrica huesos y cartílagos, sino también el músculo cardíaco brindándole mayor luminosidad a las galeras del espíritu telúrico.
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Sé que muchos tinyacos y golondrinas han volado hasta Chiquián desde mundos lejanos, lo que asegura que el desarraigo perderá muchas batallas en las huaylisheadas. Abran sus corazones a los amigos visitantes, con ese afecto campechano que engalana a la tierra de Luis Pardo. Gocen al máximo el corto viaje de la existencia terrena, que sólo es de ida, no hay boleto de retorno, izando a cada paso la fraternidad como dogma de vida.

Hoy visiten Usgor y respiren los aromas campestres que suben presurosos desde el valle del Aynín. Mientras caminan hacia la mágica cascada contemplen a plenitud los picachos del Huayhuash y Tucu, coronados de albinas nubes bajo nuestro hermoso cielo añil. Si ven que sus pasos son lentos, dejen sus alas a merced del viento y que el camino se encargue del resto. Ya en Usgor acaricien el agua con los pies desnudos hasta la canilla.

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Visiten también el cementerio y cuéntenle de sus sueños a los paisanos que allí reposan, y si les alcanza tiempo vayan a Chivis, santuario de los años sagrados, abriendo los desfiladeros que fueron cerrados por la maleza del olvido. En Chivis cantarán para ustedes los pájaros, y de repente una chacuita en transido vuelo les hace recordar el recodo donde perdieron las hondillas de la inocencia.

En horas de la tarde, mientras almuerzan, desaten en familia los gratos recuerdos que penden adormecidos en las huayuncas de los años idos, acariciando minuto a minuto la corteza de ese gran árbol de la hermandad chiquiana. Recuerden a Shaprita, aquel ser humano de tierna mirada que barría el desaliento desde Umpay hasta Quihuillán.

Que el chinguirito prenda la chispa de la alegría en cada poro, pero no tomen tanto, para así evitar los diablos azules que impiden el paso hacia la Iglesia para la Misa y la Procesión a cargo de la Estandarte.

Procuraré llegar a tiempo con mi pensamiento a cuestas y anclaré mi barquito de maguey en el viejo muelle del viento. Mañana 30 de agosto al rayar el alba desabotonaré mi camisa de fuerza para que mi corazón vuele sin escalas hasta Capillapunta, de ahí en picada hasta Jircán.

Mis sinceros parabienes al pueblo chiquiano, visitantes, funcionarios de la fiesta, grupos de apoyo, a los buenos comuneros y a las autoridades locales que contribuyen a la conservación de nuestros rasgos distintivos, bajo el manto de nuestra Patrona Santa Rosa de Lima.

Elevo mis plegarias por mi siempre recordada Abuelita Catita y un saludo cariñoso a mi prima Irmita Alvarado Romero. Ambas nacieron un día como hoy en Chiquián.


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¡HOMENAJE A LAS MADRES DE MI TIERRA!
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Por Pablo Manuel Calderón Yabar (Pablín)
 .
Ayer rosas rojas,
hoy blancas con tu partida;
el mañana llegará…
juntos nuevamente.
Como antes…
como ayer…
regalándome la vida
llenándome de amor.
Un plan tengo ya,
un regalo quiero darte,
especial debe ser,
el día es propicio.
Rosal de rosas rojas
injerto de rosas blancas
la tierra es chiquiana
la “tina” con agua santa.
Todo quedó listo
mi sorpresa es rojiblanca
los botones van a rosas
por Bolognesi cojo una.
El aroma de esta flor
se esparce por los cielos
es perfume de agua santa
Juan Pablo II las bendijo.
Mi madre huele ya,
el aroma a Santa Rosa
a santa de Chiquián
Juan Pablo II las condujo.
“Santa Rosa es la flor,
nuestras madres en el cielo
adivinaron la sorpresa
que festejan muy felices”.
Hay un coro en el cielo
oigo a Tina, Jesús y Catalina
Paisana, paisano ¡el coro está completo!
Están todas… todas las madres nuestras.
¡No hay motivo de tristeza!
El milagro… se produjo
Hay brindis celestial
¡¡¡Por las madres de mi tierra!!!


RECUERDOS


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Antes de cumplir sus 99 años, mi incansable abuelita de los ojos negros, a quien nunca vi descansar una mano sobre la otra, me dio este consejo: "Sigue el ejemplo de muchos paisanos y educa a tus hijos de tal manera que amen lo nuestro con reverencia y lleven por el mundo su mensaje de cultura y paz”.

Ella tenía una hermosa visión de futuro para el Perú profundo. Consideraba que sus mejores embajadores lo constituimos todos los provincianos sin excepción. Decía que en cada sueño, como en cada realización personal o colectiva siempre late el corazón de la Sierra. Esta valerosa mujer de manos estropeadas por el arduo trabajo en la Puna, nos dejó como herencia, profundas huellas que son fáciles de seguirlas sin desviar el rumbo.

También viene a mi memoria el día en que me gradué en diciembre de 1971. Ella me dijo feliz, pero digna como siempre: "Si te haces rico a costa de los demás, ¡Óyeme bien!, no visitaré la casa donde vives”. Veinticinco años después, cuando la sosteníamos con mi mamá, en brazos, exhaló su último aliento, y dio por cumplida su misión en la Tierra. Hoy, cada vez que la recuerdo, añoro esta frase que solía repetirme: “Los sueños no se matan a palos, sino cuando despiertas con flojera, ¡ahora ponte a trabajar!”. Frase directa y franca, que con el tiempo fue la cantera de donde extraje narraciones y cantares, entre ellos:

ABUELITA CATITA

Cuando pienso en ti, tejo y destejo mi pensamiento
y siento los minutos cada vez más pesados,
pues la gratitud que es ley del corazón
me dice que nunca podré pagar
todo el amor que me diste.

Me acuerdo cuando decías:
“Cuando tu corazón halle una mano
generosa que le brinde ayuda, no sabrá
si bañarla de lágrimas, cubrirla de besos
o mirar al cielo y pedirle a Dios que la bendiga”.

Recuerdo también cuando de niño me enseñaste:
amar a las borreguitas, al ganado vacuno
y a nuestros fieles perros pastores,
para quienes siempre tuviste
dulces expresiones.

También me decías:
"La faena de la vida es ruda,
la tumba del bien cava la ignorancia
y que el triunfo consiste en no dejarse enterrar",
por eso no te doblegaste ante el duro trajín de la Puna".

¡Oh! mi ángel de bondad ofrece con tu dulce expresión,
mi pena por tu ausencia al Autor de la resignación,
sumerge mi pensamiento en la meditación,
para que mi espiritu telúrico
florezca con fe y esperanza.

Hoy en mi memoria,
te veo con tu cabellito blanco
y siento el fuego de tus ojitos negros,
escucho tu voz sonora llamando a la manada,
sin trincheras ni reductos, solo esperando con amor.

Una madrugada cuando los ninacurus dejaron de brillar,
tu vida se extinguió en un suspiro en mis brazos,
resbaló de tus mejillas la última lágrima
y mi mamá Jeshu no pudo
encontrar resignación.
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Un fuerte abrazo,

Nalo


La Vergne, 29 de agosto de 2013
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