miércoles, 8 de mayo de 2013

EVITO ALVA IBARRA, EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU PARTIDA - POR ROBERTO ARANDA CHÁVEZ (RACH - CHIQUIÁN)


MISA DE AÑO: 

DILECTO CIUDADANO CHIQUIANO FÉLIX EVERARDO “EVITO” ALVA IBARRA

JUEVES 9 DE MAYO, 6:30 PM

La Vergne, 21 de abril de 2013
 
HOLA SHAY:
 
Los queridos familiares de nuestro entrañable paisano FÉLIX EVERARDO “EVITO” ALVA IBARRA, nos invitan a la Misa de Honras que por el eterno descanso de su alma se oficiará, conmemorando el PRIMER AÑO de su encuentro con el Señor. 
 

La familia agradece las muestras de solidaridad: antes, durante y después de los funerales, y Misa de Mes. 
 

HORA Y FECHA:

6:30 p.m. del jueves 9 de mayo de 2013

LUGAR:
 
Vicaría Pastoral de la Comunidad China San Francisco de Asís, Colegio Juan XXIII - Jirón Castilla Nº 842 - SAN MIGUEL. 
 


La pérdida de un ser amado es un sendero muy pesado de andar en la búsqueda de consuelo. Aliviemos la carga de sus seres queridos con la fraterna presencia de los amigos y familiares durante la Misa..
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Los paisanos que por equis razones no podamos asistir, elevemos nuestras oraciones por el descanso eterno de nuestro recordado EVITO.
 
  
Fraternalmente,
 
Nalo

Fuente:

 
María Dalmira Alva Aldave


Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Juan 11:25-26).
 
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CHIQUIÁN EN EL RECUERDO

Nuestra querencia no es su paisaje y la gente que habita su suelo, solamente. En mi caso, talvez porque no nací en Jircán, pero sí mis raíces, me fue fácil asimilar de adolescente, que
CHIQUIÁN es mucho más que ese binomio mágico: también es su sed, su hambre, su risa, sus sueños, sus luchas por el desarrollo, su canto y su llanto. No es la laguna Sequiancocha que se secó de repente, y con el tiempo se hizo parcela habitable, es también Pisanamaría y su escoba, Matara y su ccantuhuayta, Cuspón y doña Licuna, el Turumanya del maestro Rubén; es Obraje y el barbudo Andrés, Carcas y su tarde taurina de agosto, Cutacarcas con sus vacas lecheras de medio pelo. 
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Chiquián no termina en Caranca ni en Jaracoto, tampoco en Gilta, menos en Cruz del Olvido; Chiquián es el viento de Rumichaca al caer la tarde soñolienta, la mangada que viene de Ninán y Cucuna, sus caminos que serpean junto a la cascada que cae y al arroyo que pasa sonriente; es el rayo y el trueno que nos avisan que sobre todas las cosas está Dios; es nuestra generosa laguna de Conococha que calma la sed del Callejón de Huaylas. Son las manos alfareras que aplauden las obras de bien de sus hijos, las que imploran por el hijo pródigo que no vuelve desde hace muchos años; es la chicha en porongo, el chinguirito caliente, la añoranza que espera insomne; es la herida que no cierra con aguja de arriero ni con hilo de penca; es el arpa de la noche que trina lamentos y juramentos; es la jaratanta que le gana la batalla a la solitaria en una noche estrellada; es la lahuita con garancho que distrae a los estómagos flacos, la llunca que hace más robustos a los chiuchis de Pacra y el pojti solidario después de un velorio; es el chucarito de Cuspón, el tocos de Macpún, el api y la huatia de Fragua, la cachisada con papita arenosa de Huacacorral y su porción de tulpu con su toque de ají de Racrán. Es el gueli y el rantín; es el amanecer perfumado de shulay; es la alforja, la talega y el apachico de ilusiones; es la campana que dobla por el amigo que surca el éter una tarde de chirapa; es el runchus y la rashta en la Pampa de Lampas; es el ichu que silba huaynos chiquianos en Romatambo. Es fiesta campechana que une a propios y extraños, con sus callecitas angostas y las raídas puertas que aguardan al paisano errante, bajo el chueco umbral.
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Chiquián es la infancia que no se quiere ir y la nueva hornada que llega crocante a reemplazarla. Es la joroba que asoma a paso lento con su bastón de otoño; es el raudo volar de la primavera y el andar cansino del ratash invierno; es la racuana, el caishi y el arado, el poncho y el jacu, el sucu y el tucumán que abriga al cachiputu; es el llanque, los callos y los pies cuarteados por la helada que baja de Tucu; es el aroma y el trino de Parientana, el chuluc y el ninacuru de Tulpajapana, el tinyaco y el shulaco de Shulu, el dulce muchqui de Mishay, la linda verbenita cabalgando por los caminos de herradura de Luis Pardo... en fin, no habría cuándo acabar, porque el terruño lo es todo.
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Nalo .
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Cordillera Huayhuash