viernes, 31 de mayo de 2013

A 43 AÑOS DEL TERREMOTO DEL 31 DE MAYO DE 1970 - POR OLIMPIO COTILLO CABALLERO (HUARAZ)

 Plaza de Armas de Huaraz, luego del sismo

A 43 AÑOS DEL TERREMOTO DEL 31 DE MAYO DE 1970

Por Olimpio Cotillo Caballero
 
Un aniversario más del infausto terremoto que enlutó a todo Ancash y territorios colindantes. Fecha en que perecieron, por la intensidad del sismo, más de 70 mil víctimas, a quienes los sobrevivientes los lloran amargamente.

Aquella vez, desapareció la ciudad de Yungay llamada “hermosura”, pues en la parte alta esta el bicéfalo Huascarán, nevado del que se desprendió miles de toneladas de hielo y roca que lo sepultó y repitió por segunda vez sobre Ranrahirca. Desapareció Huaraz y Casma y de las otras ciudades apenas si quedaron huellas.

Durante este tiempo de ocurrido el hecho, mucho se ha escrito sobre la tragedia. En algunos personajes, ya se cicatrizaron las heridas, en otros está vívido y no hay forma de convencimiento de que la tragedia fue por un fenómeno de la naturaleza. 

Sin embargo, el luto y la recordación de los primeros años, está disminuyendo.

Ya no hay esas masivas romerías oficiales a los cementerios, ni las doloridas misas, ni el llanto desconsolado de los familiares…

Sin embargo, algunos sobrevivientes, al ver como se está transformando los usos y costumbres de nuestras ciudades cada vez decadentes en comparación a la vida bucólica de antes del sismo, donde se conocía lo que era respeto, vergüenza, bien ajeno, hermandad vecinal, rubor. Etc. Es decir, los valores humanos estaban al tope de la convivencia humana.

Entonces viene la pregunta: ¿Para experimentar estos desmanes que asemejan a Sodoma y Gomorra he sobrevivido? ¿Para ver tanta corrupción en que todos tienen precio tengo abierto los ojos? 

Señor de la Soledad: ten piedad de tu pueblo y dale inteligencia a sus gobernantes para que enmienden rumbos.