martes, 25 de diciembre de 2012

LA NAVIDAD RENOVACIÓN DE NIÑEZ Y AMOR - POR AGUSTÍN ZÚÑIGA GAMARRA (ACUCHO)


LA NAVIDAD RENOVACIÓN DE NIÑEZ Y AMOR
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Por Agustín Zúñiga Gamarra (Acucho)

A mis queridos amigos que mediante la red nos "vemos", en esta navidad deseo abrazarlos y desearles mucha paz en primer lugar consigo mismos, y luego con sus seres más queridos. Para mí, la navidad ha trascendido la religión católica, se ha convertido en una manifestación cultural de occidente. "Nacemos" cantando villancicos, mirando nuestros nacimientos, en pastos naturales en la sierra, hasta los artificiales de las ciudades modernas.

La Navidad, es una fiesta nacional, tiene su núcleo en la familia, en el hogar,  en la niñez, pero ahora se extiende también al trabajo, dejamos por unos minutos nuestras labores, para compartir paz, alegría, palabras de reflexión, apuntalando la amistad, la convivencia pacífica, deseándonos mejores oportunidades y éxitos.

Por ello, querida familia y  amigos de Chiquián, de Perú, del extranjero,  reciban mis abrazos, mis saludos, mis deseos de un año mejor, de un mundo mejor, de un día mejor. Que no nos desesperemos por alcanzar la felicidad, o  el éxito, de manera ciega y urgente. Porque la búsqueda alocada, obnubila, somete, acepta, no da tiempo a la reflexión, a la solidaridad, a la libertad, a la democracia, en fin, colisiona con lo que esta semana nos proponemos.

La navidad, nos devuelve a la niñez, a la edad más sublime, más inocente, pero más alegre.

Si morábamos en la puna, en la sierra, en el lugar más olvidado, encontrábamos regocijo, cogiendo alguna piedrita plana, lanzándola lo mas rasante a las aguas de la laguna para contar los rebotes que daba, o armábamos caminitos de carretera, con puentes y ríos, y con carritos hechos de barro, manejábamos al estilo del  gran “Chuqui”.

Las pelotas, los tambores, las trompetas, los revólveres,  tenían sus equivalentes en las piedritas, ramitas o arcillas. La alegría, surgía de la mamapacha.

Nuestras madres nunca tenían vacaciones, ellas seguían trabajando en las chacras, desde el amanecer trayendo leña, o leche, o pasto, ellas no transitaban los jirones de la unión, o avenidas Larco, o supermercados, Vea, Wong, Saga, ..

Ellas nos preparaban con sus endurecidas manos, chompitas, gorritos, mediecitas, suaves y cálidas.

Sus mayores regalos en navidad eran alimentarnos bien, los chanchitos habían crecido para proveernos en diciembre chicharrones, rellenos, “gash gash”, yanán, jamón; las vaquitas siempre prestas seguían nutriéndonos de leche, queso, cachizada, .. la abuelita enviaba sacos de granos de maíz, y frutas, ..

Era la navidad, amor de familia, cantos de villancicos en las misas de gallo. Hoy la navidad sigue siendo amor.

Y, nuestra madre sigue dándonos amor,  la diferencia que hoy ella muestra cabellos canos, manos y salud debilitada, pero siempre alegre, volviéndonos a acariciar  a todos: hijos, nietos y bisnietos, se ríe y bromea  viéndonos abrir los regalos que se arremolinan al pie del arbolito artificial, y  nacimiento  de grama artificial, le gusta las luces multicolores, y muñequitas cantoras, que juega alegre su bisnieta, para ella y para nosotros la navidad nunca pasa, solo se renueva. Y con eso todos nos renovamos en niñez y amor. Por eso nuestros saludos y abrazos son sinceros, exentos de cálculos e intereses.
Qué viva la navidad!. 
 
Que viva la amistad!.

Que viva la paz!.

Feliz navidad queridos amigos.
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