jueves, 13 de diciembre de 2012

HOMENAJE AL POETA Y ESCRITOR ANCASHINO ELMER NEYRA VALVERDE - POR JUAN RODRÍGUEZ JARA Y NÉSTOR ESPINOZA HARO


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SEMBLANZA BIOGRÁFICA Y OBRAS DE ELMER NEYRA VALVERDE

 Por Juan Rodríguez Jara

Presentamos algunos datos de la vida y las obras del docente universitario, Dr. Elmer Félix NEYRA VALVERDE. Nació en Piscobamba, histórica población del Perú eterno. Su  solar nativo está ubicado en el corazón de la Sierra Oriental de Áncash, flanqueada  por la Cordillera Blanca, al oeste y el río Marañón, al este.

Crece en un ambiente de varios primos: Alcides, Horacio, Wili, Clodo, Pikush, Otto, y sus tíos Hugo y Ulises conforman un ramillete de familia solidaria. Aparentemente, las carencias de juguetes hechos, les permitió aguzar su imaginación y crear sus propios artefactillos de distracción. La magia imaginativa convertía coronta en un bovino; retacillos de loza, en moneda; hojitas de planta, en remedios; una tierrita blanca,  en azúcar. Un equipo de fútbol: 10 frejoles del mismo color y otro de diverso matiz. 

Por lo mismo, tuvo la oportunidad de escuchar relatos auténticos de la literatura oral, apasionantes episodios del viaje que realizó su abuela Julia: de Piscobamba a Cerro de Pasco en 1905. Este periplo estuvo tejido de muchas aventuras, sorpresas, personajes, anécdotas, todo magníficamente relatado cautivó su atención cuando era niño.

Su instrucción primaria la realizó en el desaparecido Centro Escolar 304, en la compañía de una gran cantidad de niños, tanto de la población cuanto de sus alrededores. Participó de una educación activa.

Su secundaria continuó en el Colegio Nacional “Fidel Olivas Escudero” de Pomabamba, donde tuvo la suerte de contar con  dignos maestros como Augusto Egúsquiza, Hugo Palacios, Ebert Escudero, Renán Olea, Aquilino Santos.

Terminó su secundaria en el Colegio Nacional “Hipólito Unanue” de Lima. A fines de 1956, su promoción hizo presión para que se garantizara un local , puesto que, el que se ocupó, se le iba a devolver a un partido político, fue oportuna y pertinente la actuación de Jorge Basadre, ministro de Educación en 1956. Precisamente, el poeta   malogrado, César Calvo Soriano es su compañero de la promoción unanuína “Eloy Álvarez”.

Sus estudios superiores los ha realizado en las universidades de San marcos, La Católica,  La Uni. Cuenta con dos licenciaturas y dos maestrías: en Matemática y en Docencia profesional. Últimamente, se ha doctorado en el área de Educación Superior en Matemática.

PRODUCCIÓN INTELECTUAL

Publicaciones periódicas

·         Atalaya, boletín informativo a mimeógrafo, (1959-1961), director y coordinador, alternativamente con Jorge Ulises Valverde; tres números, en Piscobamba, Áncash.

·         12 de enero, boletín del Club deportivo Mariscal Luzuriaga, a mimeógrafo (1962-64) tres números, Lima.

·         Delta, boletín mimeografiado con artículos científicos, (1962-1964) órgano del Centro de estudiantes de Matemática de la Facultad de Ciencias de la  Universidad  de  San Marcos del Perú, director y colaborador; 4 números, Lima.

·         Piscobamba, revista del “Centro Juventud evolucionista hijos de Piscobamba” (1965), colabora con el artículo Esquema del institucionalismo regional.

·         Ha colaborado con Eco regional, vocero ancashino, lo mismo que en Prensa ancashina y Perú Áncash, en varios números, sobre diversos tópicos de historia, sociedad y folklore.

·         Ha dirigido, Luz en las Cumbres (2008 y 2009) vocero de la Asociación Fidelina.

·         Club Piscobamba (1998 y 1999), boletín informativo de la asociación regionalista homónima.

·         Dirige Piscopampa (Nº. 1: agosto de 2007), informativo regional.

Opúsculos

·       Wayra desojada (setiembre de 1995): Poemario en homenaje por los 50 años del Colegio Nacional Fidel Olivas Escudero  de Pomabamba, alma máter del autor.
·         Wiñayuritu, (enero de 1996) poemario bilingüe en castellano y quechua.

·         Yana mayu Illaqu (enero de 1996), breve antología de la poesía de Piscobamba.

·         Sursumcorda (Alzad los corazones),  en enero de 1996, ofrenda elegíaca en memoria del poeta Justiniano Escudero Támara, fallecido el 25-12-1995, en Lima.

·         Tsuya Qanchisqocha (febrero de 1999), manojillo poético.

·         Cosecha del alma (mayo de 1999), antología de poesía a la madre y al padre.

·         Espiga dorada (setiembre de 2006) en nombre de su promoción del Colegio Fidel Olivas Escudero de Pomabamba,  por el cincuentenario de su promoción.

·         En 2011, participa y coordina la publicación del Libro de Oro / Escuela Instituto de Ciencias Físicas y Matemáticas 1961. Editada y compilada por Eloísa Quijada.

·         Gavilla florida (mayo de 2012), composición lírica en homenaje a las madres, en especial a su querida madre, doña Leonidia Valverde (Q.E.P.D.).

Libros

·         Cae San Pablo y otros relatos (1995).

·         Rumi Shanka (1996) poemario.

·       Tropel de sueños (enero de 1998), poesía y narrativa del Encuentro de AEPA, realizado en Piscobamba y Pomabamba en 1995. Auspicia Marino Pastor. Conforman el “Equipo de trabajo”: Guido Vidal, Milton Pastor, Elmer Neyra, Danilo Barrón, Américo Portella, Áureo Sotelo, Antonino Vidal, Adelmo Vidal y Elmer Moreno.

·         Provincia de Mariscal Luzuriaga et Piscobamba,  variedad de temas  y glosas de historia, costumbres, datos geográficos de la sierra oriental de Áncash.

·         Por el Parque Nacional Huascarán (2006) costumbres y vivencias diversas.

·         El Libro de Oro Luzuriaguino (2007) en homenaje por los 50 años de la provincia de Mariscal Luzuriaga (Director de producción y edición). Obra multiautoral.

·         Evangelio de Félix Montaña (2008), relatos de humus andino y de litoral peruano.

·         Palpitar en el Ande (2010), poesía y narraciones de la sierra oriental de Áncash, producción con Walter Vidal, Juan Rodríguez, Antonino Vidal y Carlos Garay.

·         Libro de Oro de Pomabamba (2011). Colaboró con los artículos: Peregrinación a Chuyas y su complejo ceremonial y Pomabamba, en los primeros años del siglo XX. Este libro parte de la iniciativa de Alberto López Vidal en el seno de la Asociación Fidelina en 2008; y culmina con la dirección de Pedro Flores Cueva y la presidencia de Magda Vía.

·         Provincia de Mariscal Luzuriaga / capital Piscobamba / distritos (2011). Historia, costumbres, cultura popular, leyes y sociedad de la provincia y de la sierra oriental de Áncash.

·         Semillas del Amanecer (2012). Poemas de carácter infantil y de raigambre andina y al final, poemas dedicados a los pueblos de Huarás, Sihuas, Pomabamba y Piscobamba.

DISTINCIONES Y PARTICIPACIÓN

El Dr. Elmer Neyra Valverde, quien ha laborado en las instituciones emblemáticas: Universidad de San Marcos y Colegio Guadalupe, cuenta en su haber de reconocimientos con lo siguiente:

·   Diploma de Honor, por haber alcanzado el primer puesto con sus alumnos de G.U.E. “José Granda” de Lima, en el Segundo Concurso Nacional de Matemática, organizado por la G.U.E “Bartolomé Herrera”, auspiciado por “El Comercio” en 1968.

·  En 1969, en el Tercer Concurso Nacional de Matemática patrocinado por “El Comercio” y organizado por la G.U.E “Bartolomé Herrera”, recibe un Diploma de Honor, por haber obtenido el primer puesto con sus alumnos de G.U.E. “José Granda” de Lima.

·  En 1984, la directiva y profesores del Colegio Nacional de Guadalupe, le entregan un Plato y un Diploma de Honor.

·  Mención Honrosa en el Concurso de Poesía organizado por la Municipalidad de San Juan de Lurigancho con motivo de los 100 años de nacimiento de José Carlos Mariátegui en 1994. El poemario galardonado fue: “Empuñando el corazón”.

·   En 1998, el Club Áncash le condecora con Laureles magisteriales ancashinas.

·  Padrino de la promoción 2005 de la Facultad de Educación de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, área Matemáticas.

·  En 2009, sus ex alumnos de Guadalupe le entregan la “Insignia al mérito”, por su destacada labor en la docencia guadalupana.

·   23 de octubre de 2012, Diploma de Honor concedido por el Colegio Profesional de Antropólogos de Lima y el Centro de Documentación, Defensa y Apoyo al Folklore por su dedicación amplia y sacrificada en aras de la conservación y difusión de nuestra cultura tradicional.

·  Ha participado en los encuentros de Huari 2009 y Aucallama 2011 y 2012 organizados por las respectivas municipalidades y la Asociación de Escritores y Poetas de Áncash (AEPA).

·   Se ha hecho presente a los Congresos de Cultura Andina organizados por San Marcos 2011. Universidad Hermilio Valdizán en Huánuco 2012, con ponencias sobre diversos temas de la cultura andina en especial de Áncash.

 




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LA POESÍA ANDINA DE ELMER NEYRA
 
Por Néstor Espinoza Haro

Nos ha sorprendido advertir recién, después de muchos años de amistad, el quehacer cultural de Elmer Neyra, que mezcla o, mejor, enyunta, los guarismos y las fórmulas de la abstracción matemática con el uso normativo y poético del idioma. Duplicidad infrecuente no sólo en el Perú, sino también en Hispanoamérica. El caso más conocido es el del argentino Ernesto Sábato, que, de químico, pasó a ser un excelente novelista y ensayista.  Acabamos, pues, de saborear su poemario "Rumishanka", brasa de piedra, prologado muy enjundiosamente por otro poeta ancashino del distrito de San Marcos y ya bastante conocido como uno de los primeros impulsores de la literatura infantil en el Perú, Don Teófilo Maguiña Cueva. 

Nos hemos detenido en su poesía, porque la narrativa no pasa por nuestra predilección, ni tenemos la formación teórica y técnica para su abordaje.  Para quienes ya trajinamos por los predios floridos de la poesía, leer el primer verso de un poema o el primer poema de un libro es como probar la primera cucharada de un papakashki, que nos dice muy a las claras de lo que queda de la sopa. En muchos libros sólo abundan los versos y no hay casi nada de poesía. 

En algunos poemas de “Rumishanka", encontramos el mismo aire lírico de los poetas del Grupo “Orkopata”, que asimilaron muy bien el vanguardismo, como Alejandro Peralta por ejemplo: "El sol caía a pedradas, / el calor hincaba, hincaba/ como clavitos de fuego” (Se nos murió). "La tarde exhalaba sombras de rastrojos/ y aromas de chicha corajuda de agosto” (Una fiesta de estancia). “El sol de junio/enrojecía/ el lienzo verde/ de la plaza risueña. / Por los ojos/ de los pinkullos/ el eco marcial/ hincó el cielo hermoso”. (La pelea de corpus).  Pero en lo esencial es una voz propia que da cuenta de lo suyo: el hombre, la geografía y la cultura de su región nativa. 

Nos hemos visto, pues, atraídos por su sintetismo y sus remates que son como las horquetadas que separan en las trillas el grano de la paja.  En su nota de autor, Elmer establece claramente las coordenadas de su quehacer intelectual: “…quizás haya motivo de buscar los diferentes lenguajes para trasmitir el éxtasis de la belleza". "Todo lo valioso tiene una urdimbre lógica… y un soneto tiene tanta lógica interna como un teorema de la geometría, y en ésta hay tanta belleza… ”Algo que puede perdurar está más allá del utilitarismo…” "La creación es producto de una vocación, de una entrega, sin esperar nada". (…) hay corrientes, modas, pero lo más valioso es la autenticidad". (…) veinte mil años de cultura testimonian que el Perú es un país andino y pocas centurias (de República) no pueden trastocar esta honda realidad". Puntos de vista que suscribimos también como nuestros y a mucha honra.  En resumen, para situar esta mixtura en el ideario y la poética de Elmer, tendríamos que intentar la siguiente fórmula o teorema: La verdad es bella y la belleza es verdad.  Los poemas del autor nos han procurado un gozo estético profundo, por nuestra afinidad temática, terrígena, idiomática quechua e ideológica sustancialmente. Cuatrocientos años de muerte no han matado a nuestra cultura andina que no conoce la muerte, pero sí la resistencia. 

Poesía sencilla, límpida y fluida y tierna, a la manera andina, como un torrente de altura, cantarina además, que recoge a su paso el nítido retrato del mundo andino en todos sus aspectos, con su amor, su añoranza, sus sueños; con sus cosas representativas como la olla, la coca, la sandalia, el horno, la chicha, la cancha. Y, por supuesto, con las dos hondas llagas del pueblo andino, la invasión española y la invasión chilena.  “No tengas miedo, hermano, no lo tengas; /éste es el molino, molino ya viejito, / junto al riachuelo bullanguero.// Espérate, un ratito espérate, /ya llegarán las buenas mocitas/ya llegarán quizás con burritas.// Ya llegará también la noche/ a poner cercos en el camino. / Ya llegará la noche, ya llegará/ a poner corazón en el molino” (Molino viejo).

Traspasando los Andes Peruanos: llevaron la cultura a los pueblos orientales andinos
 El Libro de Oro Luzuriaguino, cargado en la espalda, llega a los distritos de Piscobamba

Elmer Neyra siempre presente en los grandes acontecimientos culturales.