SEMBRANDO PALABRAS…
Pilar Barrón Tello
Ha concluido magistralmente el II Encuentro de Integración Cultural Flor de María Drago Persivale y Guido Vidal Rodríguez en la ciudad de
Huacho. Gracias al presidente de AEPA Región Ancash, el poeta Rodrigo Solórzano
Espinoza, al presidente de AEPA filial Lima el poeta Danilo Barrón Pastor, al maestro Próspero
Gamarra Gómez, al maestro Juan Rodríguez Jara entre otros gestores del encuentro.
El presidente de la Asociación Cultural
Ínsula, Lic. Augusto Escalante Apaéstegui, nos brindó una calurosa bienvenida con
su abrazo fraternal de poesía. Ausencia del alcalde.
Tres días de ponencias en las que destacó nuestro
Patrimonio Viviente:
Áureo Sotelo Huerta, Víctor Unyen Velezmoro, Javier Cotillo Caballero, Pieter Van Dalen Luna, Ana María Intilli, Ricardo Calderón Gutierrérrez, Américo
Portella Egusquiza, Armando Alvarado Balarezo, Milton Pastor Neyra, Anatolia
Aldave Reyes, Roberto Rosario Vidal, Violeta Ardiles Poma, Yehude Collas Berrú,
Norka Bríos Ramos, Nélida Silva, Roberto Aldave, Filomeno
Zubieta Núñez que brilló con su ponencia: Flor de María Drago Persivale,
huachana con alma de poeta, entre otros.
En mi retina bailan las bolicheras huachanas
al compás de un mar tranquilo y una ciudad emergente y citadina, donde rescato
los tamalitos de la campiña a los que la poeta Flor de María Drago Persivale
hace referencia en sus poemas, los toffees artesanales, el divino olor del pan
horneándose de madrugada, la emolientera del atardecer, los restaurados
retablos de la catedral, la casona antigua del Casino de Huacho, las bancas de
madera en la plaza de armas, el abrazo fraterno de cada poeta asistente al
encuentro.
Desayunos
cafetinos de tertulias inolvidables, Lupe siempre atenta al rescate del
tiempo en las imágenes de fraternales momentos, almuerzos amenos y familiares,
cenas crísticas, ¡Viva la Poesía!
Avanzada la noche, una moto taxi de la ciudad
me lleva al corazón de Dios en el hogar de Milka, prima de “la novia de Luis
Pardo”, la poeta Verónica Solórzano que nos deleitó con su hermosa y tierna poesía
vivencial. Las palabras de su sobrino Leo me conmovieron profundamente: “mi
madre es la mujer más buena del mundo… ¡quédense un rato más! Me animaron a
tocar la guitarra y canté con el arte del alma, de regreso continuamos cantando
los poetas reunidos por la fuerza de las musas que encontré en la ciudad de
Huacho, esa razón amena que nutre mi
corazón de poeta.
Muchas gracias.