.
Autor: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Elecciones de funcionarios
.
A
las tres de la tarde, en la Plaza de Armas de Chiquián, el Alcalde
Provincial felicita y agradece a los funcionarios cesantes y da inicio
al proceso de elecciones invitando al público asistente, asumir los
cargos del próximo año. El llamado es por orden de prevalencia, y en su
momento el nuevo Capitán, Inca y demás funcionarios hacen su ingreso al
ruedo de baile, a quienes en forma simbólica se les concede los
distintivos de mando. Terminada la elección se realiza una procesión por
el perímetro de la Plaza y Santa Rosa retorna a su altar. Se continúa
con la colación.
.
.
Huatacahuay (WataKahuay)
Es la actividad que cierra la fiesta en un concierto de emociones encontradas. El último brindis con lágrimas bañando las pupilas capulí, que hasta el cielo se nubla. 'Es el último banquete shay', susurra nostalgico Roberto Barrenechea Martel 'Sopón', cada 4 de setiembre.
Este día o el 5, el Capitán, el Inca y Rumiñahui realizan su 'cumplimiento' con un almuerzo, y enviando a los domicilios de sus guelis, comitiva y séquito, potajes típicos, como días ante lo hicieron la Estandarte, los mayordomos y las mayoralas. La pachamanca es uno de los platos fuertes del Huatacahuay.
t
Los utensilios de cocina son devueltos más brillantes, y en la casa de los funcionarios la fe impera, por la satisfacción de la tarea cumplida con devoción.
Horas más tarde los integrantes de las bandas y sus familiares retornan a sus pueblos, llevando sobre sus hombros: los triunfos logrados, alimentos y ofrecimientos para participar en otros eventos.
A estas alturas ya está grabada en la memoria y la retina de aquellos seres humanos que visitaron por primera vez Chiquián, la imagen de un paraíso añil vitral, con una brillantez tan luminosa que ojos incrédulos no pueden absorber con facilidad. Naturaleza sin igual que la Mano de Dios ha creado para deleitar los sentidos de los amigos visitantes que se quedan sin palabras para describir su magnetismo. Eso fue lo que sentí cuando conocí la tierra de mis padres, como si las alas del amor me elevaran más allá del Yerupajá hasta tocar el firmamento. ¿Sentirán lo mismo todos?, ¡claro que sí¡, porque CHIQUIÁN es un edén real.
También retornan a Huaraz, Chimbote, Barranca y Lima los mercachifles, expresivos comerciantes que alegran el ambiente durante la festividad. Recuerdo que de pequeño caminaba sin un céntimo en el bolsillo, preguntando sobre los precios de sus vistosos productos que exhibían en improvisadas carpas, en ambas veredas del jirón Dos de Mayo (de Tarapacá hasta la Plaza de Armas). Competían con ellos: vendedoras de pescado frito, pan con lechón, chicharrones, emoliente, bizcochuelos, alfeñiques, helados, roscas bañadas, fritanguita, anticuchos y picarones. Asimismo detenía mi paso para observar, cómo muchos incautos eran timados hasta empeñar sus bolsillos en el frontis del mercado de abastos, por los encantadores de culebras con atuendos de 'chunchos' y otros más 'vivos' con sus rifas y sus juegos de la 'chica y la grande', "pasa luna, pasa sol", "ahí va la bolita, dónde está la bolita, acá está la bolita". También me ponía a ver películas mexicanas en blanco y negro en las maquinitas de plástico de 8 centímetros del tarolista Enrique Mejía a quien llamábamos el 'viejo de Llaclla', previo pago de 10 centavos o un manojo de acelgas para su uso como papel higiénico ecológico. Cómo olvidar al organillero Rufino y su monito que pronosticaban una excelente fiesta de Santa Rosa del año venidero...
.
Fuente:
Capítulo XIV de la novela "DEL MISMO TRIGO" 1993 - Bodas de Oro del Colegio Nacional "Coronel Bolognesi" de Chiquián. En Internet desde el 2003.
.