A MI PADRE
Norka Z. Brios Ramos.
Late en mi pensamiento
lo que papá hizo por mí:
Giró mis sueños de niña
en un carrusel mágico
y calmó mi sed de aprendizaje
con agua fresca de manantial.
Norka Z. Brios Ramos.
Late en mi pensamiento
lo que papá hizo por mí:
Giró mis sueños de niña
en un carrusel mágico
y calmó mi sed de aprendizaje
con agua fresca de manantial.
Poco a poco me enseñó
que el secreto de la felicidad
está en compartir con los demás
el pan nuestro de cada día.
De oro fueron sus consejos:
“Toma las riendas de tu vida
con la ternura de una oración
y cabalga siempre junto a Dios,
Sólo así llegarás feliz a tu destino”.
Con los acordes de su arpa
y su melodiosa mandolina
mitigó las penas y los dolores
de mis primeras caídas.
El tiempo pasó inexorable
y acudió al llamado del Señor.
Lejos quedaron los años felices
y pronto cayó una llovizna gris
ensombreciendo mi vida,
mas su legado de amor
abrió sendas luminosas
en cada despertar.
Claro, no faltaron los golpes,
tampoco escasean los tropezones,
pero ahí está su ejemplo,
sosteniéndome día a día.
y pronto cayó una llovizna gris
ensombreciendo mi vida,
mas su legado de amor
abrió sendas luminosas
en cada despertar.
Claro, no faltaron los golpes,
tampoco escasean los tropezones,
pero ahí está su ejemplo,
sosteniéndome día a día.
Hoy, el viento frío de algún oscuro chiflón
me lleva de la mano a la reflexión,
así, al final del túnel, llega la luz
como un bálsamo y una bendición.
Gracias papá, mi águila blanca,
tu corazón late en mi ser.
Tu plumita azul.