sábado, 12 de mayo de 2012

LA VIEJA CASA ESPERA - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

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LA VIEJA CASA ESPERA

RECUERDOS
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 Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Hoy, después de un fresco aguacerito matinal visité tu casa solariega, aquel dulce hogar donde brillaron tus ojos por primera vez. Por la calzada van y vienen personas a quienes saludo ¡y ni siquiera me miran!. Ellos no conocieron a nuestros viejos; a unos, porque emprendieron el gran vuelo estando lejos; a otros, porque murieron olvidados en su propia tierra.

La puerta del zaguán está clausurada con un tronco de aliso. Hace 12 años que nadie habita la casona,
y tuve que trepar la tapia del patio para poder entrar. El corredor todavía guarda tus pasos y el eco de tu risa que el viento no ha logrado arrebatarle. Cada mañana el Sol ingresa por las cicatrices que el tiempo ha dejado en la puerta posterior, y la Luna ya no asoma por el altillo donde secaban las mazorcas para la rica canchita.
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En el invierno la lluvia lava los techos rojos haciendo reverdecer el musgo, pero únicamente en los lugares donde quedan tejas; donde no las hay, las paredes están sentenciadas a caer; ojalá se mantengan en pie un invierno más. En el alero trinan los pichuichancas como en los años tempranos; y en la enramada que se aferra a la pirca, hacen piruetas los huinchus.
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A través de la rendija de la puerta de ingreso a la sala pude verte en un retrato junto a tus padres y hermanos. Estás en la plaza de armas con tu uniforme comando del 5to. de Primaria, pero sin cristina. Al lado de la foto en blanco y negro pende un viejo calendario, donde los días están marcados con una 'X', hasta la fecha en que tu mamita subió al cielo.

Del fogón,
que por tu descuido una mañana de abril se desbordó la leche apagando el fuego y cubriendo de espuma la leña, ya no quedan ni cenizas. Al pie del batán duermen el sueño de los injustos: un bolero, una guetu pelota despanzada, un carrito de madera sin llantas y dos trompitos quiñados por las púas del olvido. Las habitaciones del fondo tienen tanto polvo y telarañas en las puertas, que ni un rayo de luz se filtra.

Comentan tus vecinos
que tu viejita murió de cólicos, mas el patio me dice que fue de nostalgia, quizá desgranando infinitos rosarios y apretando alfileres de silencios con sus labios agrietados de pena, tratando de hilvanar con hilos de fe los días de soledad en el tenso vivir de esperanza.

Desde que tu papá murió, fatigado de indagar noticias tuyas en la Oficina de Correos, ella vivió sola, charlando con su perrito Chatuco, su fiel amigo hasta que exhaló su último aliento de vida, pronunciando tu nombre.

Espero que este segundo domingo de mayo te acuerdes de ella y ores por su alma buena.

Me olvidaba decirte que sobre la tumba de tu querida madrecita florece un lirio blanco, y que la vieja casa espera.

Caminante:

En 10 minutos he vivido en tu casa muchas primaveras de aquellos felices años; de repente continuarás jugando a las escondidas por el mundo entero, yo andaré sin hacer ruido por las callecitas de nuestros barrios, cubriendo con hojas de otoño las tenues huellas de la infancia, y rescatando gota a gota el bello recuerdo que la tempestad de la ausencia trata de robarnos para convertirlo en leyenda. 

Que Dios te bendiga shay,

Nalo
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FOTOGRAFÍAS DE CHIQUIÁN
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Fuente:

Un trocito "DEL MISMO TRIGO"
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