RECONOCEN A INTELECTUALES ANCASHINOS EN EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Por Aureo Sotelo,
vicepresidente de AEPA.
El 28 de febrero
del presente será inolvidable para los 18 intelectuales seleccionados de nuestro
departamento, porque por una feliz iniciativa del Mg. José Antonio Salazar,
actual Director del Ministerio de Cultura, filial Ancash y de los congresistas
ancashinos Freddy Otárola y Modesto Julca, se acordó rendirle un homenaje a
nuestro departamento y dentro de ella a los mejores intelectuales ancashinos con
un programa especial.
Primera Parte.- Saludo de los mencionados
congresistas, mostrando su preocupación por el quehacer de nuestro departamento,
pero, dejándonos una ingrata sensación, de que siendo legisladores de la nación,
no tienen injerencia, menos control alguno en las actividades del Presidente de
la Región Ancash, que actúa como una isla, mejor digamos como una reyecía, a su
libre albedrío, sin que nadie ose pedirle cuentas. ¡Ya pues señores del
Congreso, ustedes han sido nombrados para legislar!. El poeta José Antonio
Salazar saludó este magno acontecimiento y la conferencia de fondo estuvo a
cargo del investigador chimbotano Víctor Unyén, también uno de los
homenajeados, que presentó su libro “Ancash un viaje por la historia”, fue
una disertación excelente, digna de esta fecha, de ese recinto y
de ese publico; de una oratoria digna de un Jorge Basadre.
Segunda parte. De inmediato se hizo presente el
arte, en que puso la nota alegre el mismísimo José Antonio cantando y tocando la
guitarra.
En la tercera parte se inició la
premiación: El
historiador Augusto Alva Herrera, de Caraz, incansable estudioso de nuestro
departamento bajo el slogan ciceroniano: la historia es “Magistra vitae”; el
historiador Reyna Loly, de Huaraz, que con la preocupación de un Homero nos
ha dejado páginas inolvidables para conocer mejor a nuestro departamento y al
país; Filomeno Zubieta, de Chiquián, historiador y promotor cultural,
cuyo centro de operaciones es la universidad de Huacho, como discípulo de Emilio
Romero, pone a su Bolognesi en la cima de sus preocupaciones; Roberto Aldave,
de Chiquián, paisano de Luis Pardo, el patriota rebelde, del “espejito del
cielo”, epígrafe de su talento creador, el Sergei Eisenstein de Chiquián y AEPA,
cuyos documentales han colocado a su tierra en la preferida para el turismo;
Wilfredo Kapsoli, de Pomabamba, es nuestro Luis Valcárcel
ancashino, que destaca con luz propio no sólo en Ancash sino en el país entero,
forma parte de lo que podríamos llamar el parnaso de los historiadores peruanos;
Joel Ramírez, de Yungay, que como su maestro Ricardo Palma es un
excelente bibliotecólogo, que lucha para que en cada pueblo haya
una buena biblioteca, más aún ahora en que la gente se resiste a leer; Rosa
Cerna, de Huaraz, es nuestra exquisita poeta especialmente de los
niños, que en aras de la imaginación nos hace volar montado en nuestro cóndor
cordillerano, conociendo la grandeza de nuestro departamento y del país;
Oscar Colchado, de Huallanca, (o de Chimbote), es discípulo de Arguedas y
Eguren, que en compañía de su “cholito”, nos hace pasear por las cordilleras,
mesetas andinas y puertos de Ancash, hasta que “la locas ilusiones” lo llevan a
La Capital y al Perú entero. Oscar y su Cholito visitan los vericuetos de
nuestro territorio con sonrisas y alegrías; Félix Alvarez Brum, de
Pallasca, historiador, diplomático y maestro. Escribió, entre otros libros, ANCASH, una
historia regional peruana (1970); Elías Mejía, de
Huaraz, que en la UNMSM, bajo el slogan de Encinas: “El más alto cargo que
un ciudadano puede ejercer en una sociedad democrática es el de ser maestro”, ha
convertido a esa universidad como el centro de sus investigaciones pedagógicas,
siempre con una alegre sonrisa; Walabonzo Rodríguez, es de Llamellín, es
el émulo de Compayre, gigante de la pedagogía allá por las décadas del
70 al 80, cuyos libros eran de lectura obligada para los futuros
maestros; César Angeles caballero, de Caraz, ese gigante de conocimiento
panorámico, que ha publicado tantísimos libros, incluyendo el
Pisco peruano, rector como lo fue Pulgar Vidal, de varias universidades, es el
verdadero maestro de la erudición; el obispo Luis Bambarén, de Yungay,
cuya sapiencia y talento siempre está a flor de piel, al extremo que hasta los
agnósticos, gracias a él admiramos la obra de Dios, de los
sacerdotes, que es diferente al cristianismo inquisidor que merodea por algunas
universidades, él es un sacerdote impecable, por eso todos los ancashinos y
peruanos lo admiramos y seguimos; La Princesita de Yungay, cuya voz y
personalidad incomparable, nos recuerda que ella pertenece a aquel grupo
maravilloso de cantantes y compositores de las décadas de oro (del 40 al 80) de
la música ancashina encabezado por Jacinto Palacios y Pastorita Huaracina, ella
es de las pocas joyas que recorre nuestro departamento, el Perú y el mundo
entero; Elmer Huerta, de Recuay, es un médico famoso que no necesita
ninguna presentación; Erik Antúnez de Mayolo Rinning, de Aija, el famoso
investigador de la nutrición en el Imperio Incaico y descubridor, entre otras cosas, del Sachainchi, que hoy en
día ha revolucionado la farmacopea mundial, porque es el único producto conocido
que estimula las neuronas, los árboles de nuestra selva están contentísimos con
él, porque el hombre de la selva en vez de talarlos ahora prefiere cosechar sus
frutos frente a la demanda mundial; Aureo Sotelo Huerta, de Aija,
es dramaturgo, biógrafo, narrador y compositor.
AGRADECIMIENTOS. Todos los homenajeados, la gran
mayoría miembros de AEPA (Asociación de Escritores y Poetas de Ancash),
agradecemos la brillante iniciativa de José Antonio Salazar y de los
Congresistas mencionados, esperando que estas actividades SE
ENRIQUEZCAN y se repitan; es la única forma, entre otras, de
enriquecer nuestra autoestima.
IMÁGENES DE LA CEREMONIA
Danilo Barrón Pastor