jueves, 22 de marzo de 2012

EL AGUA EN LA CULTURA ANCASHINA I Y II - POR JOSÉ ANTONIO SALAZAR MEJÍA Y CEFERINO (UN DÍA COMO HOY EN HUARAZ)


EL AGUA EN LA CULTURA ANCASHINA I

Por José Antonio Salazar Majía 
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 En la cultura andina el agua era una de las mayores deidades a las que reverenciaban nuestros ancestros.

Fuente de vida y muerte, el agua se halla en muchos mitos y leyendas. En el mito fundacional de los Huaris, el agua es la originaria de destrucción al presentarse como un terrible diluvio que obliga a los gigantescos Huaris a abandonar el valle sagrado del Callejón de Huaylas y como consecuencia de tal hecho nace la vida representada en plantas, animales y hombres.

Luego la encontramos en el hermoso mito del dios Guari, cuando este heroe cultural decide traer la civilizacion y luego de enamorar a la Mama Yaku para que se deje canalizar, enseña a los hombres los secretos de la agricultura.

La deidad, sea en forma natural o convertida en lluvia o granizo, es reverenciada por todas las culturas andinas, desde Caral, Sechin, Chavín, Recuay, Moche, Chimú, hasta la Inca. Diversos ritos se han relacionado con el agua.


Croquis de la ubicación del templo de Chavín

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Su poder era tal, que los grandes santuarios han sido edificados en el encuentro de dos aguas, en un "tinku". Asi tenemos al gran templo de Chavín que fue levantado allí donde se juntan los rios Wacheksa y Mosna; o a Pumacayán, erigido entre el Auqui y el Quillcay.

Las lagunas fueron consideradas "paqarinas", mágicos lugares de donde nace la vida y los ríos también merecían reverente adoración. no hay que olvidar que nuestro río Santa era llamado el "Hatun Mayu" o Auquis Mayu", río sagrado. Los ojos de agua eran puntos de encuentro entre nuestro mundo y el mundo de abajo, lugar preferido por los "Ichik Ollqos" para edificar sus mágicas moradas.


El Ichik Ollqo sobre un cactus

El culto al agua se manifiesta en una serie de rituales que se realizan aún en nuestros pueblos y comunidades andinas. La "situa" que se desarrollaba en el mes de noviembre era el ritual de purificación; en ella, desde el Inca hasta el más humilde poblador del Tahuantinsuyo, acudía a los ríos para contarle sus faltas y pecados, y el agua los purificaba y se llevaba sus maldades. Algo parecido se vive hoy en dií en el cierre de los Carnavales, cuando en Huaraz, el Miércoles de Ceniza se "entierra" al Carnavalón en las aguas del río Quillcay, el encargado de llevarse los males y limpiar de este modo al pueblo.
El Pitsqaki, es la celebración tradicional del 5to. día del fallecimiento de una persona. Los familiares mas cercanos se dirigen al río a lavar las ropas del difunto. Nuevamente el agua cumple su función sanadora. Una vez limpias las prendas del familiar muerto, se procede a velarlas y a servirse alredor de ellas el clásico "api de calabaza".



Lavar las ropas del difunto es una tradición popular

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En el sub conciente popular esta instalada la idea del poder puricador del agua. En la popular chuscada "Rio Santa", se dice literalmente: "quiero que lleves todos mis males al olvido", en clara alusion a su funcion benefica. Demás está señalar la influencia del agua sobre el corazón de los mortales y sus poderes para conjurar los males de amor. "Agua del olvido estaras tomando..." Nos dice un popular verso, y mas rotundas son las letras del inigualable huaynito pomabambino "Aguita clara de Curayacu", cuando enfaticamente afirma: "... ¡Todos te llaman agua de amor!".
En el campo religioso no podemos dejar de mencionar el poder sanador que la gente otorga al agua bendita. Botellas y botellas se bendicen todos los domingos en nuestros templos y son llevadas luego a casas y cementeras para alejar a los malos espiritus.
En Olleros se mantiene la tradición del agua santa de Arzobispo. Una fuente de aguas venenosas, al ser bendecidas por santo toribio de Mogrovejo, por entonces Arzobispo de Lima, se convirtieron en aguas curativas; por ello a aquel lugar se le conoce hasta el día de hoy como "Arzobispo".


En Macate Santo Toribio hizo brotar agua de la roca.


Los techos de teja y las calles empedradas son características en Corongo

EL AGUA EN LA CULTURA ANCASHINA II

Por José Antonio Salazar Majía 
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En pleno siglo XXI tenemos en Corongo, bellísima ciudad andina del norte ancashino, un sistema de rituales ancestrales en torno al agua, que mantienen plena vigencia y vitalidad.
Quien concentra en torno a su persona el protagonismo de todas las actividades en Corongo es el Juez de Aguas... y su esposa.

El Juez de Aguas, que es elegido al inicio de año, es el encargado de organizar toda la actividad festiva y ritual que se ha de desarrollar durante el ciclo anual en Corongo.

El poder y la autoridad de un Juez de Agua es mayor que el del alcalde, que en del gobernador. Su autoridad es total.


Puente colonial de Calicanto en Corongo


En enero distribuye el agua entre los regantes, estableciendo un riguroso rol que se respeta sin objeciones. Su primera actividad es dirigir las faenas de limpieza de canales y acequias, para ello tiene que dar de comer y beber a todo los concurrentes.
Durante los carnavales su papel es vital.

En la Semana Santa es quien organiza desde las misas hasta las procesiones. Él preside todas las actividades de esta fiesta en dónde se recoge todo el pueblo coronguino.

Pero en donde su función es irremplazable es en junio en la fiesta patronal de san Pedro. Un pueblo ligado al agua no podía tener otro patrón que san Pedro, el pescador, señor de las aguas.


la danza de las pallas de Corongo es Patrimonio Cultural de la Nación
En torno al Juez de Aguas se realiza la fiesta. Él es el mayordomo, quien convoca a las Pallas, a los "chirocos", a la bande músicos; las viudas le agasajan en medio de la fiesta para que no se olvide de ellas y les dé preferencia al reasignar los turnos. El esplendor de la fiesta de san Pedro de Corongo, depende del empeño que le ponga el Juez de Aguas, y cada año se rivaliza por hacerlo mejor que el año anterior.

¿Y no se puede decir que en Corongo la costumbre es colonial y no andina?



Jueces de Aguas, Parte Arriba y Parte Abajo

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Hay un hecho irrefutable que reivindica el origen andino de los Jueces de Agua de Corongo. Es su caracter dual. Son dos los Jueces de Agua, uno con mayor predominio que el otro. El de la Parte Arriba con su canal Mashjonja y el de la Parte Abajo con su canal Aya taqshakuna (donde se lava la ropa de los muertos).

Ambos con su espacio delimitado, pero tambien ambos ligados permanentemente al agua. El agua les da poder, les otorga estatus. El agua lo es todo en Corongo.


Don Humberto Malpica Vega y esposa, 
Juez de Aguas de Corongo ante las andas de san Pedro 

Fuente:



José Antonio Salazar Mejía


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