CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2012, AÑO DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER, LA POESÍA
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Construcción y forja de la utopía andina
2012, AÑO DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER, LA POESÍA
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Y EL NACIMIENTO DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
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DEL 18 AL 20 DE MAYO, 2012
CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA
PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE CHUCO, TIERRA DE VALLEJO
FESTIVAL TRILCE DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINAS
PERSONALIDADES QUE ASISTIRÁN A CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA
CARLOS HUAMÁN LÓPEZ (UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO), ALFRED ASÍS (POETA DE ISLA NEGRA - CHILE), GUSTAVO ROJAS VELA (PRESIDENTE DE EDUCAP), JOSÉ LUIS AYALA (POETA NACIONAL DE IDENTIDAD AYMARA), LIDIA VÁSQUEZ RUIZ (ABOGADA Y PROMOTORA CULTURAL, PODER JUDICIAL), EDMUNDO TORREJÓN JURADO (SOCIEDAD DE ESCRITORES DE BOLIVIA), FREDERIC SOTOMAYOR (GESTOR CULTURAL UNMSM Y CAPULÍ, PERÚ), CÉSAR VALLEJO YNFANTES (PATRIARCA DEL VALLEJISMO EN EL PERÚ), RAMÓN NORIEGA TORERO (DIRECTOR DE LA CÁTEDRA DE SABIDURÍA ANDINA DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA), CARLOS CASTILLO MENDOZA (DIRECTOR DE RELACIONES INTERNACIONALES DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA), JAIME SÁNCHEZ LIHÓN (DIRECTOR DE PATRIMONIO E IDENTIDAD DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA. USA), LUCINDA MARTÍNEZ ZUZUNAGA (POETA, PRESIDENTA DE SIPEA-PERÚ), LUIS
CARRASCO (DIRECTIVO DE ACUDES), SAMUEL CAVERO GALIMIDI
(PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DEL ORBE,
AEADO), HERIBERTO GALINDO (POETA, PROMOTOR CULTURAL DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA), MARA L. GARCÍA (PRESIDENTA DEL INSTITUTO DE
ESTUDIOS VALLEJIANOS.UTAH – EEUU). JAVIER DELGADO BENITES (MAESTRO Y
ESCRITOR, DIRECTIVO DE CAPULÍ, VALLEJO YS SU TIERRA, ENCARGADO DE
LA FERIA DEL LIBRO (MAIDÚ DE UGAZ, POETA Y ESCRITORA), VILMACI
VIANA (POETA Y ESCRITORA - BRASIL), CARLOS GARRIDO CHALÉN
(PRESIDENTE DE LA UNIÓN HISPANOAMERICANA DE ESCRITORES), JOSÉ
CRUZADO GAMBOA (POETA, DESCENDIENTE DE CÉSAR VALLEJO), ENMA GAMBOA
(MAESTRA, PROMOTORA CULTURAL, DESCENDIENTE DE CÉSAR VALLEJO), CATHERINE MASSANA (INSTITUTO DE ESTUDIOS VALLEJIANOS DE PARÍS, FRANCIA), JORGE ALIAGA (ESCRITOR, MIEMBRO DE AEADO Y SIPEA, ESPAÑA), JAVIER COTILLO CABALLERO (DIRECTOR SOCIEDAD UNIVERSAL DE ARTISTAS Y LITERATOS - SUAL)
Aula Capulí:
Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
inlecperu@hotmail.com
planlector@hotmail.com
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CALENDARIO DE EFEMÉRIDES
7 DE MARZO
NACE CARLOS EDUARDO ZAVALETA
7 DE MARZO
NACE CARLOS EDUARDO ZAVALETA
Por Danilo Sánchez Lihón
1. El más egregio
El sábado 5 de marzo del 2011, hace exactamente un año, en el Aula Capulí, Vallejo y su Tierra, rendimos homenaje en vida al insigne narrador peruano Carlos Eduardo Zavaleta, en razón de que el día 7 de marzo es su onomástico y queremos instituir esta fecha como una efeméride nacional dedicada a resaltar su memoria haciéndolo figurar en el calendario anímico y cultural de nuestro país.
Cuando le comuniqué por teléfono acerca de nuestra intención de distinguirlo aceptó complacido y me invitó para conversar a su departamento, en el Malecón Cisneros de Miraflores.
Otra actividad que cumplió esos días, además del homenaje de Capulí, fue el 4 de abril en el acto de pleitesía que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos le rindiera a Mario Vargas Llosa por la obtención del Premio Nobel de Literatura.
El acuerdo unánime del pleno de esa casa de estudios fue que quien dijera el discurso de orden en ese magno acontecimiento sería nada menos que Carlos Eduardo Zavaleta por ser el sanmarquino más egregio en el campo de las letras, junto con el autor enaltecido.
2. La leyenda que de él se tejía
Su tercera actividad fue morir, el 26 de abril, mes en que fenecieran también José Carlos Mariátegui, César Vallejo, José María Eguren, con lo cual se agrega a esa lista egregia el nombre de uno de los más grandes creadores de la literatura de nuestro continente.
Fue para honra mía mi profesor de Literatura Castellana en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Era un personaje vivaz, dinámico, escrutador, que vestía siempre de manera muy elegante, estilo sport, a quien respetábamos porque la leyenda que de él se tejía es que leía en diferentes idiomas y había traducido magistralmente a autores que tenían una aureola mítica para nosotros como James Joyce, William Faulkner, Tomás Stern Eliot, Ezra Pound, Scott Fitzgerald y John Dos Passos.
Yo era entonces un joven huraño, huidizo y montaraz, pero un detalle que recuerdo nítidamente es que fui el primero en entregar la prueba del examen escrito.
3. Jovial, radiante, feliz
Le sorprendió el breve tiempo que utilicé en responder todas las preguntas. Y bien.
Se quedó leyendo, muy concentrado en las respuestas. Al recibir el resto de pruebas no dejó de leer la mía, que después puso entre las demás hojas. Pero pronto la buscó, la dobló en cuatro y la colocó en el bolsillo de su saco.
Años después, en 1973, cuando yo estudiaba en España, él era Agregado Cultural de nuestra Embajada.
Yo había publicado ya algunos libros de poesía, como “Las Actas”, “Scorpius”, Cantos de Acllas”, y mi correspondencia desde Lima llegaba a esa sede diplomática.
Quiso en alguna oportunidad que le avisaran cuando yo fuera a recogerla. Así lo hicieron. Salió de su oficina escudriñando entre las personas, mirando hacia todos lados.
Me encontró, me abrazó y me invitó a almorzar en un restaurante de la Av. La Castellana, en donde según él preparaban la mejor paella de Madrid.
Hablamos de libros y autores. Se lo veía jovial, radiante, feliz.
4. Ambos piscis
Él nació en 1928, se dice que en Caraz, departamento de Ancash, pero lo cierto es que nació en La Pampa, cuando este lugar pertenecía a la extensa provincia de Huaylas, ahora en la jurisdicción de la provincia de Corongo.
Él mismo lo aclara y revela en un texto confesional expresándose del siguiente modo:
“Puesto que había nacido en un pequeño pueblo de la provincia de Huaylas, cuyo nombre exacto desconocían en la escuela (¡y lo peor, en los pueblos adonde nos mudábamos!) escogí la capital, y desde entonces dije que había nacido en Caraz. Solo así recordaron el sitio. Tanto que hasta lo repiten los críticos.”
Su padre era telegrafista, funcionarios que en ese entonces eran trashumantes y errabundos, a quienes cada dos o tres años los trasladaban a uno y otro pueblo.
– Igual que Gabriel García Márquez.
– Lo mismo. –Me dice–. Y hay otra coincidencia con él, cual es que nacimos en marzo, siendo ambos piscis.
5. El gran escritor y narrador que es
Pero gracias a ese oficio de telegrafista de su padre es que pudo cultivar su afición por la lectura, debido a que a la oficina del correo llegaban todos los periódicos y revistas que se editaban en la época.
Y leer era lo primero que hacían, comentando lo leído con su padre y con los otros empleados de la oficina.
Así llegó a ser el gran escritor y narrador que es. Y fue esa una de las motivaciones de su inmensa contribución a la literatura peruana, puesto que a él se debe la modernización de la novela al interesarse por las técnicas narrativas que fue un aporte suyo que luego aprovechó magistralmente Mario Vargas Llosa.
“Cuando publiqué mi primer cuento en 1948, quise para mi país una literatura nueva, renacida, con temas profundamente nacionales, pero con técnicas y estilos de validez universal.”
Fue así que estrecharon una gran amistad con Mario Vargas Llosa, quien lo reconoce del siguiente modo:
“Ahí tal vez, y por culpa de Carlos Eduardo Zavaleta, escuché por primera vez hablar de William Faulkner, que es uno de los escritores que más me han marcado”.
6. El sobresalto de despertar
Cuando lo visité para coordinar el homenaje que le rendiríamos en el Aula Capulí, durante toda la entrevista me habló de su infancia y de sus viajes en cabalgadura, a mula o a caballo por la serranía.
Ahora creo que ya se estaba despidiendo de este mundo, porque todas sus evocaciones era la de atravesar pueblos yendo desde el anochecer rumbo a la alborada o al amanecer, por los caminos.
Bajo cualquier pretexto volvía a la referencia de sus viajes de niño, expediciones en realidad solitarias, como una prueba o una expiación, nunca en grupo ni acompañado por otras personas, salvo por Pío, el guía o el arriero emblemático.
Estaba obsesionado por esos recuerdos. Los reconocía ya no como viajes prácticos sino míticos.
Me explicaba desde los preparativos de la víspera, lo que era dormir en el sobresalto de despertar y luego a oscuras levantarse de la cama.
Enjaezar la mula, que es el animal más recio, más seguro y de más instinto, me recalca.
7. En otro mundo
Y, aún antes de oír cantar los gallos salir por el portón de la casa haciendo resonar los cascos de la acémila en el empedrado de la calle.
No había entonces luz eléctrica y los pueblos a lo más se alumbraban con faroles que se apagaban con el viento.
Y luego en el camino temblar en los lugares signados por los duendes, las brujas, los demonios, sin dejar de mirar las bocas de los túneles y las cuevas.
Me habló de la belleza de los cañaverales, de la capucha de jebe del poncho de los viajeros para defenderse de la lluvia y del ladrido de los perros que salen a espantar un buen trecho ladrando a los caminantes cuando pasan delante de las casas.
Siempre con una linterna colgada al cuello del animal. Este detalle fue para mí un campanazo.
¿Recordaba, fantaseaba o preveía un viaje futuro ya como espíritu? Porque: ¿esto es cierto?
Porque nunca yo he visto en mi tierra natal, que es igual a Corongo o a Sihuas, que se le colgara una lámpara del cuello del cuadrúpedo al cual montamos.
¿Alucinaba ya el maestro? Es en este pasaje que algo yo intuí que el maestro ya estaba en otro mundo.
8. Y mirar la lejanía
Se dice que para morir hacemos un viaje como almas ya en pena. Es el viaje por la senda más querida y subyugante en donde se han quedado ensimismados nuestros pasos.
Es el viaje que ya hacemos en espíritu. Y lo realizamos sin haber exhalado todavía el último suspiro. Entonces en ese viaje nos acompaña nuestro cuerpo pero ya ensangrentado.
Si así fuera el viaje que me relató Carlos Eduardo Zavaleta iba de La Pampa, donde él nació, a Corongo que era su obsesión y desvelo.
Y de Corongo se proyectaba a Sihuas. Viaje a la matriz pues en esa tierra nació su madre. Hacia allí iba.
Lo describía con detalle, con afecto, en cámara lenta, acompañado de Pío, su guía y tótem.
Viaje que partía desde la oscuridad de la noche, de los cañaverales titubeantes hacia la luz esplendente, hasta ver clarear el día, pasando por un temible puente colgante, “pálido pero sereno” es su frase reiterativa, puente sobre el río Chuliclín, para llegar al mirador llamado Tarica y allí servirse el fiambre y mirar la lejanía.
9. Una serpiente diminuta
Era esa su evocación la tarde de marzo que yo lo visité en su departamento de Miraflores, mirando él la vida y los pueblos desde lo alto de un caballo, siendo un niño de nueve años.
Tal vez ya envestido de un caballero andante de los sueños, como El Quijote, con una irresistible nostalgia de las casas dormidas aún en la honda noche de la madrugada.
Y él ya cabalgando.
Ahí está la cuesta La culebrilla, un camino zigzagueante de guijarros y arena resbaladiza.
Allí clarea el día y amanece por el lado de la cima de las montañas.
Allí está El Mirador de Tarica, desde donde se mira abajo la planicie con una piedra monumental como emblema.
Allí se sirve el fiambre, en una mesa servida por el guía que extiende un mantel de tela escocesa.
Y lo primero que prueba es el pan del horno de la abuela.
Y prosiguiendo esta senda novelesca, en su relato, allí está el río que apenas se lo ve hacia abajo como una serpiente diminuta.
Árboles al margen y al otro lado de la orilla la tierra árida.
10. Geografía infinita
De Corongo hacia Sihuas en su relato el viaje abarca la jalca, con lagunas traslúcidas, escarcha y hielo.
Entre roquedales el agua que se despeña. Y el frío ahora cortante de la puna. Con el ichu que se cimbra con el viento
Me explica que en el viaje a caballo se ven girar las montañas que nos enseñan a vivir la vida cotidiana con épica y fortaleza.
Siempre él y Pío, el arriero, el peón austero, leal y hierático.
En ningún momento era él con su familia, él con sus padres. Sino él y Pío, el guía.
Y esto sucedía cuando él tenía nueve años.
Viajes en los cuales recorría pueblos, atravesaba puentes. Y siempre era desde los llanos hasta las cumbres, atravesando la geografía infinita.
Pero había en su relato reflexiones, como por ejemplo acerca de los paisajes del Perú, tan fabulosos.
11. De portales en alto relieve
Y anotaciones poéticas acerca de las piedras.
Basta contemplar y extasiarse con los diversos tipos de piedra, me dice.
¿Dónde se ve un espectáculo así? ¡Y cómo se ordenan y acomodan para conformar las ciclópeas montañas que tenemos!
Viajes y miradas donde vemos que la tierra con placas: como un alfajor, hoja por hoja. Como un nido, ala sobre ala las distintas clases de piedras y de rocas.
Y las lagunas arriba, traslúcidas, encantadas. De escarchas azules y grises, seduciéndonos, invitándonos a entrar en sus superficies fantasmales y en sus aguas tersas pero heladas, como una manera dulce de morir.
Y luego llegar a los pueblos vetustos donde se siente su densidad histórica, lleno de grandeza y de heroicidad.
Y se entra a esas poblaciones de gran linaje, de casas solariegas, de portales en alto relieve.
12. Pero no. No hay tal
¿Qué fue entonces esta conversación sino una despedida?
Porque, ¿a qué razón se debe que me habló de viajes y jinetes insomnes? ¿Por qué remarcó tanto en esa edad, la de un niño de nueve años?
Claro, en ese momento yo no podía pensar jamás de que ese relato fuera una despedida, aunque cuando me lo decía alucinado caminaba febril y agitado, apoyándose en un bastón, indetenible.
Y como si hubiera estado buscando que alguien lo oyera.
Me dejó la sensación del algo simbólico, de que había un mensaje oculto en toda su conversación, dicho en ese estado misterioso e increíble.
Después he revisado sus libros para ver si este era un tema recurrente, que quizá estaba repitiendo constantemente algo para él muy querido. Que tal vez son estampas en las cuales se recreara siempre.
Pero no. No hay tal. No encuentro ningún desarrollo de estos temas de los cuales me habló esa tarde alucinada. Es más, ninguna referencia a Pío, el guía.
¿Era un personaje que lo estaba inventando en esos días?
13. No para mí
Pero ocurrió algo aún más sorprendente:
Me dijo que me iba a obsequiar un libro. Fue a traerlo desde una habitación interior, que supuse era su biblioteca. Y lo puso en mis manos, ajustándolo con las palmas, diciéndome:
– Es suyo. Es para usted.
Le agradecí conmovido, y lo sostuve reverente.
Es el libro de su autoría titulado “Antología personal”. Le quedé muy agradecido por venir directamente de sus manos.
El libro, lo he revisado después, fue editado por la editorial San Marcos, el año 2009.
Lo extraordinario al abrirlo ya en mi casa, fue advertir que el ejemplar estaba dedicado, con lapicero de tinta seca azul, del siguiente modo y con estas frases:
“Tita.
Último libro para ti.
Tú estarás ausente
para los demás,
pero no para mí.
Carlos.
Lima, 2009.”
14. Otro hecho inesperado
Indudablemente, escribió estas líneas para su esposa muerta hacía unos diez años atrás.
Ella fue Tita Ugarte, bibliotecaria de profesión, quien trabajó muchos años en la Biblioteca Nacional del Perú.
Lo admirable es cómo le seguía dedicándole sus libros, como si ella estuviera viva y aquí.
Y lo insólito es que en estas circunstancias el libro lo pusiera en mis manos.
Y que yo sin darme cuenta lo trajera a mi casa.
De mi parte ocurrió otro hecho inesperado: que yo me olvidé en el sillón de su sala mi chalina roja.
Recién supe que la había extraviado al llegar a mi domicilio y echarla de menos.
Pero pensé que lo había perdido en el camino, quizá al habérseme volado con el viento de la calle.
Pero él me llamó temprano al otro día para decirme que me había olvidado mi chalina en el sillón de su sala.
Le agradecí por el aviso.
15. Un lazo secreto
Pero agregó un detalle inesperado y que hasta ahora trato de descifrar.
Me dijo:
– Podría yo llevarla mañana que nos vamos a ver en el Aula Capulí. Pero no. Quiero que usted mismo venga a recogerla, cualquier día. Mientras tanto aquí la tengo muy bien conservada.
Esto me produjo cierto estremecimiento. Me emocionaba sentir mi chalina roja entres sus manos y bajo sus ojos.
Pero en el detalle que había puesto para recuperarla sentía como si esa prenda estableciera un lazo secreto e íntimo entre ambos.
Por eso cuando me enteré de su muerte, sorpresiva para mí, mi fijación fue cuál sería el paradero de mi chalina roja, no por lo que valiera sino como una prenda pendiente ya en el contexto de su muerte ineluctable.
16. ¿Qué significa todo esto?
¿Por qué él se confundió dándome el libro dedicado a su esposa cuando ella hacía diez años que había muerto, aunque él escribiéndola con la convicción de que estaba viva, con la naturalidad con que cree un niño?
Y por qué me olvidé y no recuperé después mi chalina roja pasmada en el limbo de lo inubicable, ¿qué simbolismo tiene esta historia?
¿Qué quieren decir estos símbolos? Unas insignias de pasmo la dedicatoria a una muerta. Y un emblema de sangre, de desafío, de reto, mi chalina roja.
Siempre me despierto pensando dónde está y quién la tiene. Y si permanece entre las cosas del maestro.
¿Dónde la puso? ¿Está entre sus pertenencias?
¿Por qué ha quedado pendiente este enlace?
Y yo con el libro que está dedicado a su esposa muerta hace diez años y que en estos momentos sostengo tembloroso.
¿Qué significa todo esto?
17. Nunca antes ni después
En la ceremonia de homenaje y distinción que le rendimos en el Aula Capulí, su paisano, dilecto amigo, y estudioso de su obra, el Dr. Antonio González Montes, personalidad reconocida en el campo de las letras, leyó una semblanza magnífica por lo bien escrita y por el sentimiento que trasluce, dedicada al escritor y al amigo entrañable.
Luego Gerardo Angulo, director del Teatro de la Universidad Ricardo Palma, y Ana María Cárdenas dramatizaron a dos voces su cuento “Eclipse de una muchacha”, el recuerdo de un amor de infancia que sucumbe en el terremoto y avalancha de Yungay.
Esta versión está colgada en Youtube, para quien la quiera ver y oír.
Por la expresión que tenía el maestro estaba hechizado con la lectura y viviendo la noche a plenitud.
Y luego su magistral intervención, momentos en que sentí que las palabras que esa noche él decía nunca las había dicho antes y nunca las diría después, por lo conmovedoras, emocionadas y sinceras.
18. Contento y feliz
Y recibió el diploma de Amauta del Perú Eterno de manos de don César Vallejo Ynfantes, hijo de Néstor Pablo, el hermano más próximo de César Vallejo.
Y todos los asistentes entonamos las canciones: “Tengo el orgullo de ser peruano”, “La pampa y la puna”, y “La flor del capulí”.
Recibir esa noche el homenaje de Capulí, Vallejo y su Tierra fue para él una experiencia revitalizadora inmensa.
Así lo dijo a Rosita Cerna Guardia, quien me llamó al siguiente día para decirme:
– Oye, Danilo, ¿qué has hecho para que Carlos Eduardo Zavaleta esté tan contento, feliz que ya no tiene palabras de elogio.
– ¿Por qué? –Le indagué yo.
19. En esta y otras vidas
– Porque dice que antes de ir al Aula Capulí se sentía morir, enfermo ya de todo. Y ahora se siente como si hubiera vuelto a nacer.
Y luego me llamó él mismo, don Carlos Eduardo, para agradecer y decirme que quería dictar dos conferencias en nuestra sede institucional.
Una sobre la narrativa de César Vallejo, y la otra sobre poesía quechua. Este último tema me dejó sorprendido.
Así se despidió de nosotros este grande de la literatura iberoamericana.
Hombre bueno, honesto, pulcro, laborioso. Con una delicadeza suprema para asumir la vida.
A quien señalamos como lectura imprescindibles a fin de que los niños lo lean y quieran para siempre.
Y quien ha dejado en mí unas claves que me mantendrán desvelado en esta y otras vidas.
Texto que puede ser reproducido itando autor y fuente
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IMÁGENES DEL RECUERDO
AULA CAPULÍ - O5 MAR 2011