lunes, 24 de octubre de 2011

HOMBRES QUE SUELEN CAMBIAR LA HISTORIA - PLAN LECTOR: LUIS DE LA PUENTE, VIVE EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


Construcción y forja de la utopía andina


AÑO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

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José María Arguedas - Imagen: Nalo A.B


CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA

AULA CAPULÍ:


Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República


PRÓXIMAS ACTIVIDADES:

VIERNES 28 DE OCTUBRE

PARTICIPACIÓN EN LA MARCHA
POR LA DEFENSA DE NUESTRO PATRIMONIO
9 AM. CONCENTRACIÓN: OVALO HIGUERETA.
SE AVANZARÁ POR LA AV. AVIACIÓN
HASTA EL MINISTERIO DE CULTURA


Se agradece su gentil asistencia


oooOooo


CALENDARIO DE EFEMÉRIDES


23 DE OCTUBRE

LUIS DE LA PUENTE OFRENDÓ SU VIDA

HOMBRES QUE SUELEN CAMBIAR LA HISTORIA

PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

VIVE EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO



Por Danilo Sánchez Lihón

"Tienen ustedes razón de creer en Luis de la Puente Uceda
porque ese tipo de hombres suelen cambiar la historia"
Jean Paul Sartre

1. Quien redime la historia

Cayó abatido junto a su comando de lucha al cual dio la orden de dispersarse cuando ya estaba rodeado por columnas bien pertrechadas de gendarmes del oficialismo y toda posibilidad de sobrevivencia estaba perdida, sin embargo la plana mayor del movimiento que en ese momento lo acompañaba prefirió morir junto a él.

Era el 23 de octubre del año 1965 en Mesa Pelada, en el valle de La Convención, en el departamento del Cuzco. Tenía entonces 39 años, sufría de asma y gastritis cuando incursionó en las montañas húmedas, neblinosas y enmarañadas de aquella tierra otrora sagrada, alzándose en armas contra una política y un sistema social aberrante y de oprobio como lo sigue siendo hasta ahora.

Era un ser predestinado, sensible en grado sumo para valorar y enaltecer la justicia, por química, por hechura biológica, por conformación natural de su estructura anímica y mental. Era valeroso y honrado, transparente y límpido.

Medía 1.80 de estatura y era rubio, con el cabello que a ratos le caía como flecos horquillados delante de la frente, de ojos vivaces y de alma buena como la de un niño.

Tenía una puntería asombrosa. Apagaba la llama de una vela disparando desde lejos con una pistola, rompiendo únicamente el pabilo que ardía y quedando la vela en pie sobre el escaparate.


2.

Su nombre Luis Felipe de la Puente Uceda, quien nació, se crió y se formó en las dos escuelas de Educación Primaria de su pueblo Santiago de Chuco, que dio a luz también a César Vallejo, situado en la provincia de La Libertad, al norte del Perú.

Abrió sus ojos a la luz del mundo el 1 de abril del año 1926, por lo que a la fecha frisaría 85 años de edad.

Fundó y lideró el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, levantándose en armas el 10 de junio del año 1964 en tres frentes de combate:

"Pachacútec" en el valle de la Convención en el Cuzco; "Túpac Amaru" en el departamento de Junín, en la región central del país; "Manco Cápac" en la sierra de Ayabaca, en el norte del Perú. Y las columnas "César Vallejo" preparadas para insurgir en Santiago de Chuco, Huamachuco y Pataz, en el Departamento de La Libertad.

Al declararse en guerra lo hizo vistiendo uniforme militar y siguiendo las convenciones internacionales, en cuanto a alzamientos de insurgencia se refiere.

Él personalmente dirigía el frente “Pachacútec” en Mesa Pelada, en el valle de la Convención, en el Cuzco, donde cayó acribillado junto a su comando de campaña el 23 de octubre del año 1965.


3.

Dejó escritas obras de análisis político, socioeconómico, de estrategia militar y un libro de parábolas titulado "Cuentos revolucionarios".

Mucho antes había repartido a los campesinos la tierra de sus haciendas que le correspondió recibir como herencia, situadas en lo que es ahora la provincia de Julcán.

Gustaba de cantar y lo hacía con voz alta, aguda y rijosa. Le complacía dar serenatas, pleno de pasión, con el alma pendiente de un hilo, como si en ello se le fuera la vida.

Amaba las fiestas costumbristas, era devoto del apóstol Santiago el Mayor y de su fiesta patronal a la cual llegaba al frente de la Banda de Músicos de Julcán, que ingresaban al pueblo entonando en sus clarinetes, trompetas y trombones La Marcha del Apóstol luciendo sus uniformes azul claro bajo las avellanas que reventaban en el cielo.

Defendía románticamente que la andina y dulce Rita inmortalizada por César Vallejo en su poema "Idilio muerto" fue su madre, Rita Uceda.


4.

Antes de incursionar en Mesa Pelada viajó a despedirse de su pueblo natal al cual amó entrañablemente. Y lo hizo acompañado de su comando de insurgentes compuesto de varios jóvenes milicianos.

La víspera, antes de partir de regreso y después de escuchar a sus subalternos ufanarse de haber hecho algunas conquistas y besado a algunas muchachas, les habló durante varias horas de la noche acerca de la pureza del beso y lo inmaculado que debe ser el amor.

Se había casado no hacía mucho, era padre de un niño de un año y seis meses y de otro hijo por nacer, que resultó siendo niña y cuyo nombre es María Eugenia.

Antes de enfrentarse contra el ejército del régimen oficial, quinientas mil veces superior en armas, tropas y pertrechos, se despidió amorosamente de su esposa, de su hijo Juan Ernesto en su cuna y de su hija palpitando aún en el vientre de su madre.

¿Hay amor más grande y consagrado a favor de un pueblo y de una sociedad que entregar por él la vida dejando a seres sin padre que vele cotidianamente por ellos como también a quien se elige como mujer?


5.

Hay hombres cuyo valor trasciende a toda contingencia y constituyen ejemplos morales, culturales y políticos para todos los seres humanos de la tierra, y eso es Luis de la Puente Uceda.

Un hombre que rebasa cualquier parcialidad y episodio, que todo hombre la tiene al pertenecer a una familia, a una asociación, o a un grupo político, doctrinario o ideológico.

Pero en este caso gestas como la suya, legítima y necesaria por las circunstancias que la determinaron, rompen sus límites de época y filiación alcanzando más bien la categoría de ser hechos por hombres universales, tal como lo expresó Jean Paul Sartre al decir:

"Tienen ustedes razón de creer
en Luis de la Puente Uceda
porque ese tipo de hombres
suelen cambiar la historia"

Pero así como valor universal hay inmensa grandeza cotidiana al marchar abriendo un frente de guerra dejando a una mujer joven y hermosa, a un hijo tierno y a otro hijo por venir.

Hay grandeza en hacerlo todo ello por una razón social, colectiva, histórica y de solidaridad humana.


6.

Si bien Luis Felipe de la Puente Uceda fue un político y un guerrillero rebasa ampliamente esa dimensión, aunque en ningún otro terreno quizá necesitemos más paradigmas como en el campo de la política, modelos de honestidad y buenos ejemplos de sacrificio y limpidez, en un campo ahora tan contaminado de una zoología humana rastrera, infame y procaz.

Al respecto, fueron estas sus acciones y palabras: "Nuestra patria vive una profunda crisis de fe". Y estas otras: "Hagamos de la política un apostolado y una pedagogía". De allí que pese a que cayera acribillado su lucha es triunfante. Murió para restituirnos la fe en que podemos ser consecuentes, íntegros y valerosos. Fe para evitar que el pueblo desaliente creyendo que todo son discursos, discusiones y viajes. Fe para evitar que el pueblo piense que ya no hay coraje. Y él hizo de la política, en cada acto de su vida, un apostolado, una moral y una pedagogía.

Otro significado trascendente de su lucha es que redime y limpia el concepto de izquierda, de guerra de liberación y de cambio de sistema, en un momento en que esos vocablos se habían desprestigiado totalmente tornándose en retórica de cafetín y se habían prostituido palabras como "revolución".


7.

El día anterior a su muerte interceptaron a un enlace que había ido a traer y portaba medicamentos urgentes para el ataque de asma que él padecía y ahora lo tenía postrado.

Torturado este contacto dio informes sobre el emplazamiento, el mismo que fue rodeado por una compañía que portaba armas pesadas como helicópteros artillados.

Bombardearon los lugares en donde se tenían almacenes de armas y alimentos. Los insurgentes se parapetaron en un aserradero. A los hombres que estaban desperdigados en diferentes posiciones entonces les ordena:

– Escapen. Salgan, váyanse.

E igual hizo con su comando, al decirles:

– Es más importante para la revolución que ustedes vivan a que estén muertos.

Quienes lo rodeaban y estaban con él se quedaron. Fue su respuesta escueta:

– Hemos decidido morir contigo.

Con el murieron entre otros Pablo Escobar, Rubén Tupayachi, Edmundo Cusquen. Junto a él estaba Carlos Valderrama, estudiante santiaguino que se inmoló a su lado.


8.

Sin embargo, Luis de la Puente Uceda vive ahora de múltiples formas:

En Cuba hay muchos hospitales, plazas y centros educativos que llevan su nombre.

Vive en el corazón del pueblo que lo saluda, lo canta y guarda memoria imperecedera de él como si fuera un mesías. Lo que sí es, es un héroe popular.

Vive en los partidos políticos socialistas y de inspiración libertaria que se forjaron a partir de él.

Vive incluso en el APRA, que desde dentro, en la juventud de los militantes inconformes, entresacan su nombre en sus noches de vigilia para repensar los principios tan distorsionados y venidos a menos en esos vaivenes y avatares que ha dado esa agrupación política.

Vive en los trazos de justicia social que se alcanzaron después de su inmolación.

Vive en la casa y en la chacra del campesino que ahora es propietario, gracias a que él alzara e izara en lo más alto la bandera de la Reforma Agraria en el Perú.


9.

Luis de la Puente Uceda es representante del mundo agrario, de la devoción por la Pacha Mama. La tierra fue su desvelo constante.

En nadie encontramos tan claro y tan prístino en su devoción por lo que fue la cultura andina y el Tahuantinsuyo.

En nadie encontraremos filiación más auténtica por lo que es Santiago de Chuco y su religiosidad, su folclore, su música y su comunidad.

Su desempeño no solo fue el de un guerrillero o el de un hombre de acción sino que es un hombre completo e íntegro.

Es un ideólogo con una claridad total en sus análisis, conceptos y doctrina de lo que había qué hacer.

Pero más aún, se trata de un organizador de polentas, de un intelectual cabal, de un orador de fuste, un maestro, un pedagogo y un guía espiritual.

De allí que ahora sea un hombre de leyenda, un mito, con aureola incluso de un ser venerable.

El recuerdo de Luis de la Puente es un huracán, un soplo de viento que cada día no cesa y se expande.


10.

Ahora los campesinos del valle de la Convención identifican toda esta zona de bosques y cordilleras como Ucedachay, es decir Tierra Uceda, mencionándolo con su segundo apellido que lo encuentran más mágico y telúrico.

Y se le reza, se le recuerda para que caigan las lluvias y el agua, fructifique la tierra en espigas, en mazorcas y en flores para que haga buen tiempo.

Se lo considera como un maestro, un guía, un precursor y un ser bueno. Aquí es amado por su vida, por su identificación con el campesino.

Se hacen varias peregrinaciones anuales a su tumba simbólica que ellos han erigido y en su nombre se formulan las más caras promesas.

Y es que nacen pocos seres como él. Y eso es un milagro. Héroe y revolucionario íntegro.

De conducta intachable, de gran fortaleza moral, generosidad y lucidez intelectual.

Paradigma de amigo, padre y esposo, con la conducta incólume de un hombre verdadero.


11.

Pese a que actuó dentro de la legalidad y de acuerdo a las convenciones de Berna y Ginebra se perpetró con él una masacre y un asesinato.

De esta gesta miremos por un lado su pureza, su corrección y dignidad de combatiente, de soldado de la liberación de su pueblo de la injusticia y del ostracismo.

Y miremos también hacia el otro lado, al sistema contra el cual él se enfrenta con manos y conciencia límpidas.

Fue capturado, encostalado y luego ejecutado.

Al igual que a Túpac Amaru su cabeza fue cercenada, haciéndola rodar por la tierra y al igual que al cacique de Tungasuca se cercenaron sus miembros que fueron enterrados en distintos parajes.

¿No se siente aquí acaso la entraña malévola, salvaje y crapulosa del sistema? Pero su sangre derramada es generosa y de alborada.

Por eso, ¡viva gloriosamente Luis de la Puente Uceda!, porque nos da razones, motivos, fuerza e inspiración acerca de por vivir y por qué luchar.

Porque su vida, como la vida de nuestros héroes es un ejemplo y una consigna; como su muerte es para los otros una afrenta.


12.

Hay muertos que son invencibles, que los jóvenes los encuentran cualquier día por los caminos y en ellos vuelven a encarnarse.

Hay muertos que avisan a los combatientes cuál es la hora de levantarse y de echarse a los caminos.

Hay muertos que estarán vivos eternamente en las montañas y en el corazón del pueblo que los tiene presente cuando se trata de erigir la dignidad y la patria soñada.

Caben en homenaje a él estos versos de César Vallejo, a quien él amó, admiró y recitó en las noches de Santiago de Chuco y por todos los caminos por donde él anduvo y sique andando:

Ya va a venir el día, ponte el alma...
Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.
Ya va a venir el día;
la mañana, la mar, el meteoro, van
en pos de tu cansancio, con banderas...
Ya va a venir el día, ponte el sol.


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