lunes, 2 de mayo de 2011

EL PLEBEYO - POR DARIO MEJIA (MELBOURNE, AUSTRALIA)

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Felipe Pinglo Alva - Imagen: Nalo Alvarado Balarezo


EL PLEBEYO

Por Dario Mejía

Melbourne, AUSTRALIA

El 18 de julio es una fecha muy significativa para los cultores de la música criolla en el Perú ya que se recuerda un aniversario más del nacimiento de Felipe Pinglo, el bardo criollo inmortal, quien nació el 18 de julio de 1899 en la calle del Prado de los Barrios Altos, Lima.

Lamentablemente, gran parte de la vida de Pinglo es un misterio, así como lo es la historia de la mayor parte de sus creaciones. Sobre algunas de ellas se conoce la historia de como nacieron, gracias a los amigos de Pinglo que estuvieron presentes cuando el bardo criollo las creó. Es que Felipe Pinglo no mencionaba como era que le venía la inspiración y ello ha tenido que ser deducido por quienes lo conocieron, estudiaron e investigaron.

Antiguamente, los compositores e intérpretes eran celosos con las obras que nacían en un barrio determinado. Por ejemplo, cuando una composición se entonaba en un barrio, los de ese barrio querían que se entone en su barrio solamente y no permitían que gente de otro barrio copie las canciones aquellas. Así era en los diferentes barrios y Felipe Pinglo, inicialmente, fue así. Pinglo no compartía la letra de sus canciones y solamente él las interpretaba. Sus amigos tenían que copiar las letras a escondidas de Pinglo. Ello porque, quizás, vio que así hacían los criollos más antiguos. Pero después él cambió empezando a compartir sus letras y hasta a regalarlas poniendo a sus amigos como co-autores de algunas canciones, habiendo sido solamente creaciones de Pinglo. El se dio cuenta que se necesitaba difundir más nuestra música peruana para contrarrestar la avalancha de música extranjera que se vivió en las décadas de los 20 y 30, del siglo XX, en el Perú.

Ese trabajo de Pinglo por difundir lo nuestro influyó en los que lo conocían y por él es que, después de su muerte, varios realizan sus primeras composiciones, como es el caso de Pedro Espinel con el vals "Murió el Maestro" y Samuel Joya con el vals "Ave de paso". Ambas composiciones hechas a la memoria de Pinglo en 1936. Pedro Espinel contó sobre su primer vals, "Murió el Maestro", al diario "La Prensa" en su edición del 21 de junio de 1938.

Alcides Carreño fue quien estrenó el vals "El Plebeyo" en el Teatro Alfonso XIII del Callao, según declaraciones del mismo Carreño al suplemento VSD de La República del viernes 1 de octubre de 1982. Pero, sobre la fecha en que fue creado "El Plebeyo" hay dos versiones: Ricardo Miranda Tarrillo y Aurelio Collantes sostienen que fue creado en 1930, mientras que Juan Rasilla Moreno va más allá ya que da una fecha exacta, el 16 de mayo de 1934.

La versión sobre el año de creación de "El Plebeyo" que dan tanto Ricardo Miranda Tarrillo como Aurelio Collantes, se basa en que dicha canción fue publicada por primera vez en "La Lira Limeña" No. 283 con una nota que decía que era la composición que reclamaba la afición y que se trataba de un envío especial para dicho cancionero. Sin embargo, ni Miranda Tarrillo ni Collantes tomaron en cuenta que "La Lira Limeña" empezó a circular casi a fines de los años 20 y dicha edición de "La Lira Limeña", No. 283, correspondía al año 1935. No he podido conseguir dicha edición pero si tengo en mi poder la siguiente edición y ediciones posteriores de dicho cancionero, señalándose en la edición No. 284 que se trataba del sexto año de vida de dicho cancionero. En la edición No. 288 se hace mención que ya lleva varias semanas el concurso "Astro 1935 de la radio".


Por su parte, "El Cancionero de Lima" publicó la letra de "El Plebeyo" en su edición No. 1009, de mediados de 1934, volviendo a publicarla en las ediciones No. 1016, 1041, 1081 y otras más.

Con respecto a como nació "El Plebeyo", no se ha encontrado hasta ahora una versión documentada que corrobore la verdadera historia o fuente de inspiración de la más bella creación de Pinglo. Hay varias teorías al respecto, pero que dejan dudas sobre su veracidad ya que Pinglo, que se sepa, no contó la historia de su hermoso vals.

Ricardo Miranda Tarrillo sostiene que la historia de "El Plebeyo" le ocurrió al propio Pinglo cuando él dejó sus Barrios Altos para irse a vivir a La Victoria, por un tiempo, donde conoce a Giannina Zucarello, una chiquilla de 17 años que era hija de un industrial italiano a quien no le gustaba ese romance por lo que envió a Giannina donde sus abuelos en Florencia. Pero tanto Ricardo Miranda Tarrillo como Aurelio Collantes señalan que ese alejamiento de los Barrios Altos ocurrió entre 1921 y 1924, cuando Pinglo todavía era soltero. Sin embargo, hay versiones de gente que en vida conoció a Pinglo que sostienen que ese alejamiento hacia La Victoria se produjo entre finales de la década de los 20 e inicios de los 30 y fue debido a una pelea que tuvo con su esposa Hermelinda Rivera.

Según Aurelio Collantes, durante una comida en el Centro Musical Pedro Bocanegra, el socio Luis Enrique Rivas, tejedor de la Fábrica de Tejidos San Jacinto, le contó que había conocido a Pinglo en una fiesta en los Barrios Altos a quien le había confesado su problema amoroso, quedando Pinglo en componerle una protesta musical. Dicha versión no tiene un sustento que corrobore la veracidad de la misma.

Por otro lado, Carmen Pinglo, la hija de Felipe Pinglo, sostiene que se trata de la historia del cuñado de Pinglo, Ricardo Rivera. Esta versión que le fue pasada a Carmen Pinglo carece también de un sustento serio.

La versión del sastre Jorge Lázaro Loayza es que se trata de su historia de amor. Loayza también afirmó que Pinglo se inspiró el vals "El espejo de mi vida" en el viejo espejo de prueba de su sastrería de la calle Trinitarias en los Barrios Altos. Ninguna de las dos versiones de Loayza han podido ser comprobadas fehacientemente.

La teoría de Nieves Taboada dice que probablemente Pinglo se haya inspirado en la película "Ella noble y él plebeyo", que tuvo como protagonistas a Niral Aster y Billy Dove. Pero tampoco hay manera de comprobar ello.

Para Gonzalo Toledo, "El Plebeyo" está dentro de lo que comunmente se llama ficción. Si uno se pone a leer la letra de las composiciones de Pinglo, se puede dar cuenta del por qué se le llama el filósofo de la canción criolla.

Tal vez Gonzalo Toledo tenga la razón o tal vez la tenga alguna de las otras historias. Lo que sí se puede asegurar es que "El Plebeyo" se convirtió en leyenda, tanto por su hermosa letra como por su historia.

Personalmente, coincido con Gonzalo Toledo ya que Felipe Pinglo por un tiempo se sintió atraido por los intelectuales de la época. Tal es el caso de José Carlos Mariátegui y Leonidas Yerovi, dedicándole a Yerovi una de sus composiciones. Una persona como Pinglo, que se preocupó mucho por sacar adelante nuestro folklore, como él lo llamaba, porque ello contribuiría al progreso nacional, no podía estar ausente de los problemas sociales que ocurrían a su alrededor. Por ello, también pienso que "El Plebeyo" no es la historia de amor ni de Pinglo ni de otro; tampoco la trama de una película, sino más bien se trata de una protesta ante un drama social que, aunque a escondidas, todavía perdura... Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?

Dario Mejia



Melbourne, Australia

dariomejia999@yahoo.com.au

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