martes, 29 de marzo de 2011

SÁBADO 2 DE ABRIL, 7 PM: VERBENA EN EL AULA CAPULÍ POR EL DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL - ANIVERSARIO DE HANS CHRISTIAN ANDERSEN

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


Construcción y forja de la utopía andina


ABRIL:


MES DE LA PALABRA
Y LA CREATIVIDAD LITERARIA


CALENDARIO
DE EFEMÉRIDES

SÁBADO 2 DE ABRIL

CONMEMORACIÓN DEL NACIMIENTO DE HANS CHRISTIAN ANDERSEN


Hans Christian Andersen - NAB


DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL


VERBENA


SÁBADO 2 DE ABRIL, 2011, 7.00 P.M.

PROGRAMA

1. Palabras de saludo, bienvenida y presentación: DANILO SÁNCHEZ LIHÓN. Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra

2. Presencia y mensaje en el Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil: ROSA CERNA GUARDIA

3. Homenaje a la entrañable memoria de Graciela Zárate: MARITZA VALLE TEJEDA

4. Mi experiencia en la creación de cuentos, que los niños han hecho suyos: JOSÉ HIDALGO

5. Lectura interpretativa del cuento de José Hidalgo “El viejo que juntaba papeles”: MAURA SERPA

6. Andanzas, posadas y auroras en el teatro para niños y jóvenes: ÁUREO SOTELO

7. Entrega de distinciones: CÉSAR VALLEJO YNFANTES


Lugar de realización:

Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República


Ingreso libre.

Se agradece su gentil asistencia

Teléfonos Capulí: 420-3343 y 420-3860

planlector@hotmail.com


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PLAN LECTOR PLIEGOS DE LECTURA

ANDERSEN, PRÍNCIPE DE LOS CUENTISTAS PARA NIÑOS


Por Danilo Sánchez Lihón


1. Dinamarca se ilumina
con fuegos artificiales

Hans Christian Andersen es el más grande autor de cuentos para niños en la historia de la humanidad, quien vino al mundo en Odense, una pequeña isla de Dinamarca el 2 de abril del año 1805, hace 206 años, fecha que ahora se ha instituido en todo el mundo y en honor suyo como el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

Cuando nació su madre al verlo dio un grito de horror y susto, pues la apariencia de la criatura era feúcha, como de una ranita; desmadejada y deforme.

Cuando lo llevó a la adivina para que le predijera qué iba a ser de la vida de ese ser endeble y magro, la hechicera dio otro grito, más fuerte todavía por el asombro que le produjo.

¿Qué avizoró en su bola de cristal la alelada pitonisa? Contempló lo que nunca había visto en su oficio de vaticinar el porvenir de la gente que tenía en su delante.

– ¿Qué ocurre? –Preguntó la madre oprimida por la angustia y la ansiedad, pensando que la muerte era inminente y tocaría muy pronto a su puerta para llevarse a su hijo al cual, pese a ser deslucido, como todas las madres del mundo, se aferran.

– Hecho de ver que de aquí a 100, a 200 años, a 300 años toda Dinamarca se enciende de luces celebrando el nacimiento de este niño, –dijo estupefacta ella misma.


2. Escribe desde el dolor

A la madre esta revelación o advertencia le produjo un alarido mucho más fuerte que el de la adivina y no porque lo creyera. Aullido que fue seguido luego de un ataque de risa que no paró ni siquiera cuando llegó a su casa. E incluso siguió riéndose mucho tiempo después, porque creyó que la vidente se había vuelto loca.

Ahora, 206 años pasada esa fecha, en todas las ciudades del mundo el 2 de abril se realizan festejos por el nacimiento del autor de “El patito feo”, “La sirenita”, “El soldadito de plomo”, “La Reina de las Nieves”, “La princesa y el guisante” y 162 cuentos célebres más que se han engarzado como joyas en el alma de la gente.

En América latina es probable que esta fecha pase desapercibida, aunque Hans no solo se parezca, y lo sea auténticamente, un escritor más bien del Tercer mundo, que nos pertenece por su esencia.

Tanto por su actitud, su contenido y su mensaje, debido a que escribe desde el dolor, la marginalidad y hasta la humillación; y en contra del orgullo, del poder y la soberbia, posturas ahora tan incrustadas en la Europa altanera y necia, es un escritor que nos pertenece plenamente; porque escribe desde lo humano y sincero que siempre estarán de nuestra parte.

Allí está para muestra aquel cuento ejemplar, como es: “El traje nuevo del emperador”.


3. Mendigan un mendrugo de pan

Y es que la experiencia de la vida determinó su sensibilidad, su sabiduría y su grandeza. Así, su madre, en su infancia, fue pordiosera.

Mendigó como tantas niñas de nuestras ciudades, que suben a los ómnibus para decir, con voz quebrada, quejumbrosa y dolida aunque irrenunciablemente puras, diciendo más o menos la siguiente soflama, que la repiten cientos de veces y que reproduzco a tientas:

“Señores y señoras, damas y caballeros, no quiero molestarles en su lindo viaje. No quiero perturbar, nobles pasajeros que me escuchan, su agradable día; pero soy una niña de un hogar sin padre. Tengo a mi madre enferma y soy quien lleva un pan a la mesa de mi humilde hogar.

Ayúdame por favor, no me des la espalda, regálame una moneda de 10 céntimos que no te harán a ti ni pobre ni rico, pero que a mí y a mis hermanitos nos servirá para comer hoy día siquiera un pan ¡Y eso nos levantará la moral.

Y que Dios bendiga tu familia, tu trabajo y siempre tengas salud”.

Discursos así es lo que muchas niñas y niños suben a decir a los ómnibus en las grandes ciudades de América Latina, mendigando un mendrugo de pan y nosotros le respondemos con desprecio o algo igual o peor, con indiferencia.


4. Y va encendiendo cerilla tras cerilla

La madre de Hans le confesaba que por vergüenza de pedir limosna muchas veces se quedaba a dormir bajo los puentes. Y fue en honor a ella que él escribió aquel cuento desgarrador que se conoce con el nombre de “La muchacha de las cerillas”.

Trata dicho relato de una pequeña vendedora ambulante, quien en plena noche de Navidad vende fósforos a la salida del templo para que la gente encienda las luces de bengala en sus casas en donde habrá diversiones, fiesta y la mesa estará servida con ricos y apetitosos manjares.

Pero era tan inclemente el frío que en el intento de calentarse un poco enciende una cerilla. Y en la luz que ésta desprende e irradia entrevé el rostro de su vieja abuela, muerta hace tiempo, quien desde el cielo la llama con ternura.

Era tan nítida esta visión, y es tan dulce el semblante de la abuela, que la niña no quiere por nada del mundo dejar de seguirla viendo y entonces va encendiendo cerilla tras cerilla.

Enciende tantas que al otro día las personas que se levantan temprano a recorrer las calles encuentran muchas de ellas regadas en el suelo. Y muerto por el abandono, la desolación y el congelamiento, el cuerpo de la niña vendedora.


5. Su padre le hizo un teatrino de títeres

Pero a su vez en la vida de Hans fue muy significativa, gravitante y conmueve profundamente, la figura austera, de recogimiento y de humilde sabiduría de su padre providencial.

Quien era zapatero y pudo acompañarlo en la vida solo hasta cuando él cumplió los once años de edad.

Ocurre que fue enrolado en el ejército dinamarqués para luchar en las guerras napoleónicas que asolaron Europa y murió a consecuencia de aquellos acontecimientos en algún recodo inubicable.

Afanados como estamos ahora en elevar los niveles de comprensión lectora de niños y jóvenes, qué bueno es recordar que este niño desvalido, cuya vida fue una herida siempre abierta y sangrante, pero cuya obra se eleva como un prodigio, una estrella matutina y hasta como el sol del mediodía, fue educado, motivado hacia la lectura e incentivado para la creatividad literaria y la proeza de un destino sublime sobre la faz de la tierra, por su padre.

Pero, ¿quién era él? Un humilde artesano y trabajador manual, remendador de calzado, aparentemente escaso, limitado y desasido, quien nos ha legado a un príncipe, a un genio y a un manumisor. Porque es gracias a ese hombre taciturno que tenemos la maravilla universal de un Hans Christian Andersen.

Es que él en su mesa de trabajo al lado de suelas, clavos, martillos y leznas, tenía siempre un estante de libros que leía a su hijo cuando este se acercaba consciente o desprevenido.


6. Y, ¿quién es él?

Hans cuenta que el varón que lo engendró era un hombre triste que nunca reía, salvo con los sucesos graciosos que ocurrían en los libros, tiempo y espacio en que eran estentóreas sus carcajadas que asombraban, fascinaban y prefería el niño porque le llenaba de gozo que ese hombre sacrificado alguna vez riera.

También recuerda en su autobiografía que él le hizo un teatrino de títeres en donde ambos representaban comedias. Y narra enternecido que una vez lo vio llorar desconsoladamente después de la visita de un distinguido caballero.

En ese momento y ante esa situación su hijo le preguntó con enorme inquietud:

– ¿Alguna noticia desgraciada te ha traído ese señor? –le preguntó.

– Ninguna, hijo. Al contrario, ha sido muy gentil y amable conmigo.

– Entonces, papá, ¿lo conoces?

– Sí, lo conozco desde niño.

– Y, ¿quién es?


7. Quien en lo moral está al lado nuestro


– Fue mi antiguo compañero de carpeta en la escuela donde estudiamos juntos.

– Y, entonces, ¿por qué te conmueve tanto?

– Porque él ahora es un ilustre personaje.

– Siendo así, ¿por qué esas lágrimas, papá?

– Porque él ha seguido estudiando y se ha instruido.

– Y, tú?

– Yo, lamentablemente, no. –Fue le que le confesó aquella vez.

Hans Christian Andersen se ha consagrado porque escribe desde el afecto, desde la ternura, como también desde la indignación.

Igualmente, desde el compromiso por coadyuvar a hacer una humanidad más noble, digna y feliz, valores que ya no los tiene Europa sino más bien que los asume y defiende nuestro mundo.

En este 206 aniversario es justo reivindicarlo como un escritor entrañable, nacido entre nosotros y quien en lo razonable, afectivo y moral está al lado nuestro.


Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente


Teléfonos:

420-3343 y 420-3860

Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:

Editorial San Marcos:

ventas@editorialsanmarcos.com

Editorial Bruño, Perú:

ventas@brunoeditorial.com.pe

Instituto del Libro y la Lectura:

inlecperu@hotmail.com




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