viernes, 29 de mayo de 2009

EL VENADO SERAFÍN - SALUDO DE CUMPLEAÑOS

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Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

.- Están tocando la ventana mamita, voy a ver quién es.

- Es la lluvia que toca los cristales para regalarnos su melodía, hijito.

Son las 6 de la tarde, es la hora de los relatos. Mi abuelita Catita peina su negra cabellera matizada con hebras de plata. Ella lleva 60 años a cuestas, pero se mantiene joven y llena de vigor. En los corrales las ovejas se juntan para que la lluvia no las moje tanto. Desde la puerta de las chozas, los perros guardianes vigilan la manada junto a los pastores.

- Vamos a la cocina hijito, allí te contaré la historia de Serafín.

- ¿Quién es Serafín mamita?.

- Un joven venado que un día cruzó la puna escapando de un puma.

Mientras enciende el fogón me narra esta breve historia, inspirada en una fábula de Fedro, esclavo originario de Macedonia (15 a.C. - 55 d.C.):

“Serafín y sus amigos vivían felices en las alturas de Puscayán. Él tenía la cornamenta más linda y pasaba el día contemplándose en el arroyo.
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- Más bella luciría mi cornamenta si mis patas no fueran tan largas –se lamenta Serafín.

De repente un aire de nerviosismo invade el lugar y sus compañeros corren dando ágiles saltos en diferentes direcciones.


Serafín, por estar maldiciendo sus largas patas, no advierte el peligro, pero su olfato es agudo y levantando la nariz nota la presencia de un puma en el follaje, y corre para salvar su vida.
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A las dos horas atraviesa jadeante la Puna, cuando a la distancia ve el bosque de rocas de Shajsha, y piensa que allí encontrará refugio a su tormento. Gracias a sus largas patas está fuera del alcance del puma, pero el felino conoce la zona y no le pierde de vista, pues sabe que en algún momento no podrá avanzar más.


Ya Serafín está frente al roquedal y se da cuenta que es demasiado vertical para trepar. No puede avanzar ni retroceder, la vida se le va por los cuernos; en eso observa una grieta que conduce al otro lado e intenta pasar, mas su cornamenta se lo impide. Mira sus largas patas y les agradece por haberle permitido sacarle ventaja al puma, pero empieza a renegar de sus cuernos. Voltea la vista y observa al puma que se acerca peligrosamente; entonces decide quebrar sus cuernos. Retrocede y se abalanza contra una roca logrando astillarla, vuelve a la carga una y otra vez, hasta que la cornamenta cae al suelo y pasa con dificultad por la angosta grieta, poniéndose a salvo del puma.

Desde la cumbre, un cóndor blanco observa lo que abajo ocurre...”.

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Amigos y familiares: María Aldave Montoro, Alejandro Silva Romero y Alejandro Minaya Gálvez. Mañana sábado apagan velitas Angélica Harada Vásquez "Princesita de Yungay", Juan Lara Márquez y Máximo Campoblanco. El domigo 31 Carlos Alvarado Aldave. Que Dios los bendiga hoy y siempre.

A nombre de la familia chiquiana Alvarado Balarezo,

Nalo