jueves, 5 de febrero de 2009

5. FIESTA DE SANTA ROSA EN CHIQUIÁN - 30 de agosto

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PRIMER DÍA
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Autor: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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30 DE AGOSTO

(Día de los mayordomos y mayoralas)

Desde temprano la Plaza de Armas luce cuatro capillas (una en cada esquina), que han instalado los mayordomos. A las 8 AM las mayoralas ingresan a la iglesia con los montes para el anda de San Francisco de Asís (Monte Apay), al compás de las bandas de los mayordomos. Luego visitan a los funcionarios como una forma de decirles 'todo está listo para la misa y la procesión'. Ambas tareas son realizadas por personas devotas, a quienes compensan con caldo de mondongo.



De 7 a 8 AM los funcionarios alistan sus mejores vestidos y atuendos, y 'encienden sus motores a toda su potencia'. A las 9 de la mañana concurren a la Gobernación Provincial y a las 10 al local de la PNP, a esta última, por ser Santa Rosa de Lima, Patrona de la Policía Nacional del Perú. Este día el pueblo y visitantes estrenan su mejor ropero.



En ambos lugares se desarrollan las comparsas de baile. Es costumbre que cuando una palla coloca su pañuelo sobre el hombro del varón elegido, éste anuda dinero en una de las esquinas del pañuelo y se la devuelve al final del baile. Después solamente le queda esperar que algún día la musa del Inca o de Rumiñahui, lo recuerde y le de su vuelto cuando se crucen por la calle.



La Misa se inicia a las 11 AM. Las primeras bancas son para los funcionarios y las autoridades de la localidad. Concluida la acción litúrgica, reparten recordatorios bendecidos por el párroco y sale en procesión el Santísimo, visitando las capillas. Termina con un repique de campanas.



Después de la procesión, los mayordomos y las mayorales invitan un almuerzo (banquete): entrada con carne de cerdo; caldo de fiesta y jaca locro; cancha, panes y jaratantas; cerveza y chicha, siempre amenizado por una banda de músicos que invita al baile. Los demás funcionarios hacen lo propio en sus casas. También este día realizan sus visitas.



A las ocho de la noche la Plaza de Armas está abarrotada de público, esperando el concurso de bandas organizado por el Concejo Provincial: con jurado, premios y reglas que no siempre resultan claras para los perdedores. Cada quién lanza hurras por la banda de su preferencia, en competencia con las avellanas que retumban en el cielo. Finaliza con el estruendo desgarrado de la última bombarda de un castillo de fuegos artificiales.



Fuente:

Capítulo XIV de la novela "DEL MISMO TRIGO" 1993 - Bodas de Oro del Colegio Nacional "Coronel Bolognesi" de Chiquián. En Internet desde el 2003.