DEL OTRO LADO DE LA LUNA
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Estoy aquí, soñando entre las sábanas solitarias de la habitación. Veo mi cuerpo cubierto de rosas que me traen tu aroma; bajo los párpados y siento tu piel, aquel territorio ávido de mis besos. Abro los ojos y nuevamente me cobijo en los brazos de mi aliada: la soledad...
Hace unos días en un corto sueño llegué a tu vida con mi poncho al son de los pututos imperiales, y desde aquel entonces cada medianoche desato tibio viento sobre tu cuerpo; y tú, cada madrugada pones estrellitas a mis sueños. Tú mi ola de ternura; tú, esperada lluvia que me viste de hojas nuevas cada noche.
Soy el que te enamora con versos desde el otro lado de la Luna. Soy el que cuenta las horas aguardando un haz de dicha contigo. Algunas veces te sueño escribiendo cartas sobre mi epidermis, felizmente son cortitas, sino mi cuerpo parecería un cuaderno.
Ven mi piedrecilla de río antes que te lleve la corriente. No olvides que somos dos corceles del sentimiento que desafiando los años ponen flores a las hiedras del tiempo.
Tú y yo, al morir la tarde estaremos juntos bajo la Luna y nos llenaremos de aromas sin más sed que del uno por el otro.
Ya de noche hablarán nuestros poros con el lenguaje de Eros y dejaremos que se encienda el cielo mientras nos amamos...
Sólo así nunca nos cubriremos de venas azules ni de melancolía...
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Lima, 22 OCT 2001
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