lunes, 7 de mayo de 2018

EVITO ALVA IBARRA: EN EL SEXTO ANIVERSARIO DE SU SENSIBLE PARTIDA

 
 
 
Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Juan 11:25-26).
 
 
 
 
Cordillera Huayhuash
 
 .

 
CHIQUIÁN EN EL RECUERDO
 
Por Nalo Alvarado Balarezo
 
Nuestra querencia no es solamente el paisaje y la gente que habita su suelo. En mi caso, quizá porque no nací en Jircán, pero sí mis raíces, me fue fácil asimilar de adolescente, que CHIQUIÁN es mucho más que ese binomio mágico: también es su sed, su hambre, su risa, sus sueños, sus luchas por el desarrollo, su canto, su llanto, sus muertos... 
 

No es la laguna Sequiancocha que se secó de repente, y con el tiempo se hizo parcela habitable; es también Pisanamaría y su escoba, Matara y su ccantuhuayta, Cuspón y doña Licuna, el Turumanya del maestro Rubén; es Obraje y el barbudo Andrés, Carcas y su tarde taurina de agosto, Cutacarcas con sus vacas lecheras de pelo y medio.  
 
 
 
 
Chiquián no termina en Caranca ni en Jaracoto, tampoco en Gilta, menos en Cruz del Olvido; Chiquián es el viento de Rumichaca al caer la tarde soñolienta, la mangada que viene de Florida, Ninán y Cucuna, sus caminos que serpean junto a la cascada que cae y al arroyo que pasa riendo; es el rayo, el relámpago y el trueno que nos avisan que sobre todas las cosas está DIOS.
 
 
 
 
Chiquián es nuestra generosa laguna de Conococha que calma la sed del Callejón de Huaylas. Son las manos alfareras que aplauden las obras de bien de sus hijos y las que imploran por el hijo pródigo que no retorna; es la chicha en cuntu, el chinguirito caliente, el restallante rococho que mitiga el hambre, la añoranza que espera insomne.
 
 
 
 
Chiquián es la herida que no cierra con aguja de arriero ni con hilo de penca; es el arpa de la noche que trina lamentos y juramentos; es la jaratanta que le gana la batalla a la solitaria en una noche estrellada.
 
 
 
 
Chiquián es la lahuita con garancho que distrae a los estómagos flacos, la llunca que hace más robustos a los chiuchis de Pacra y el pojti solidario después de un velorio; es el chucarito de Cuspón, el tocos de Macpún, el api y la huatia de Fragua, la cachisada con papita arenosa de Huacacorral y su porción de tulpu con su toque de ají de Racrán.
 
 
 
 
Chiquián es el gueli y el rantín; es el amanecer perfumado de shulay; es la alforja, la talega y el apachico de ilusiones; es la campana que dobla por el amigo que surca el éter una tarde de chirapa.
 
 
 
 
Chiquián es el runchus y la rashta en la Pampa de Lampas donde la helada muerde el pellejo a su antojo; también el ichu que silba huaynos chiquianos en Romatambo al compás del bombito de Antonio Padua Toro. 
 
 
 
 
Chiquián es fiesta del alma campechana que une a propios y extraños, con sus callecitas angostas y las raídas puertas de aliso que aguardan al paisano errante, bajo el chueco umbral.
 
.
 
Chiquián es la infancia que no se quiere ir del corazón y la nueva hornada que llega crocante a reemplazarla. Es la joroba que asoma a paso lento con su bastón de otoño; es el raudo volar de la primavera y el andar cansino del ratash invierno.
 
 
 
 
Chiquián es la racuana, el caishi y el arado, el poncho y el jacu, el sucu y el tucumán que abriga al cachiputu; es el llanque, los callos y los pies cuarteados por la helada que baja gateando de Tucu.
 
 
 
 
Chiquián es el aroma y el trino de Parientana, el chuluc y el ninacuru de Tulpajapana, el tinyaco y el shulaco de Shulu, el dulce muchqui de Mishay, la linda verbenita cabalgando por los caminos de herradura tras las huellas de Luis Pardo... 
 
 
 
En fin, no habría cuándo acabar, porque el terruño: !LO ES TODO¡
 .
NAB.
 
 
IMÁGENES DEL RECUERDO:
 
ÁLBUM DE LA GRAN FAMILIA CHIQUIANA
 
Por Pacho Díaz, Vlady Reyes y Felipe Alvarado
 





























































































Plaza de Armas de Chiquián - Foto: Marcos Chamorro Portilla

REYDA ALVARADO: CHIQUIANITA BELLA MUJER

JUDITH BALAREZO - LINDA CHIQUIANA

NIEVES ALVARADO

RITMO ANDINO DE HUASTA

La casa vieja - Nieves Alvarado

Hualín Aldave Palacios

ORQUESTA RITMO ANDINO DE HUASTA

Oswaldo Pardo Loarte

Chiquián - Marco Calderón Ríos

BANDA DE LLIPA

LUIS PARDO, EN LA VOZ DE CARLOS ORO

WET - COMO QUIEN PIERDE UNA ESTRELLA

WET - NO PUEDO ARRANCARTE DE MÍ

WET - BUENOS DÍAS TRISTEZA

WET - DÓNDE ESTARÁ MIPRIMAVERA

WET - LUNA DE MIEL

WET - DONDE ESTÉS