lunes, 21 de octubre de 2013

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "DESDE MI SANGRE", DEL POETA ANCASHINO ABDÓN DEXTRE HENOSTROZA - 25 OCT, 7 PM, EN EL INSTITUTO RAÚL PORRAS BARRENECHEA




ABDÓN DEXTRE HENOSTROZA (1942)



 Es un ancashino de corazón, alma y sentimiento, estudia en la Escuela de Bellas Artes de Huaraz donde ocupa el primer lugar en el Concurso de Poesía, con el poema “Canto a la Madre” , que se publica como poema cartel (1969), en él Abdón desborda la presencia de la madre en el ser, que permite al hombre descubrirse desde niño, no es la presencia física de la mujer madre, es la madre espiritual, universal, omnipresente en cada momento de la vida del hombre y del mundo:


Yo, oscuro camino ya barrido 

Alguna tarde este camino supo

de un cariño,

supo de días ajados, interminablemente,

supo de una mañana hermosa que venía

de unas manos,

también, como entre sueños, supo

de un Vietnam

rojo

y de su gente que a manera de antorchas

oscurecían los minutos

Aquí  Vietnam,  allá Vietnam

Aquí y allá Vietnams rojísimos

Madres e hijos, los hijos y las madres

apagaban otra sed con sus ríos.



Sombras Amargas (1967). Poemas. Lima, s/e, es un libro que se inicia confesional al producirse la ausencia del objeto amado.  El yo poético sabe que su fortuna es tener a su amada dentro de sí, sin importar si le causa felicidad o sufrimiento, lo que importa para él es poseer a ese ser, tenerla atrapada dentro de sí, abrigando los recuerdos, sin preguntarse lo que ella siente, porque él cree en la supervivencia del amor más allá de la distancia y la separación, pues ha hecho del amor un bien, una parte de su esenciad con la latente esperanza que el objeto amado regrese. 


Es un vidente lleno de esperanza optimista, en la oscuridad donde se halla incognito, no identificado ve por la magia del amor el futuro que desea  y juega con el contraste,  la noche amorosa es negra, negra porque no está el ser amado, el vestido es blanco, que se distingue como tal gracias a la luz, de aquí que el amor unilateral está en la oscuridad y el amor correspondido en la luz, y el yo poético en ambas situaciones ama.


Aguardo las noches amorosas

de tus miradas

aguardo las suaves fragancias

de tus manos

las suaves angustias

de tus manos.

Pero no vayas a venir esta noche,

todo está ausente,

y yo he de ir a rezar mucho

a la empolvada

y solitaria Iglesia

de mi alma,

a esa Iglesia, a donde tú,

has de entrar

vestida de blanco


            (NO VAYAS A VENIR ESTA NOCHE)



La nostalgia aparece en este poemario y será una constante en su poesía.


En un rincón de la sala, apoyada

en el reclinatorio cual si rezase,

llora mucho la lluvia


( EL HOGAR)



La metáfora de lluvia es un elemento utilizado en la poesía peruana, para Vallejo es dolor, para Carlos Oquendo de Amat es alegría, para Abdón es el sentimiento latente, que trae la pureza.



Y los sentimientos no sólo están orientados al amor  y  bienestar, nos confiesa que ellos también transitan por el llanto, el sufrimiento, la pena, el dolor, en cualquiera de estas manifestaciones permanece dentro del ser y es  lo que nos hace humanos, si sufro soy humano, si amo soy humano, si lloro también, y es cuando nos dice:


Barredor, no barras las calles

de mi alma, no te lleves mis penas

que es lo único que tengo



Pero ante todo esto está el deseo de ser felices, aspiración difícil de alcanzar; para alcanzarla se debe de luchar, porque sin lucha no hay logro:


Hay que luchar

  por el amor,

hay que luchar

por la patria,

hay que luchar

por las piedras

y los caminos.


          (SOMBRAS AMARGAS)



La simiente de la poesía de Abdón se halla en Sombras amargas, el ritmo que ha alcanzado en este libro lo  hallamos en su siguiente entrega  Desde mi sangre (1973. Lima: Talleres Impresiones generales), poemario dividido en tres secciones: Dura presencia del lejano y destruido hogar, Sombras amargas y la sección que da nombre al libro Desde mi sangre. Las dos primeras secciones recogen poemas de su primer libro, en versión más trabajada, presentándolos  llenos de brillo y melodía, los poemas  “El Hogar” y “Madre hoy es Nochebuena”, aparecen como Poema I y Poema II en la sección Dura presencia del lejano y destruido hogar; mientras “Sombras amargas”, “Amor triste”, “Pero no todo está perdido” y “Recordándote. Recordando. Llueve” están en la sección Sombras amargas signados como Pema I, Poema II, Poema III y Poema IV. Así la sección  Desde mi sangre presenta poemas de su etapa de madurez, como ya se cosntata en la nuevas versiones de los poemas que hemos aludido.



La soledad, la nostalgia y la esperanza se hacen traslúcidos en los poemas de Abdón, y hallamos la característica de la poesía peruana de los 70 que es la inclusión del problema social, cuando se ve que los males sociales son los provenientes del sistema capitalista que se ha edificado hasta hacerse imperialista, mal que deshumaniza y ha entronizado al bien material, encumbrándolo para irradiar desde él su poder.



¡Ah! Siglo XX,

          qué nos trajiste,

y nos dejas,

como fábulas,

Vietnams sangrando

en las esquinas

          de nuestras mañanas.



Y el Amor, huella

         de

            la primavera,

              no la encontramos más.

       ………………………………………

Corazón, quisiste mucho,

           únicamente te han quedado

árboles secos

           en el camino,

únicamente manos vacías.



Sin embargo, volverás tus pasos

hacia el Amor, y eso nos salvará


                        (Poema XX)



La metáfora vietnam no es nueva, ya la habíamos hallado en Canto a la madreSombras amargas, ahora el poeta en Desde mi sange, nos consterna al construir la imagen de “sábado Nino” nos golpea, con la frase del mendigo que toca nuestras puertas queriendo hallarnos con nuestra alma de niño, con la bondad y solidaridad que caracteriza a esta edad, pero nosotros tampoco tenemos nada que ofrecer más que la esperanza de que el próximo sábado haya algo, y la historia se repetirá indefinidamente.



Todos los días, en mi pueblo,

la vida

se

cae.



En este pueblo, todas las mañanas,

mi corazón

se cae.



Todos los días, en mi pueblo,

Los hombres levantan castillos, como los niños.



Pero el sábado todo se agolpa,

todo se inunda

           en un solo hombre:

este hombre que pasa

golpeando las puertas,

                        llevando su alforja

con sus palabras de siempre,

con las negativas,

con la soledad

                     de los hombres.



Este mendigo que se cae levantando lo caído



“Sábado Nino”

Estamos sin nada Nino.

Vuélvete el próximo Sábado.

Vendrá la semana, con sábado o sin sábado,

con Nino

o

sin

Nino. Solo angustias  tendremos.  Y  soledad.



Y el mismo camino,

   y la misma pregunta,

      y el mismo hombre,

         y todos los hombres.

                                                      (Poema X)



Así transita el yo poético por diversas zonas de lo humano, y cada vez es más existencial, el emisor del poema no es la voz que asume el canto del pueblo, él asume el encargo de los marginados de la felicidad, para esto busca la libertad:


Levanté tu voz

    con adobes,

        a corazón firme,

            bajo estaciones nubladas,

                hasta entrada la noche.



Si destruyo ahora tu voz,

es para dársela

de beber

             a los pájaros,

y enciendo mis palabras

para reconocer tu rostro

                        en mis manos.

                                                    (Poema XI)



El desánimo está desterrado en la poesía de Abdón, en él todo es esperanza, optimismo, se requiere del concurso de los demás, el conquistar los sueños requiere de  la solidaridad de los demás, para eso es necesaria la transformación del hombre. La lucha no es inútil.



Sin la esperanza la vida no tiene sentido, la esperanza es la que nos da la fuerza para seguir viviendo, sin ella todo sería derrota, muerte desolación. Así es tratada por nuestro poeta, después de todo Dios también es una esperanza. Para llegar a ese sueño su arma es la palabra:


En palabras quise encerrar

Los bosques

De tu bondad,

En palabras,

Tu manera de ser,

E incorporarte a los ríos,

Haber si así la vida abría sus nuevas calles.


                                               (Poema XiV)



Antes de este poemario publicó  Poesía ancashina joven. Antologaí. (1968).  Lima: Impresiones Mundo Nuevo. En el prólogo dice:

 Es necesario aclarar, que este no es sino un trabajo preliminar. En el futuro –no lo dudamos- será más completa, no solamente porque los aquí presentes madurarán ( a cada paso; ante la realidad; entre las lecturas), y será también más completa, porque se integrarán hacia ella los que están por llegar, y aquellos que por causas diversas, no componene esta antología.

                                                                                                                      p. 2



En este trabajo del joven Abdón, aparecen: Efraín Rosales Alvarado, Yehudi Collas Berrú, Esteban Sánchez Loli, Betty Ortiz Andabaca; Raymundo Apolín Torres; Katy; Ampelio Alegre Gaona; Zoila Bolarte Camones; Raúl Icaza Villarán; Violeta Ardiles Poma; Juan Blácido Alva; Alejandro Espinoza Montes; y los invitados: Iris Oliveros y Roberto Rosario Vidal.



Harán renuncia voluntaria al encontrar rigor en la poesía la mayoría de los antologados.



     Después de la publicación de Desde mi sangre, Abdón trabaja en el afianzamiento de los lazos literarios entre los escritores de la región, es por varios años Presisente de AEPA, y  consolida la convocatoria para afianzar la presencia de los escritores en los encuentros anuales en diferentes provincias de Ancash, iniciando un movimiento dinámico de conección con los potenciales lectores de nuestra literatura.



En 1986 funda y dirige la revista literaria “Hermano Sol” (Huaraz) de la que aparecen dos números.



En     obtiene el Primer puesto, compartido con Néstor Espinoza,  en los Juegos Florales convocados por la municipalidad de Huaraz, con su poema “Nocturno en Huaraz”



 Aparece,  Cerca de una flor (poemas (1984)). Huaraz: Edición del autor. Que son poemas de circunstancia en la que desarrolla el calendario cívico escolar.



Herido tambor de fuego y Acta de la noche y el gorrión del alba (2003). Lima: Impreso po r creativos L&L Asociados S.A.C., poemario que esperó un tiempo y paseó por  Huaraz vía Lima.


En este libro, a mi modo de ver existen dos libros, el primero por la unidad que guardan los poemas es Herido tambor de fuego integrado por: “Fulgurante oscuridad (7 poemas), “Del amor sus fieros dardos” (17 poemas) y “Sobre el puente corre el río” (11 poemas). Y el segundo lleva el título de Tiempos para hacer estallar la esperanza en el que aparecen “Acta de la noche” y “Gorrión del alba”


Herido tambor de fuego se inicia con el poema “Gran rumor” el que se construye con aliteraciones que van a reflejar sonidos que se perciben en la soledad del silencio:


Oscuros

  estos pasos, esta voz,

  en la oscurísima noche

se pierden

(Gran rumor p. 13)


En el poema se transita hacia otro  tiempo,  percibimos el golpe del paso que se abre camino pero surgen incógnitas y se escucha a la tristezas como sonidos de tambor, en este poema. Valiéndose de hipérboles un intensifica la tristeza ante preguntas sin respuesta, y los silencios posesionan a la melancolía y a la rebeldía en el tiempo.


Juega con imágenes sensoriales y aparecen los colores, así la esperanza está relacionada con el color verde, el decaimiento con el amarillo que gradúa matizándolo hasta llegar al marrón.


Su nostalgia surge en el terruño, en lo que tiene próximo porque aquí bullen los recuerdos y es cuando nos dice:


Llamo. Convoco a jilgueros, amigos, hermanos,

   que una madrugada todavía oscura

y sin zapatos de pronto retorno se fueron.



Pero no está contento con sólo llamar, quiere que esta convocatoria sea escuchada y agrega:



tocaré tambores, campanas, troncos huecos, pututos,

convocándolos nuevamente, y al volver, jubilosos,

el pueblo sea otra vez nuestro, mío, de todos, de todos,

y no el árbol al que le brota ahora solo frondosa

                                                           Soledad.

(El regreso p.14)



Al leer esta poesía identificamos elementos occidentales y andinos que se fusionan, se suman unos con otros, recoge formas expresivas populares que reflejan nuestra forma dialectal:


Hasta musgo

Le ha brotado.



El juego de colores ahora transita por el azul y blanco como símbolos de calma.


En la travesía por la nostalgia aparece el gorrión, pájaro símbolo en la andinidad, que con su canto traerá el nuevo amanecer, el amanecer de la aspiración alcanzada.:

Gorrión, para que más pronto se abra el alba

¡canta!

¡canta al hombre!

Cántale desde la rama más cercana a la esperanza

¡Canta!

¡Canta al nuevo día!

que rotundo, definitivo, arribará.



Ese día, no lejano, gorrión amigo,

gorrión compañero

cantor infatigable,

se esparcirá tu querido y bello gorjeo

en el paisaje único y multicolor de la libertad.



En el acápite de Del amor sus fieros dardos,  el yo poético transita por una gran metrópoli que le castiga duramente y la nostalgia y soledad se aguzan y la esperanza latente es oriflama que guía hacia la victoria



Vuelve

Oh tierra nuestra, oh desventurada, cuándo dejaste

     de pertenecernos?

Desde aquel caliginoso instante dejaron de ser nuestros

el pan y el sueño de cada día

Y la más humilde hierbecilla de los contentos.



A dónde contigo el ramo generoso de tus vigilias?.

Ay tierra nuestra, quienes debieron deben defenderte

       de a poco te fueron te van vendiendo

en los mercados del mundo.



En el lugar donde permanecía tu augusta presencia

                                    destruidos encontramos tus signos

             y tu rosa de los vientos,

mas no la savia que tu espíritu eterno conducía.





¡Vuelve!



Por ti aguardan:

multitud de niños con los bracitos en alto pidiendo

su infancia

los que esperan que su jornal y su estabilidad laboral

no sean flor de un día,

los estudiantes sacrificando sus bolsillos para las

pancartas con que saldrán a defender la paz y la justicia

aquí y en el mundo, y hombres y mujeres

y tus artistas que apostaron por tu libertad y sus bellezas



Oh bienamada tierra nuestra, no demores más tu regreso,

Ahí recién entonces seremos.

(Vuelve p. 39)

Por más que clame libertad el yo poético, no puede librase del amor ni ser libre de él:

No digas libertad

porque en tu alma

me he quedado prisionero.

(Poema del cautivo p. 45)



El tambor de fuego es un vidente, porque rompe las amarras, circunstancia en que llega la lluvia que es símbolo vivificante, líquido germinador y descubrimos que la luz que nos ha venido alumbrando en la lectura de este libro es la misma poesía porquenos dice que la poesía es elemental como el pan, el sol, el agua, la flor.


Abdón ha logrado plasmar con su voz el sentimiento y sentir de un sector andino, juega con elementos que pertenecen al entorno ancashino, en su poesía aparecen sus hombres que sueñan con un porvenir mejor con sus frustraciones, su soledad, su nostalgia y la esperanza, su poesía es tierna y fluye cristalina como un manantial, ha captado nuestro ser haciendo universal la voz que no se desata de nuestras gargantas y se ha posesionado de ternura y amistad. Abdón es un río que fluye suave para hacerse rumoroso en su poesía.


Fuente:

Escritor Carlos Toledo Quiñones

ARS VERBA 

arsverba@outlook.com



Armando Arteaga, Abdón Dextre y Manuel Velásquez
(Fuente:http://terraignea.blogspot.com/2013/02/sintesis-de-la-poesia-huaracina-actual.html)


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